Telesur ¡EN VIVO!




domingo, 20 de abril de 2014

OPERACIONES DE BANDERA FALSA: IMPRESCINDIBLES PARA EL IMPERIALISMO (CASO CHEONAN; PARTE I)

Esta nota fue publicada el 18 de marzo de 2013 en Periodismo Internacional Alternativo.

Cuatro asesinatos realizados en enero y febrero, en el lapso de 12 días, en los Estados Unidos y en Suiza; el reciente probable asesinato de Hugo Chávez, y la creciente tensión militar que afecta a la península de Corea como resultado de las amenazas occidentales de guerra nuclear contra Corea del Norte, configuran la ocasión para dar continuidad al compromiso asumido de realizar la segunda entrega de las notas que tratan sobre las operaciones encubiertas, y en especial las de bandera falsa, parte fundamental de la doctrina militar (la no registrada) del imperialismo occidental. Para esta segunda entrega había anticipado que me ocuparía del hundimiento de la corbeta antisubmarina Cheonan, el 26 de marzo de 2010, hecho cuya autoría los otánicos pretendieron atribuir a la República Popular y Democrática de Corea (RPDC).

 

Marshall y sus hijos, asesinados por los Estados Unidos

4 asesinatos en 12 días
Aproximadamente el 31 de enero pasado el norteamericano Phillip Marshall, su hija Macaila, de 14 años, su hijo Alex, de 17, y aún el perro de la familia, fueron encontrados muertos a tiros en su casa en Murphys, California. El Departamento del Sheriff del Condado de Calaveras contaminó inmediatamente la escena del crimen y dictaminó las muertes como asesinato (de los jóvenes) y suicidio (de Phillip) a pesar de que la evidencia forense demuestra que no hubo suicidio. Phillip Marshall había escrito varios libros sobre las operaciones encubiertas. Ex piloto de United Airlines que alguna vez trabajó para la CIA y DEA, en sus investigaciones se había concentrado en los atentados a las Torres Gemelas. En su reciente libro “El Bamboozle grande: 9/11 y la Guerra contra el Terror”, había hecho importantes revelaciones sobre la implicación de las altas esferas militares y políticas de los Estados Unidos y Arabia Saudita en la realización de los atentados, y se supone que tenía otros importantes secretos que develar sobre operaciones encubiertas.
Para Wayne Madsen, periodista de investigación sobre asuntos de inteligencia y ex oficial de la Marina de los Estados Unidos, la muerte de Phillip Marshall no se trata de un suicidio sino de un asesinato realizado por la CIA. Kevin Barrett, fundador de la Alianza de Musulmanes, Cristianos y Judíos de los EE.UU., declaró a PressTV que "parece que Philip Marshall tenía en sus manos algún tipo de información explosiva. Y tenía la intención de publicarla en su próximo libro". El hecho de que también hayan sido asesinados los hijos de Marshall es un mensaje muy claro contra cualquiera que pretenda revelar información muy sensible sobre operaciones encubiertas del gobierno de los Estados Unidos.
El 11 de febrero pasado es encontrado muerto en su cama, en Ginebra, Suiza, Claude Covassi, fundador del sitio Mecanopolis.org, ex oficial de la inteligencia interior suiza (de la que se retiró por no querer participar de una operación encubierta de bandera falsa) y colaborador de la Red Voltaire. La causa médica de su deceso es sobredosis de cocaína. Tal como relata la Red Voltaire, Covassi "desde hace año y medio había emprendido una investigación sobre el papel del PJAK y el UCK en el narcotráfico en Europa. El PJAK, financiado por Estados Unidos, Israel y Alemania, es una organización kurda que se ha atribuido numerosos atentados terroristas perpetrados en Irán y que dispone de un poderoso gabinete de cabildeo en Bruselas. El UCK es la organización armada kosovar cuyo líder se convirtió en primer ministro del no reconocido Estado de Kosovo". "Durante los últimos meses de su vida -explica la Red Voltaire-, Claude Covassi fue objeto de intensas presiones para obligarlo a abandonar su investigación". "Claude Covassi tenía prevista para esta semana la publicación del resultado de su investigación, pero fue encontrado muerto en su cama"...

El hundimiento de la Corbeta Cheonan
En el momento en que escribo estas líneas están teniendo lugar en el Mar Amarillo los ejercicios militares conjuntos, en gran escala, de Estados Unidos, Corea del Sur, Gran Bretaña y Australia, como ostentación de poder militar nuclear y amenaza concreta contra la República Popular y Democrática de Corea, la que se encuentra en "estado de enfrentamiento total" y ha dado por concluído, desde este 11 de marzo pasado, el "Acuerdo de Armisticio de Corea", por lo que ya no tiene ningún pacto jurídico que políticamente le inhiba de realizar acciones militares para enfrentar la amenaza otánica.
Hace casi tres años, el 26 de marzo de 2010, se hundía la corbeta surcoreana Cheonan frente a la isla Baegryeong-do, en ejercicios militares conjuntos no declarados a Corea del Norte, en un teatro naval de operaciones en una zona no delimitada por el Armisticio y que además está en litigio y correspondería a Corea del Norte. De los 104 tripulantes, 58 fueron rescatados, dándose por fallecidos los 46 restantes.
A partir de este hecho se desencadena una escalada militar que no sólo comprende a las dos Coreas sino que involucra a Japón y a Estados Unidos. El principal instigador de esta escalada es EE.UU., que pretende incrementar su presencia militar en el Pacífico, y especialmente frente a China y Corea del Norte.

los restos de la moderna corbeta antisubmarina Cheonan

Todos estos ejercicios constituyen una provocación para la Corea Socialista, por el gran despliegue militar con hipótesis de ataque contra Corea del Norte y por su carácter traicionero y furtivo.
En 2010, cuando se hunde la moderna corbeta antisubmarina Cheonan, equipada con equipos de última generación de detección de movimientos enemigos, Estados Unidos y Corea del Sur no dudan en culpar de tal hecho a un ataque de un submarino de la RPDC. A partir de allí instrumentan toda una campaña de acción psicológica para sobredimensionar la "amenaza" de Corea del Norte y así poder polarizar no sólo en lo que hace al estado de la opinión pública, sino además obligar a definirse claramente a favor de los Estados Unidos a las élites políticas tanto de Corea del Sur como de Japón. Esto significa en definitiva aprobar los planes estadounidenses de reforzamiento de su presencia militar en Japón y Corea del Sur, en contrario a la tendencia que parecía imponerse hasta ese momento de disminuir la presencia militar yanqui allí. De hecho, en Japón había una fuerte tendencia a terminar con la presencia militar yanqui en Okinawa, y en Corea del Sur había avanzado la opción dialoguista, que hasta ese momento había demostrado algunos avances en el mejoramiento de las relaciones entre las dos Coreas, siempre con el horizonte de la probable reunificación. En Corea del Sur como en Japón faltaban pocos meses para las elecciones.
Es en este momento que irrumpe en escena el incidente del hundimiento del barco Cheonan, incidente sumamente oportuno para ser utilizado en la campaña de acción psicológica a la que acabo de aludir.

Acusación e "investigación"
Ante la artera acusación de los imperialistas, la RPDC niega inmediatamente estar implicada en el hundimiento de la corbeta Cheonan, y propone participar de la investigación integrada por los menos por las dos Coreas para llegar a la verdad, de manera verificable por ambas partes, propuesta que Corea del Sur rechaza tajantemente.
Es así que se conforma el Grupo de Investigación Civil- Militar (GICM), bajo la dirección de Corea del Sur, compuesto por 25 expertos, entre ellos los 10 mejores expertos de agencias coreanas, 22 expertos militares, 3 expertos recomendados por la Asamblea Nacional de Corea del Sur, y 24 expertos extranjeros que constituyeron 4 equipos de apoyo de EE.UU, Australia, Reino Unido, y el Reino de Suecia. Es decir, además de la exclusión de Corea del Norte, nada de China, ni de Rusia, ni de algún país BRICS; todos parte del poder otánico, Estados Unidos y sus títeres; todos parte hostil contra la RPDC.
Este malintencionado "grupo de investigación" produce la siguiente conclusión, en su primer "informe intermedio", en mayo de 2010: “El ROKS 'Cheonan' fue hundido como resultado de una explosión submarina externa causada por un torpedo de fabricación norcoreana. Las pruebas de forma abrumadora apuntan hacia la conclusión de que el torpedo fue disparado por un submarino norcoreano. No hay otra explicación plausible”.
Las "pruebas" que sustentan tal conclusión "de forma abrumadora" son sumamente endebles y burdas, o mejor dicho, directamente no existen. Esto queda en evidencia apenas el informe es dado a publicidad. Tan burdas y endebles que resultan ridículas, casi a simple vista. Pero esta realidad de manipulación por parte GICM no sólo puede ser advertido por simples observadores con algo de perspicacia, sino por numerosos periodistas de investigación, por el grupo de inspección del Comité de Defensa Nacional de la RPDC y por todos aquellos que han debido, por la causa que fuera (como la delegación rusa que tuvo permiso para inspeccionar), investigar los hechos en torno del hundimiento del Cheonan.
David Urra Arias, Capitán de Corbeta en reserva de la República de Cuba, es una de las personas que más ha investigado y escrito sobre este evento. En su artículo "Cheonan, historia de una farsa", publicado en Rebelión el 11 de noviembre de 2010, destaca que:
-No se sabe quiénes son los "ilustres" expertos que participaron en el estudio (del GICM), una relación de sus nombres, calificación y las instituciones que representan.
-No hay una cronología detallada de los hechos y del desarrollo de la investigación.
-Se hace referencia a supuestas pruebas de las que no se muestra ni la más mínima evidencia.
-Las conclusiones son categóricas, cuando siempre se deja un resquicio para imponderables que se puedan haber producido.
-Se insiste con insinuaciones no demostradas, lo que da la impresión de que se está tratando de inducir un razonamiento más que demostrarlo.
Además de las investigaciones de Urra Arias, está el informe presentado ante las Naciones Unidas por la RPDC, realizado por el grupo de inspección del Comité de Defensa Nacional de la RPDC, una exhaustiva investigación realizada con la información pública disponible, ya que Corea del Sur no permitió ninguna intervención de los investigadores norcoreanos.
También están los artículos del periodista chileno Ernesto Carmona, del periodista japonés Tanaka Sakai, y del periodista Mark Selden, publicados, entre otros medios, en Cubadebate. Están los artículos de Wayne Madsen, en el Wayne Madsen Report. Está el artículo de Stephen Gowans. Y están las investigaciones de la delegación de expertos rusos que fueron enviados a Corea del Sur para investigar sobre el hundimiento. Todos ellos desmienten categóricamente las conclusiones del GICM.
Haciendo un inventario del conjunto de incongruencias y de hechos "investigativos" dudosos por parte del GICM, surge que:
-el Cheonan se encontraba navegando, como parte de un ejercicio militar con los EE.UU., en aguas poco profundas, poco aptas, o no aptas, para la eficaz navegación submarina y para la trayectoria de búsqueda de los torpedos.
-el Cheonan se encontraba en una zona no neutral sino sometida a litigio con Corea del Norte, o sea, no apropiada para realizar juegos de guerra si se respeta la normativa internacional.
-considerando lo dicho, es prácticamente imposible un ataque con submarino por parte de Corea del Norte, en medio de un ejercicio antisubmarino.
-la conclusión de Won See-hoon, director de la Inteligencia Nacional de Corea del Sur, a un comité parlamentario de Corea del Sur a principios de abril, menos de dos semanas después de que el buque de guerra surcoreano Cheonan se hundió en las aguas frente a la isla Baegryeong-do, es que no había ninguna evidencia que vincule a Corea del Norte con el hundimiento del Cheonan.
-en sustento de la hipótesis del torpedo norcoreano, el "grupo de investigación" aseveró que un grupo naval de la RPDC zarpó de su base 2-3 días antes del hundimiento del Cheonan y regresó 2-3 días después. Cuando se les exigió las pruebas de tal aserto afirmaron que no podían mostrarlas para no revelar el nivel de su servicio de inteligencia del ejército. Cuando no pudieron negarse ante la creciente demanda de dicha prueba, declararon que había mal tiempo y no se podían registrar imágenes de calidad, admitiendo así, implícitamente, no tener prueba alguna al respecto.   
-el lugar del hundimiento fue alterado intencionalmente con la explosión de cargas de profundidad por parte de Corea del Sur para alterar definitivamente la escena a fin de destruir evidencias que pudieran esclarecer las circunstancias del hundimiento.
-los restos oxidados de un torpedo, presentados como "prueba" por el GICM, no coinciden con los planos del prototipo norcoreano (CHT-02D) que el mismo "grupo de investigación" propuso para comparar dichos restos y para demostrar la autoría de Corea del Norte en el hecho. Esto mismo surge a simple vista de la presentación pública realizada por el mismo GICM.

"pruebas" presentadas por el GICM: fraude a simple vista
-esos restos fueron obtenidos "casualmente" por un barco pesquero, con una red, después que decenas de buzos rastrearan el fondo marino sin encontrar nada tan significativo como eso.
-la corrosión de los restos del torpedo supone mucho más tiempo en el agua que el que hay desde el hundimiento de la corbeta y el momento en que se obtienen los mismos.
-no existen otra piezas que podían haber sido recuperadas con facilidad dado la poca profundidad del mar (aprox. 20 mts.) en ese lugar.
-no existen otros componentes de los "restos" que deberían haber aparecido también, dadas las características de ese tipo de torpedos y su comportamiento físico ante su propia detonación.
-en los "restos" del torpedo está intacta una marca o escritura que sería caligrafía y nomenclatura norcoreana, lo que da clara idea de que fue escrita después de extraídos los "restos" del fondo del mar.
-cuando se recogieron los "restos" tenía un papel que cubría la marca o escritura.
-la caligrafía de la marca o escritura no se corresponde con la nomenclatura utilizada por Corea del Norte.
-no se encontraron restos del torpedo que deberían encontrarse incrustados en el casco del barco hundido.
-no se alude a ninguna sustancia explosiva en particular, elemento que daría pistas sobre quién fue su fabricante.
-el "grupo de investigación" asevera que los restos del torpedo son de aleación de aluminio, y Norcorea sólo fabrica torpedos con una exclusiva aleación de acero, propia de ese país.
-el cuerpo propulsor del torpedo presentado por el GICM no coincide con las imágenes del mismo que presentó la televisión en un primer momento.
-la "columna de agua" a la que alude el "grupo de investigación" tiene como sustento el testimonio de una sola persona (un vigía), testimonio que además es falso porque desde el lugar donde dice que presenció tal columna no se puede observar apropiadamente el sitio donde fue hundido el buque Cheonan.
-la hélice de babor del Cheonan quedó intacta, siendo que, según el "grupo de investigación" la explosión ocurrió de ese lado. Sin embargo, la que se encontró dañada fue la hélice de estribor.
-la lámpara fluorescente del casco del buque quedó intacta luego de la explosión, algo verdaderamente asombroso. Respecto de está lámpara "mágica y blindada, siendo resistente a los impactos de explosión", los investigadores norcoreanos, en su informe oficial, sugieren a Corea del Sur que lo patente.
-el "grupo de investigación" censuró las imágenes de la filmación de la explosión experimental de simulación de la explosión real que pretendidamente ocurrió con el Cheonan, imágenes que demuestran que el Cheonan debió haberse hundido en pocos minutos y no en las horas que tardó efectivamente en hacerlo en la realidad, donde una parte del buque se hundió a mucha distancia de la otra.
-las pruebas experimentales que realizó el GICM demostraron que su estimación sobre la magnitud de la carga explosiva del torpedo es insuficiente con sus efectos sobre el Cheonan.
-no hay afectados de sordera ni luxaciones entre la tripulación sobreviviente.
-entre las víctimas hay sólo marineros, y ningún oficial.
-cerca del lugar del colapso del Cheonan se encontró hundido un objeto colosal, que podría ser un submarino de EEUU., que fue explorado por un equipo subacuático surcoreano y el 7 de abril de 2010 la televisión KBS -de Corea del Sur- mostró un helicóptero de EEUU transportando lo que parecía el cuerpo de un soldado estadounidense.
-Mientras se conducía una búsqueda subacuática tras el hundimiento del Cheonan, perdió la conciencia y luego murió el suboficial mayor Han Joo-ho, miembro de la unidad especial de la Marina de Guerra de Corea del Sur llamada UDT-SEAL (sigla en inglés de Equipo de Demolición Subacuática, Mar Aire Tierra).
-mientras recogía información sobre Han Joo-ho, KBS supo que no murió cerca de donde fue hallada la popa del Cheonan (primera boya), ni cerca de donde fue encontrada la proa de la nave (segunda boya). Mejor dicho, estaba a seis kilómetros de la tercera boya, entre la primera y la segunda, es decir, en una ubicación no relacionada con el hundimiento del Cheonan.
-la búsqueda de supervivientes del Cheonan, por parte de tropas de EEUU y Corea del Sur, en principio se realizó justo delante del acantilado costero y no a los 2 kmts. de la costa (lugar donde el Cheonan sufrió el siniestro).
-mientras la unidad UDT-SEAL y otros servicios buscaban en el lecho marino debajo de la tercera boya, KBS TV supo que se había hundido algo tan grande como un submarino y que rápidamente la exploración al interior de la nave fue puesta bajo jurisdicción de militares de EEUU.
-los estadounidenses que dirigieron esta búsqueda no esperaron la llegada de los descompresores indispensables para efectuar búsquedas subacuáticas, enviando antes a las tropas surcoreanas bajo el agua, cuyos buzos del UDT-SEAL perdieron la conciencia uno tras otro y en esa situación perdió la vida el suboficial Han.
-oficiales UDT-SEAL reclamaron que los “buceadores de EEUU rehusaron hacer una operación tan peligrosa y exigieron que el trabajo lo hiciera nuestro equipo de Corea del Sur”.
-autoridades de Corea del Sur y EEUU se esmeraron en ocultar el hecho del hundimiento de una nave estadounidense casi al mismo tiempo que el Cheonan. Tampoco anunciaron el hundimiento de la nave de EEUU, ni informaron de la muerte del suboficial mayor Han en un accidente mientras exploraba el interior de la nave estadounidense sumergida. En su lugar, anunciaron que murió mientras buscaba cuerpos de supervivientes del Cheonan y honraron al suboficial como héroe nacional.
-la búsqueda y recuperación del Cheonan fue encargada a una compañía civil y comandó la operación una gabarra surcoreana. La búsqueda en la tercera boya fue conducida por un equipo surcoreano especial UDT-SEAL y el centro de mando fue un nuevo portaaviones ligero de Corea, llamado Dokdo. De esta disparidad se puede inferir que los militares de EEUU y Corea del Sur priorizaron la búsqueda de la nave (¿submarino?) norteamericano bajo la tercera boya por encima de la búsqueda y recuperación del Cheonan.
-al equipo UDT-SEAL le impusieron una orden de silencio. Cuando percibieron que el problema de la tercera boya no gravitaba tanto sobre las autoridades de Corea del Sur como sobre los militares de EEUU, aumentó la presión oficial y KBS TV y otros medios surcoreanos dejaron de informar sobre el incidente. Según el periodista Tanaka Sakai, al igual que en Japón, los medios coreanos, que están conformes con la autoridad norteamericana, parecen compartir una regla implícita de no investigar en temas militares de EEUU.
-los "expertos" excluyeron toda otra hipótesis que no sea del "torpedo norcoreano", disparado por un submarino.
-un miembro del GICM fue destituido por poner en duda la veracidad de las "pruebas" presentadas.

OTAN: la mayor amenaza para la Humanidad
Indudablemente, queda demostrado, "de manera abrumadora", como dice el primer informe del GICM (hubo un segundo informe en setiembre de 2010 pero no aportó nada nuevo, sino que sólo intentó reforzar al primer informe), que la única hipótesis que debe descartarse por imposible, es la del torpedo disparado por un submarino norcoreano.

Leonardo Del Grosso

No hay comentarios:

Publicar un comentario