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miércoles, 16 de marzo de 2016

EL ALTO MANDO

Entrevista de Bonnie Faulkner, en el programa de radio “pistolas y manteca”, al Profesor Michael Hudson. Traducido por Leonardo Del Grosso de http://michael-hudson.com/2016/02/the-commanding-heights/ (en el enlace se accede también al audio, en inglés, del programa). En Comunidad Saker Latinoamérica

 

Occidente destruye derecho internacional con uso hostil de lo que debería ser común

Supongamos que un país debe dinero al gobierno de otra nación u organismo oficial. ¿Cómo pueden cobrar los acreedores si no hay un tribunal internacional y un sistema de aplicación? El FMI y el Banco Mundial eran parte de ese sistema de aplicación y hoy están diciendo: ‘Nosotros no vamos más a ser parte de eso. Sólo estamos trabajando para el Departamento de Estado de EEUU y el Pentágono. Si el Pentágono le dice al FMI que está bien que un país no tiene que pagar sus deudas a Rusia o China, entonces desde ahora no tienen que pagar, por lo que al FMI concierne. “Esto rompe el orden global que se creó después de la Segunda Guerra Mundial. El mundo se ha dividido en dos mitades: la órbita del dólar estadounidense, y los países que los EEUU no pueden controlar y cuyos funcionarios no están en la nómina de los EEUU, por así decirlo”.
Yo soy Bonnie Faulkner. Hoy en “pistolas y manteca”, el Dr. Michael Hudson. El programa de hoy: la nueva guerra fría financiera global. El Dr. Hudson es un economista de las finanzas e historiador. Él es el presidente del Instituto para el Estudio de Tendencias Económicas de Largo Plazo, un analista financiero de Wall Street y Profesor Distinguido de Investigación de Economía de la Universidad de Missouri, Kansas City. Su libro de 1972, “Super-imperialismo: la estrategia económica del Imperio Norteamericano”, es una crítica a la forma en que Estados Unidos explota las economías extranjeras a través del FMI y el Banco Mundial. Su último libro es “Matar el Anfitrión: cómo los parásitos financieros y la deuda destruyen la economía global”. Hoy en día se discute su artículo, “el FMI cambia sus reglas para aislar a China y Rusia”.
Bonnie Faulkner: Michael Hudson, bienvenido. Hace demasiado tiempo desde que hemos hablado por última vez.

Michael Hudson: Bueno, es bueno estar de vuelta. La última vez que estuvimos juntos fue en Italia.

Bonnie Faulkner: Así es, Rimini, Italia. ¿En qué año fue eso?

Michael Hudson: Debe haber sido hace cuatro años porque estábamos allí con Stephanie Kelton de la Universidad de Kansas City, a quien Bernie Sanders ha nombrado economista jefe de los demócratas en el Comité de Presupuesto del Senado. Bill Negro de la Universidad de Kansas City también estaba allí. He utilizado algunas de mis conferencias allí en mi libro “Capitalismo de Finanzas y sus disconformes”, publicado en 2012.

Bonnie Faulkner: Michael, realmente he hecho siete producciones a partir de las presentaciones en Rimini de la teoría moderna del dinero con Usted, con Marshall Auerback, William K. Negro, Stephanie Kelton, y fueron producciones de gran éxito, hay que decirlo.

Michael Hudson: Eso está muy bien. Fue una maravillosa presentación. Cuando entramos fue en ese gran estadio de fútbol y nos sentimos como si fuéramos los Beatles, caminando por el pasillo central. La gente nos animaba y gritaba nuestros nombres y eso fue como si fuéramos héroes del pop.

Bonnie Faulkner: Los italianos resultaron ser tan cálidos y tan entusiastas para con una teoría económica alternativa. Yo me sorprendí también.

Michael Hudson: Sí. Y llegó gente de España y de todas partes. Esa fue una de las mejores presentaciones en la que haya estado cualquiera de nosotros.

Bonnie Faulkner: Estoy tan contenta de haber podido estar ahí. Esa es una conferencia para recordar, seguro. Bueno, he estado leyendo su artículo, “El FMI cambia sus reglas para aislar a China y Rusia”. Suena un timbre de alarma sobre las implicancias de los cambios de reglas en el Fondo Monetario Internacional, el FMI, en lo que hace a préstamos a los gobiernos. Antes de discutir estos cambios en las reglas del FMI específicamente: ¿qué es lo que precipitó estos drásticos cambios de política en el FMI?

Michael Hudson: Hay una serie de cambios de política. El primer cambio fue que en el pasado el FMI no ha hecho préstamos a países que están en mora con los gobiernos. Esto es porque en el pasado el gobierno en cuestión fue el Gobierno de los EEUU. Desde la Segunda Guerra Mundial casi todos los créditos internacionales de rescate o de estabilización financiera del FMI y el Banco Mundial han implicado al Gobierno de los EEUU, en colaboración con un consorcio de bancos estadounidenses.
Por primera vez, ahora que China y los BRIC están creciendo, los países están pidiendo créditos no sólo a los Estados Unidos bajo las fuerzas de lobby de Estados Unidos, sino ahora también pueden obtener préstamos de China y otros países.
Los Estados Unidos han respondido cambiando las reglas del FMI. Se dijo, “Espera un minuto. Está bien que el FMI haga préstamos a los países que no le pagan a China y Rusia o los BRIC, porque estamos en una nueva Guerra Fría. El FMI está trabajando realmente para nosotros”. En la medida en que los EEUU tienen poder de veto en el FMI, su delegado puede vetar cualquier préstamo a un país que debe dinero a los Estados Unidos que Estados Unidos no desee apoyar. Pero no tiene ninguna objeción para que el FMI conceda créditos a los satélites estadounidenses como Ucrania, que tienen deudas oficiales con Rusia.
En diciembre pasado Ucrania debía 3 mil millones de dólares a Rusia de un préstamo concedido por el fondo de inversión estatal ruso. Los Estados Unidos están haciendo todo lo que pueda hacer daño económicamente a Rusia, pensando que si le duele lo suficiente, Rusia va a capitular ante la estrategia de los EEUU. La estrategia de Nueva Guerra Fría es básicamente un intento de forzar a otros países a privatizar sus economías para obedecer la política neoliberal. El propósito es abrir sus economías a las corporaciones estadounidenses y los bancos de Estados Unidos.
El cambio de las reglas del FMI fue movilizar el FMI básicamente como un agente del Departamento de Defensa de EEUU, con una oficina adjunta en Wall Street. De repente ha quedado claro que el FMI no es una institución internacional para el desarrollo económico global. Es un tentáculo de la diplomacia de Guerra Fría de los EEUU, uno que se está moviendo hacia la derecha muy rápidamente bajo la Administración Obama.


Bonnie Faulkner:  Ahora tenemos la Organización de Cooperación de Shanghai, la OCS como una alianza militar alternativa a la OTAN, y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, el AIIB (Asian Infrastructure Investment Bank, por sus siglas en inglés; nota del traductor), que amenaza con reemplazar el FMI y el Banco Mundial. ¿Qué tan exitosas crees que serán estas nuevas alternativas al sistema bancario occidental?
 
Michael Hudson: El punto importante es que el sistema bancario occidental, el Banco Mundial y el FMI, no tienen éxito. El FMI sigue una política de economía basura que dice que si usted debe dinero a los tenedores de bonos extranjeros o bancos extranjeros, hay que imponer la austeridad en el país para pagar a todos aquellos a los que se les debe. Los economía basura en la práctica sostiene que la austeridad permitirá a los deudores extraer suficiente dinero de los impuestos de su economía para pagar a los banqueros y tenedores de bonos extranjeros. Esta es la misma desastrosa teoría que los británicos y los americanos y los franceses utilizaron en la década de 1920 para insistir en que Alemania podría pagar cualquier monto de reparaciones con sólo ajustar lo suficiente la economía.
Esta teoría se demostró que era falsa por John Maynard Keynes y también por el norteamericano Harold Moulton, de la Brookings Institution. Pero las lecciones de la década de 1920 fueron rechazadas por el FMI, porque saben muy bien – y el staff lo ha dejado muy claro- que la austeridad no permite a un país pagar su deuda externa. La austeridad hace que se reduzca la capacidad para pagar. Eso significa que tendrán que pedir prestado aún más.
A continuación, el FMI llega con su golpe número dos: el golpe número uno es austeridad. El puñetazo número dos es decir: “Bueno, supongo que nuestro programa no funcionó. Que decepción (pero en realidad no debería ser una sorpresa, sucediendo una y otra vez). Ahora Ud. tiene que empezar a privatizar su industria y recursos naturales. Vender su tierra”. Le dicen a otros países deudores esencialmente lo que le dijeron a Grecia en el último año.
Cuando el plan de austeridad exigido desde 2010 por el FMI no ayudó a Grecia, se unieron con el resto de la Troika (la Unión Europea y el Banco Central Europeo) en 2015 para exigir que Grecia se comprometa a vender sus islas, vender sus puertos , vender sus sistemas de agua, vender todo lo de dominio público. Después de que la exigencia había sido hecha a Grecia en el verano de 2015, fue el turno de Ucrania.
El golpe número uno del FMI contra Ucrania fue imponer la austeridad con el pretexto (su economía basura) de que Ucrania podría pagar a los tenedores de bonos extranjeros con ingresos de impuestos a su economía doméstica. Cuando esto provocó que empeoraran las cosas, llegaron el Banco Mundial y la USAID. El ministro de Finanzas, designado por EE.UU., apuntó a la tierra agrícola, los derechos de gas y otros recursos naturales que Ucrania podría vender a los inversores estadounidenses y europeos, pero no a los rusos.
La idea es que si los inversores americanos pueden comprar la infraestructura clave y el alto mando de la economía de Ucrania, se puede hacer palanca para apartar a Ucrania de Rusia. Ucrania jugó un papel clave en la economía rusa. Mucho de la producción industrial militar y espacial de Rusia se produjo en la región de Donbass, en el este de Ucrania.
Así que la idea era que la separación de Ucrania de Rusia es el primer paso para tratar de repartirse Rusia, y luego para repartirse China, romperlas en pequeños pedazos. El objetivo es tratar a China y Rusia como a Oriente Medio, como Libia, Irak, Afganistán y Siria -como ejercicios de “aplastar-y-agarrar” para tomar sus recursos naturales y empresas.


Bonnie Faulkner: ¿Cuál es el objetivo del Tratado de Asociación Trans-Pacífico y en qué compite con el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, el AIIB (por sus siglas en inglés)?

Michael Hudson: yo podría dar una respuesta fácil y decir que el objetivo es para reducir la población en un 50%, hacer morir de hambre a la gente, abolir las pensiones y propagar la pobreza. Pero en realidad son el efecto.
La historia oficial pretende que es sobre el comercio, pero la verdadera agenda es forzar la privatización y deshabilitar la regulación gubernamental. Esto invierte lo que fue central en toda la Era Progresiva. Durante los últimos 300 años, lo que se presume para Europa y América del Norte fue que tiene que haber una economía mixta, con gobiernos inviertiendo en infraestructura, carreteras y otros medios de transporte, comunicaciones, agua y sistemas de alcantarillado, gas y electricidad. El rol de la infraestructura pública fue el de proporcionar estas necesidades básicas a un costo mínimo con el fin de promover bajo-costo, economía competitiva. Así es como Estados Unidos se hizo rico. Así es como se industrializó Alemania y como el resto de Europa lo hizo. Pero el propósito de la Asociación Trans-Pacífico es revertir eso y privatizar la inversión pública. Su ideología es que la economía debe pertenecer y ser operada por los propietarios privados, la empresa privada, cuyo objetivo es el beneficio a corto plazo.
Hay una serie de objetivos relacionados entre sí: para anular las regulaciones de protección ambiental que cuestan dinero, para anular la protección de los trabajadores, y para anular los impuestos sobre los recursos naturales o la renta económica. La idea es convertir las carreteras y el sistema de transporte en rutas con peaje, que serán propiedad de extranjeros y explotados con una alta carga tarifaria. La Internet y el sistema de agua serán vendidos y convertidos en sistemas de peaje, para cobrar por sus servicios y por otras necesidades básicas. Esto impondrá una economía rentista neo-feudal en todo el mundo mientras que los sectores financieros, industriales y de bienes raíces estarán por encima de los sectores gubernamentales.
Creo que se podría decir que, a nivel más amplio, la idea es hacer retroceder la Ilustración y restaurar el feudalismo. Esto puede sonar como una afirmación extrema, pero las personas no se dan cuenta de lo radicales que son los acuerdos de inversión del TPP. Por ejemplo, cuando Australia elevó los impuestos a los cigarrillos e incluyó advertencias sanitarias en los paquetes, Philip Morris demandó, insistiendo en que Australia pague lo que Philip Morris habría ganado si la gente hubiera seguido fumando y hubiera contraído cáncer en la proporción correspondiente.
Cuando Ecuador trató de demandar a las compañías petroleras por contaminación, las compañías petroleras lo demandaron, y ahora el país tiene que pagar a las petroleras el monto de beneficios que habrían obtenido si continuaban produciendo petróleo al contaminar la tierra -hasta un grado infinito. Ningún gobierno, en cualquier parte del mundo, que suscriba tal tratado será libre de regular el medio ambiente o incluso de decretar nuevos impuestos al afán de ganancias o a otras iniciativas privadas.
En esencia, los nuevos compradores de las carreteras, los sistemas de agua, los sistemas de alcantarillado, pueden aprovecharlos como oportunidades de obtener ganancias sin regulaciones antimonopólicas. Esto significa que pueden cobrar todo lo que el mercado puede soportar, y tratar a los países extranjeros algo así como los clientes de cable de New York City son tratados. Yo vivo en Forest Hills, en Queens. Tenemos un proveedor, Time Warner. Si quiero cable, tengo que pagar lo que cobran, y no tiene nada que ver en absoluto con su costo de producción. Tengo que alquilar su caja de cable, no comprar una de mi propiedad.
Eso es lo que es la renta económica. Es un ingreso por encima del costo de producción. Durante cientos de años las teorías económicas de Adam Smith, David Ricardo, John Stuart Mill y Thorstein Veblen escribieron acerca de cómo crear una economía que produciría todo en su real, tecnológica y socialmente necesario costo, sin ningún bocadillo, es decir, sin ningún tipo de ingresos no ganados (“renta económica”).
El objetivo de la Asociación Trans-Pacífico y su versión europea es promover la extracción de renta no ganada. Intereses rentistas han respaldado un corpus del tipo de la economía basura para sustituir a la economía clásica, en contra de la Era Progresiva y la socialdemocracia, para crear una ideología de derechas que ellos llaman libre comercio. El término tiene un doble significado orwelliano.


Bonnie Faulkner: ¿Sentencias de la Organización Mundial del Comercio fueron aplicados en contra de estos países que usted ha mencionado, como Australia?

Michael Hudson: Creo que Philip Morris no lo logró, pero obligó al gobierno a gastar decenas de millones de dólares en honorarios legales. Es casi imposible para un gobierno pobre como Ecuador o incluso Australia, afrontar los gastos legales que son necesarios para defenderse de una batería de abogados corporativos. En el marco del TPP, los árbitros pueden tomarse del sector empresarial y sus bufetes de abogados.
Las sentencias y las reglas están hechas por fuera del gobierno y por fuera de las leyes que promulgan los votantes. De esta manera, la oligarquía corporativa sustituye a la democracia. Las decisiones respecto de cuánto los gobiernos tendrán que pagar a las corporaciones en daños compensatorios son tomadas por un pequeño grupo de árbitros en una puerta giratoria con el sector empresarial. En efecto, van a funcionar como lobistas de estas corporaciones.


Bonnie Faulkner: China aceleró la creación del Sistema de Pagos Internacionales de China, CIPS alternativa, y su propio sistema de tarjetas de crédito. ¿Qué es el Sistema de Compensación Interbancaria de SWIFT? y ¿el nuevo sistema de pago de China es una amenaza para él?

Michael Hudson: Todos los bancos tienen un sistema de compensación (clearing) al emitir cheques en una cuenta bancaria. El sistema SWIFT es un gran programa de software informático que permite a la gente a escribir cheques para enviar dinero a otras personas que utilizan otros bancos.
Hace aproximadamente un año estrategas estadounidenses consideraron ir a una nueva Guerra Fría con Rusia. Podría convertirse rápidamente en militar. Pero los EEUU vieron que podrían lastimar a la economía de Rusia sin tener que enviar tropas. No tenemos que invadir. Eso es la guerra al viejo estilo. Ningún país puede invadir a otro con las tropas en estos días. Pero los EEUU pueden contener a Rusia o a cualquier otro rehén económico mediante su exclusión repentina del sistema de compensación de pagos SWIFT. Sus bancos, individuos y empresas no pueden compensar nada de dinero. Así son paralizados. Los EEUU habrán roto sus vínculos económicos y comunicaciones.
Tan pronto como los norteamericanos hablaron de esto, China y Rusia respondieron. Ellos, naturalmente, no quieren una nación que dice que puede que desee ir a la guerra contra ellos y sufrir, al mismo tiempo, un poder tan disruptivo. Obama y Hillary Clinton ya han hecho este tipo de amenazas. Así que los líderes rusos han dicho que les gustaría ser parte de una unidad global, pero siempre y cuando los Estados Unidos estén ejecutando SWIFT para sus propios intereses y estén actuando de una manera hostil, ellos necesitan proteger sus propios sistemas de compensación bancaria.
Por lo que China tomó la delantera en la creación de su propio sistema de compensación bancaria. La gente y las empresas y organizaciones gubernamentales en China y los demás países del BRICS no tendrán que ser rehenes de los Estados Unidos, haciendo éste con un programa de malware de computadora lo que hizo a las centrifugadoras iraníes. Al igual que volamos las centrifugadoras iraníes mediante la instalación de un virus para acelerarlas. Los EEUU podrían hacer eso con SWIFT. Ahora, China y los BRIC se están moviendo para defenderse contra esta perspectiva.


Bonnie Faulkner: Bueno ¿Ahora se ha implementado sistema de pago internacional de China o está todavía en proyecto?

Michael Hudson: creo que están todavía en el proceso de desarrollarlo, porque es difícil desarrollar un sistema tan complejo como ese. Hay una inercia para estas cosas, es más fácil hacerlo sobre los sistemas de compensación existentes. Se necesita mucho tiempo para desarrollar un reemplazo. La situación es como el programa de Microsoft Office. Es por eso que los ordenadores Mac utilizan Word y Excel. Se necesitan miles de millones de dólares para escribir un programa que no tenga problemas técnicos. Creo que los chinos todavía están tratando de resolver los problemas técnicos debido a que no esperan la guerra abierta aún.

Bonnie Faulkner: El primer ministro ruso, Putin, propuso una alianza, o al menos una cooperación, entre Occidente y las emergentes asociaciones militares y económicas en el Este. La apertura de Putin a Occidente parece haber encontrado oídos sordos. ¿Por qué cree?

Michael Hudson: Esta es la misma esperanza que ha existido desde la década de 1990, incluso antes de que Putin llegara al poder. La idea era que Rusia está dispuesta a unirse a la OTAN, al ver que la guerra atómica entre las naciones industriales del mundo está ahora fuera de discusión.
Lo hacen frente a la amenaza común del Islam wahabí, fundado por Arabia Saudí -la terrorista Ley Sharia Wahabí. Rusia está preocupada por los terroristas respaldados por los saudíes en su frente sur, desde Georgia, Azerbaiyán, todo el camino a través de Asia Central. Los chinos también están preocupados por el terrorismo wahabí mediante los Uigures. ISIS y Al Nusra (Al-Qaeda de Siria. Nota del traductor) están actuando como la Legión Extranjera de Estados Unidos. Cuando Hillary Clinton derrocó al gobierno de Libia, las reservas de armas y efectivos militares fueron puestos a disposición del Estado Islámico (ISIS en su sigla en inglés: Islamic State of Irak and Siria. Nota del traductor). Los recursos del Banco Central de Libia fueron robados y también entregados al ISIS. Cuando Estados Unidos entró en Irak, revirtió al ejército suní y todos esos miles de millones de dólares en billetes de cien dólares retirados de circulación terminaron en última instancia en manos del ISIS. Así que, aunque los Estados Unidos se oponen a ISIS cuando matan a estadounidenses, ISIS es básicamente la manera de dividir los países donde peligra que no sean parte del patrón global del dólar de Estados Unidos.
Rusia esperó que los Estados Unidos se darían cuenta de que éste es un sistema loco. Estados Unidos, Rusia y Europa pueden enriquecerse en el comercio mutuo. Si Europa persigue sus intereses económicos, se vería como un socio comercial natural de Rusia. Los europeos y los estadounidenses probablemente podrían ir a Rusia y tratar de levantar la economía, ya que necesita empresarios.
Pero en lugar de buscar una esfera de mutua prosperidad entre Europa, Rusia y Estados Unidos, los Estados Unidos han presionado a Europa hacia la zona muerta de la austeridad neoliberal. Eso es la reducción de la economía de Europa y su tallado fuera de Rusia. Esto evita la prosperidad para Europa, sobre la base de que también beneficiaría a Rusia o China.
La idea de una parte de los norteamericanos es tratar a Rusia de la misma manera que como EEUU trató a Cuba, Irán y Libia -aislarla, con la expectativa de que Rusia se doblegue. Pero, en cambio, Rusia es mucho más grande que Cuba o Corea del Norte, y China es aún más grande. Así que en lugar de simplemente rendirse al plan económico neoliberal estadounidense, han decidido que Estados Unidos los ha empujado a todos hacia un alineamiento defensivo mutuo. La diplomacia de EE.UU. ha provocado precisamente la unidad de Eurasia que se dispuso tratar de evitar.


Daesh (ISIS en árabe) es la Legión Extranjera de EEUU, Israel y las monarquías del Golfo
Bonnie Faulkner: Sí. Me gustó mucho en su paper un punto en que usted describió a algunos de los miembros del FMI como usando chalecos explosivos para hacer estallar esa institución. Me pareció que era una muy buena descripción.

Michael Hudson: Es, en efecto, como si Estados Unidos entrata en la reunión del FMI con un chaleco suicida y dijera: “queremos que el FMI sólo sirva los intereses de los Estados Unidos, no los intereses internacionales”. Así ha roto la ilusión del FMI como un mediador honesto para ayudar a estabilizar a los países.
La presión de EE.UU. ha cambiado radicalmente una serie de reglas. Una regla que he mencionado anteriormente es no dar créditos a un país que se niega a pagar sus deudas con otro gobierno. Esto no estaba formalmente en los artículos del Acuerdo del FMI. Pero lo que está en los artículos del FMI es que no se supone que tienes que prestar a un país que no tiene medios visibles para pagar el crédito. Eso se llama la regla del “No Más Argentinas”, aprobada después de que el FMI prestó dinero a Argentina en 2001 para pagar a sus tenedores de bonos. Argentina no tenía posibilidades de devolver esos malos préstamos.
El FMI rompió esta regla cuando dió créditos a Grecia después de 2010. Algunos miembros del personal abandonaron el FMI, al ver que sus análisis eran ignorados. La Junta del FMI se preguntó cómo se podría prestar ese dinero a Grecia para pagar a los bancos alemanes, franceses e ingleses y para rescatar a los tenedores de bonos sin ver cómo Grecia podría pagar.
El líder del FMI, Dominique Strauss-Kahn, desautorizó al personal y a estos miembros de la Junta mediante la creación de una nueva regla de “riesgo sistémico”. Esta regla permite al FMI violar los artículos del Acuerdo y prestar a cualquier país si el no pago de un préstamo amenzara con ser un riesgo sistémico para muchos países. En la práctica, el riesgo sistémico FMI es simplemente definir el pensamiento de que un tenedor de bonos podría perder más de un dólar. Eso podría bloquear la “confianza”. Así que con el fin de salvar de las pérdidas a los tenedores de bonos y a los bancos, la economía sería perjudicada por la deflación de las deudas. Por cierto, hace tan sólo unos días, el 29 de enero, el FMI revirtió esa regla, diciendo que no va a usar más esa excusa.
Otro elemento de los artículos del Acuerdo del FMI estipula que no se supone que debe prestar a un prestatario en guerra. Una razón obvia es que si un país está en guerra, especialmente una guerra civil que está bombardeando su sector exportador como Ucrania está haciendo ¿cómo puede obtener las divisas para pagar su deuda externa? La mayoría de las exportaciones de Ucrania fueron a Rusia. El ataque a Donbass y el este de Ucrania ha destruido esta industria de exportación.
El brazo fuerte de Estados Unidos en el FMI hizo que se le preste a Ucrania. Su directora gerente, Christine Lagarde, dijo que esperaba que Ucrania no gastaría el dinero en la guerra. Pero 1,5 mil millones de dólares fueron entregados al banquero cleptócrata Kolomoiski, que se fugaron de inmediato off-shore, pero usó el dinero doméstico para financiar un ejército anti-Donbass. Al día siguiente, el presidente Poroshenko dijo que ahora Ucrania podría permitirse el lujo de librar más guerra.
La cuarta regla del FMI que se ha roto es que no se supone que debe prestar a un país que tiene pocas posibilidades de llevar a cabo un programa de austeridad. Esto se llama una condicionalidad. Se trata de montar una excesiva oposición democrática. Ucrania está recortando las pensiones y esta imponiendo la austeridad, por lo que hay pocas posibilidades para el país de sobrevivir como una democracia. Los Estados Unidos básicamente han intervenido y han reconocido que están dejando caer la pretensión de respaldar democracias. En los años 1960 y 70 se apoyó dictaduras en América Latina, incluyendo el derrocamiento de Allende en Chile. Y ahora el FMI va a prestar a países en guerra, incluso cuando no pueden pagar, siempre y cuando hagan lo que los estrategas estadounidenses quieren. Pero no van a obtener préstamos para pagar a los bancos rusos o de los BRICs.


Bonnie Faulkner: Ahora, Michael, ya has empezado a responder a esta pregunta, pero tal vez podemos obtener una pequeña aclaración sobre esto. El Fondo de Riqueza Soberana de Rusia hizo un préstamo a Ucrania. Tú has aludido a esto. Este préstamo ruso estaba protegido por las prácticas del FMI para los préstamos, y los bonos fueron registrados bajo las reglas y los tribunales de Londres orientadas a los acreedores. Describe cómo las reglas del FMI y del Banco Mundial protegen la estructura original de las prácticas de préstamos soberanos de la post Segunda Guerra Mundial.

Michael Hudson: El FMI dijo que no sería un préstamo a un país que debe dinero o estaba en mora de un préstamo a cualquier gobierno que no negocia de buena fe el pago a los gobiernos extranjeros. Ucrania debía 3 mil millones de dólares al Fondo de Riqueza Soberana de Rusia -obviamente, una organización gubernamental. El préstamo de Rusia fue realizado en condiciones de favor, pero también tenía protecciones. Debido a que se trataba de un Fondo de Riqueza Soberana, se protegió mediante el registro del préstamo en Inglaterra. Ha habido un debate en Rusia sobre si Ucrania puede evitar pagarle a Rusia.
El año pasado, el Tesoro de EEUU tuvo una larga discusión con los abogados bancarios sobre cómo podría Ucrania entrar en default y aún así ser capaz de calificar para créditos del FMI. Pues bien, hemos visto la respuesta. Las reglas del FMI fueron cambiadas. Recuerde, la Unión Europea y los bancos internacionales por lo general no se unirán en un consorcio de crédito para un país si también el FMI no se une. El país deudor debe estar en buen estado con el FMI.
Pero ahora, en vez de proteger el sistema de préstamos entre gobiernos, el FMI sólo protege los préstamos a los gobiernos en la órbita de EEUU, no a los gobiernos que a los Estados Unidos no le gustan. En la práctica, eso significa nadie que no sigue las políticas neoliberales.
Básicamente los Estados Unidos trataron de eliminar la capacidad legal de Rusia de recuperar los 3 mil millones que Ucrania le debe. Hubo una discusión acerca de si Ucrania podría llamar odiosa a esa deuda, porque todo lo adeudado a Rusia se considera odioso desde que Obama llamó a Putin un cleptócrata y corrupto. Desde hace 50 años Estados Unidos ha concedido préstamos a dictadores descaradamente corruptos de América Latina, África y Asia, pero para él no son corruptos, de Pinochet a Tony Blair. Los EEUU están rompiendo el marco del derecho internacional.
Ucrania sabe que perderá cualquier intento legal por evitar el pago a Rusia en los tribunales británicos donde están registrados los bonos. Ese tribunal está muy orientado al acreedor. Pero, al menos, Ucrania puede obstuir su liquidación definitiva.
Ucrania y sus patrocinadores estadounidenses pueden pensar que con el petróleo ahora debajo de 30 dólares el barril y Rusia necesitando dinero, tal vez se puede hacer morir de hambre a Rusia para someterla a los dictados de Estados Unidos. Esto es una locura, porque Rusia, obviamente, no va a rendirse. Hace unos días el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, anunció que Rusia está reconsiderando su relación con Occidente. Es obvio que los Estados Unidos se oponen a los vínculos económicos entre Alemania y otros países europeos con Rusia. Por lo que Rusia está reconsiderando su relación con Europa. Si Europa actúa como si quisiera ser el estado número 51 de los Estados Unidos en lugar de empujar por sus propios intereses económicos, los rusos virarán hacia el este, hacia China y hacia los BRICs. ¡Muy lamentable! Podría haber sido una linda relación de mutua prosperidad.


Bonnie Faulkner: Usted ha tituló su artículo “El FMI cambia sus reglas para aislar a China y Rusia”, porque eso es lo que están haciendo. El propósito detrás de estos cambios en las reglas es aislar a China y Rusia. Ahora, ¿China y Rusia están o no cooperando con el FMI y el Banco Mundial?

Michael Hudson: Sí que están. El objetivo principal de la estrategia de EEUU desde el principio fue China. Durante tres años, Estados Unidos han estado discutiendo abiertamente cómo aislar China. No quieren ver a un gran poder potencialmente independiente. Está bien si la fuerza de trabajo china tiene bajos salarios para el suministro de Wal-Mart con exportaciones de bajo precio, pero no para que China se convierta en una potencia independiente.
China ha dado a los inversores y los importadores estadounidenses suficiente interés común para ejercer presión para evitar que el Gobierno de EEUU intensifique su Guerra Fría contra China. Pero Rusia no tiene mucha palanca para tentar a las formas Occidentales de hacerse rico, sobre todo desde que mandaron a Jodorkovski a la cárcel después de que intentó vender el petróleo de Yukos a Exxon. Eso habría tomado esencialmente el control del petróleo ruso sacándolo del patrimonio nacional, y probablemente figurando con poco ingreso de ventas y de exportación después de que los contadores de Exxon habrían hecho las estrategias fiscales creativas habituales que utilizan banderas de conveniencia y centros de banca offshore para no pagar los beneficios fiscales reportados.
China quiere lograr su parte monetaria en la cesta global de divisas del FMI. Quiere establecer al yuan en el mismo rango que el dólar para que sea posible evitar tener que depender de los bancos estadounidenses para su comercio de exportación, y sobre todo para la creación de crédito interno. Se quiere evitar lo que los liberales estadounidenses le hicieron a Rusia en 1992 y 1993. Convencieron a Rusia que su banco central necesitaba tener dólares estadounidenses como respaldo del rublo, su moneda doméstica. Dado que Rusia no tenía muchos dólares estadounidenses, el resultado fue una drástica deflación (“terapia de choque” sin ningún tratamiento), que culminó en desindustrializar Rusia.
No había ninguna necesidad de que Rusia tomara préstamos en una moneda extranjera para cubrir los gastos domésticos por su propia mano de obra e industria. El rublo se convirtió en una moneda satélite del dólar, y fue a estrellarse, en 1997, cuando el capital vólo hacia la libra esterlina y el dólar en un monto cercano a 25 mil millones de dólares cada año.
Eso es lo que China quiere evitar. Ellos quieren estar libres de la dependencia del dólar, a excepción de lo que necesitan para importar de los Estados Unidos o para defender la moneda contra los movimientos golondrinas. George Soros dijo que espera que el yuan se deprecie. Esa es una señal para que los asaltantes de divisas traten de aprovechar la tendencia bajista de la moneda china. Los chinos están tratando de liberarse de las interconexiones con la órbita del dólar, excepto para recibir los dólares que necesitan para importar cosas de los Estados Unidos – que supongo que no son tantas, a excepción de las películas.


Bonnie Faulkner: Usted mencionó cuatro de sus propias reglas que el FMI rompió cuando concedió créditos a Ucrania. Me pregunto si no le importaría explicar muy brevemente lo que son estas cuatro reglas rotas, de modo que la gente pueda tener claro en sus cabezas el por qué esto es un cambio tan radical.

Michael Hudson: Una regla es no prestar a un país que no tiene medios evidentes para pagar el préstamo. Esa es la regla de “No Más Argentinas”. Ya se rompió con el préstamo griego, con Strauss-Kahn introduciendo el vacío legal del “riesgo sistémico” para proteger a los bancos.
La segunda regla es no prestar a un país que repudia su deuda con acreedores oficiales, es decir, un país que no va a pagar lo que debe a otro gobierno. Esa regla hizo del FMI un ejecutor para el cartel de acreedores. Pero ahora es solamente un ejecutor en nombre de los acreedores favorecidos por EEUU.
La tercera regla es no prestar a un país en guerra. Ucrania está en guerra, en una guerra civil con el Este. Pero Donbass está respaldada por Rusia, por lo que está bien ahora.
La cuarta regla es no prestar a un país que no va a imponer las condiciones de austeridad del FMI, lo que convierte a los países en tan pobres que terminan en quiebra y tienen que vender sus recursos naturales y otros activos. El gobierno post-golpe de Ucrania casi no puede seguir las condiciones del FMI sin ser “echado fuera de la oficina”, pero mientras tanto se pueden vender los derechos de la tierra y de gas a Soros y Monsanto, por lo que está bien.
Estas cuatro reglas están ahora rotas. Ucrania aún no ha empezado a vender sus recursos naturales, y hay algún argumento para explicar porque los cleptócratas quieren aferrarse a ellos y hacer el mismo trato que sus homólogos rusos hicieron en los tempranos ’90: ellos quieren vender tal vez el 25% de su monopolio a los compradores de Estados Unidos, que las empresas figuren en los EE.UU. o en bolsas de valores británicos, que los compradores hagan subir los precios, y luego vender su 75% y cobrar el pago en Londres, Nueva York o donde sea. Lo importante es que van a tener los ingresos de las ventas fuera de Ucrania, dejando al país sin dinero en el banco, mientras que a causa de una enorme cantidad de remisión de beneficios por las tierras agrícolas y rentas económicas extraídas de la carreteras; gas y otras infraestructuras comenzarán a ser liquidadas.


Bonnie Faulkner: Usted dice que la controversia entre el este y el oeste es una filosofía de desarrollo. ¿En qué difiere el desarrollo en los dos sistemas?

Michael Hudson: La filosofía neoliberal estadounidense de desarrollo es un término orwelliano de la ausencia de desarrollo. Se invierte el desarrollo. El plan neoliberal es crear una sociedad post-industrial. Por “post-industrial” me refiero a una economía neo-rentista regresando al feudalismo. En lugar de gobiernos tomando la iniciativa y prestando servicios básicos a un precio bajo para redundar en una economía competitiva, los gobiernos neoliberalizados venden carreteras y energía, electricidad, agua y alcantarillado a compradores que van a cobrar lo que el mercado puede soportar. Esto va a empobrecer el país. Es lo contrario de lo que enseña la economía del desarrollo a través de la mayor parte del siglo 20.

Bonnie Faulkner: ¿Qué tipo de escenario han estado discutiendo durante más de un año los funcionarios del Tesoro y el Departamento de Estado de EEUU como una manera de oponerse a los préstamos de infraestructura de China y Rusia a otros países? Creo que Ud. empezó a hablar un poco acerca de esto ya.

Michael Hudson: Los Estados Unidos no se unieron al AIIB (Asian Infrastructure Investment Bank, por sus siglas en inglés; nota del traductor), y tratan de desalentar a otros países hacia esta unión. Había una gran presión cuando Inglaterra se unió al AIIB y otros países trataron de hacerlo. Los Estados Unidos esencialmente está tratando de crear una cortina de hierro de la órbita del dólar estadounidense contra los BRICs. Es una cortina financiera -no una cortina de hierro, sino una electrónica.

Bonnie Faulkner: ¿Escribió Ud. en su artículo que el FMI sigue adelante y da préstamos a los países y les dice que no tendrían que pagar sus créditos a China o Rusia pero aún podrían pedir un crédito al FMI?

Michael Hudson: El FMI no vino abiertamente a decir a los países que no tienen que pagar. El problema es que tiene que ser un tribunal internacional. Tiene que ser un vehículo de ejecución. Por ejemplo, usted tiene una gran cantidad de fondos buitres que afirman que la Argentina les debe dinero de sus bonos, pero hasta ahora no han sido capaces de cobrar ese dinero. Ellos fueron capaces de obtener que Ghana arrebatara uno de los barcos escuela argentinos, pero porque era propiedad del gobierno el país fue obligada a liberarlo.
Supongamos que un país debe dinero al gobierno u organismo oficial de otra nación. ¿Cómo pueden cobrar los acreedores, a menos que haya un tribunal internacional y un sistema de aplicación? El FMI y el Banco Mundial eran parte de ese sistema de aplicación y ahora están diciendo: “Nosotros no vamos a ser más parte de eso. Sólo estamos trabajando para el Pentágono y Departamento de Estado de EEUU. Si el Pentágono le dice al FMI está bien que un país no tiene que pagar a Rusia o China, entonces ahora no tienen que pagar, por lo que al FMI se refiere”.
Esto deshace el orden global que se creó después de la Segunda Guerra Mundial. El mundo se ha dividido en dos mitades: la órbita del dólar estadounidense, y los países que los EEUU no pueden controlar y cuyos funcionarios no están en la nómina de EEUU, por así decirlo.


Bonnie Faulkner: Usted describe esto como un “cambio tectónico, geopolítico, que se enemistó con todo el poder de una inquisición del Siglo Estadounidense”. ¿Qué quiere significar por inquisición?

Michael Hudson: Juego sucio. El presidente Obama ha dicho que no vamos a invadir otro país, porque ningún país es realmente capaz de movilizar suficientes tropas sin crear una crisis económica y política nacional. Su alternativa es concentrarse en el asesinato. Eso es lo que Estados Unidos ha hecho desde hace mucho, en Chile bajo Nixon/Kissinger y en Guatemala y Nicaragua bajo Reagan.
O más simplemente, sobornar a otros gobiernos para conseguir en los países extranjeros la promoción de personas que trabajan para los Estados Unidos. Usted quiere asegurarse de que, en Inglaterra, por ejemplo, alguien como Tony Blair se convierta en primer ministro, el que hará cualquiera cosa que le sea dictada por los EEUU, usted quiere asegurarse que si un país trata de ser independiente, como hizo Chile, Ud. llega y mata al presidente. Si usted tiene países que quieren la reforma agraria, lanza la Operación Cóndor y mata a 10 mil profesores, reformistas agrarios y líderes sindicales. En esencia, se trata de una política terrorista.
Por último, se utiliza a ISIS y al-Nusra como una Legión Extranjera de los EEUU y se los envía a cualquier país que Estados Unidos quiere aplastar y arrebatar.


Bonnie Faulkner: Usted escribe: “tenemos el capitalismo norteamericano del Pentágono con burbujas de deterioro financiero en una economía rentista polarizada y un resurgimiento del imperialismo pasado de moda. Si y cuando viene un alivio, éste no será marginal, sino un cambio geopolítico sísmico”. ¿Cuáles son sus pensamientos sobre la emergente desintegración del sistema financiero global dolarizado de la post-Segunda Guerra Mundial? ¿Como terminará siendo esto?

Michael Hudson: Otros países tratarán de hacerse ricos de la misma forma que Estados Unidos trató de hacerse rico: promoviendo la prosperidad, un mercado interno, mediante el subsidio a la investigación y desarrollo al igual que los Estados Unidos ha subsidiado alta tecnología. Y, van a tratar de evitar la búsqueda de rentas -para prevenir privilegios especiales, sean éstos privilegios de patentes o propiedad de los sistemas de televisión por cable. El objetivo es prevenir súper ganancias o renta económica -ingresos no ganados.
Usted quiere que la gente sea capaz de ganar de una manera que refleje su contribución efectiva a la producción, y desea elevar el estatus del trabajo. Quieres educar a tu fuerza de trabajo para que sea una moderna fuerza de trabajo tecnológica.
Todo esto conlleva subsidios del gobierno, y por lo tanto una economía mixta de los sectores público y privado en el que los gobiernos pagan por la mayor parte de los costes de infraestructura con el fin de ayudar al sector privado a competir mejor.
Así que otros países pueden hacer lo que hicieron los Estados Unidos desde su guerra civil. Ellos serán proteccionistas, van a tratar de mejorar la calidad de su producción, y también mejorar la calidad de su agricultura. Promoverán la industria de alta tecnología, la salud pública y las necesidades básicas a un bajo costo público. Esto se lograría con lo que la socialdemocracia se propuso lograr en el siglo pasado en la Era Progresiva. Ese es el camino que Estados Unidos y Europa han rechazado ahora.


Bonnie Faulkner: En su artículo usted escribió que el resultado es “dividir el mundo entre los economías pro-EEUU, de tendencia neoliberal, y las economías que mantienen la inversión pública en infraestructura y lo que solía ser visto como el capitalismo progresista”.

Michael Hudson: Creo que cuando la Unión Soviética se desintegró y Rusia y otros países invitaron asesores estadounidenses, tenían la impresión de que estos liberales iban a ayudar a su desarrollo de la misma manera que Estados Unidos se desarrolló y se convirtió tanto en una próspera y productiva como economía industrial, como los Estados Unidos.
Lo que los rusos no se dieron cuenta fue que los Estados Unidos no tenían intención de ayudarlos a hacerse ricos de la forma en que Estados Unidos lo hizo. Los asesores estadounidenses llegaron para aplastar y arrebatar. Ellos desindustrializaron Rusia, así como a los países del Báltico, y arrancaron los enlaces de conexión de la antigua Unión Soviética. El efecto era convertir a Rusia de nuevo en un proveedor de materias primas.
El resultado fue no sólo la pobreza, sino la emigración masiva. Letonia, por ejemplo, es aplaudida como un “milagro Báltico”, como si se tratara de una historia de éxito. El milagro es que los salarios han disminuido de manera constante durante la última década, lo que condujo de un 10 a un 20% de la población a emigrar -principalmente la población en edad de trabajar. Lo mismo ocurrió en Rusia. Gran parte de sus ingenieros con formación técnica y otros se fueron para Estados Unidos y ayudaron a la industrialización en Norteamérica. La neoliberalización de Rusia no ayudó a que se convierta en más próspera. Pero hizo a los inversores estadounidenses muy ricos por un tiempo.


Bonnie Faulkner: ¿Qué hay de los paquetes de créditos del FMI a Grecia después de 2010? ¿Son una instancia de la ruptura del FMI de sus propias reglas?

Michael Hudson: Eso fue cuando se produjo el debate dentro del FMI, durante la regla de “No Más Argentinas”. No se suponía que el FMI iba a prestar a un país que no tenía capacidad visible para pagar. Eso es a lo que apunta mi libro Matar al anfitrión. Tengo tres capítulos sobre Grecia como un ejemplo de cómo, en el pasado, el FMI sólo destrozaba los países del Tercer Mundo, sobre todo, en nombre de las empresas extractivas de Estados Unidos y otros exportadores. Grecia fue el primer país europeo al que el FMI llegó, en forma explícita, para romper, con el fin de privatizarlo. Tengo un capítulo sobre Letonia también, que trata y aborda sobre el tema de matar al anfitrión.

Bonnie Faulkner: Usted escribe que Dominique Strauss-Kahn respaldó la línea dura de la posición de los bancos centrales de EEUU y Europa respecto de Grecia. También lo hizo Christine Lagarde en 2015, anulando las protestas del personal.

Michael Hudson: El personal del FMI se había opuesto a los préstamos a Grecia, ya que no podía pagar. Pero entonces Strauss-Kahn se reunió con el presidente francés Sarkozy y dijo que quería postularse para la presidencia francesa. Sarkozy le dijo que no podía ser un político de éxito en Francia si, como jefe del FMI, dejaba que Grecia cayera en default por sus bonos. Los bancos franceses habrían sufrido si el FMI no los sacaba del apuro.
A continuación, el presidente Obama se dirigió a la reunión del Grupo de los Veinte, después de que Tim Geithner, el secretario del Tesoro, había estado en el teléfono con Europa, y dijo que si Grecia no paga a los tenedores de bonos de Francia y Alemania, los bancos estadounidenses habían hecho enormes apuestas y se vendrían abajo -y así sucedería con grandes bancos europeos que eran contrapartes. Así que a pesar de que Strauss-Kahn sabía que Grecia no podría pagar, todo el sistema se deprimiría- es decir, los bancos estadounidenses perderían. Obama y Geithner dijeron que el FMI no podía permitir que los jugadores estadounidenses pierdan en las apuestas que habían hecho en esta carrera de caballos financiera. Se consideró preferible romper Grecia, incluso si esto significaba romper Europa. Esa fue la solución de compromiso: los bancos versus la economía griega.
Esa es la gran asimetría de la postura egoísta de EEUU. Es la codicia desnuda. Están dispuestos a aplastar al FMI, Grecia y la integración europea sólo para que Goldman Sachs y los bancos de Wall Street, que habían hecho apuestas a que Grecia debe pagar, no soportaran pérdidas.
Eso llevó a la cabeza de la sección europea del FMI a renunciar. Ésta fue a Canadá, creo, y los canadienses publicaron allí su denuncia de irregularidades. Se destruyó la credibilidad del FMI incluso antes de la crisis de Ucrania.


Bonnie Faulkner: Usted ha escrito que la razón para romper la economía de Grecia era disuadir a Podemos en España y movimientos similares en Italia y Portugal desde la búsqueda de la prosperidad nacional hacia la austeridad de la zona euro. ¿Cree que fue un componente importante?

Michael Hudson: Eso es ciertamente lo que el Banco Central Europeo dijo que era crítico. Ellos dijeron: “No podemos permitir una victoria de Syriza”, y el ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis, confesó que se le dijo durante una reunión con el FMI y los europeos que la democracia no importa. No importa por lo que la gente votó. A Grecia se le dijo que debe pagar las deudas que sus gobiernos corruptos anteriores habían acordado.
El Financial Times y casi toda la prensa internacional ha señalado que si la deuda de Grecia fue renegociada para salvarla de la ruina, el FMI y el resto de la troika de la UE tendrían que renogociar las deudas de Italia, España y Portugal. Todo el sistema de cobro de deudas lo seguiría. Así que, o la troika podría salvar a los bancos o salvar la economía. Ellos dijeron, “salvar a los bancos, no a la economía”.
Eso es también lo que el presidente Obama hizo en los Estados Unidos cuando rescató a los bancos en 2008. Él no anotó las deudas o quebraban los bancos. Es por ese tema por lo que Bernie Sanders está batallando en la actualidad.
Así que esencialmente la órbita EEUU dice, “salvar a los bancos, no a la economía”. El problema es que el volumen de la deuda financiera crece exponencialmente. Cualquier tipo de interés es un tiempo de duplicación. Por lo que la deuda va a crecer y crecer exponencialmente. Eso obliga a los países deudores a imponer más y más austeridad. Y cada economía que se impone esta austeridad va a comportarse como Rusia o Letonia o Grecia. Va a haber emigración, un descenso en la tasa de natalidad, un aumento en la tasa de mortalidad y propagación de las enfermedades. Va a ser un mercado cada vez más comprimido en tanto la economía del deudor está desgarrada.
La lucha de nuestro tiempo es sobre si se debe salvar a los bancos o a la economía. Al final, los bancos no pueden salvarse porque la mayoría de las deudas son impagables. La posición de los Estados Unidos es, en efecto, “puede ser impagable con las actuales utilidades y actuales exportaciones actuales, pero todavía hay espacio para pagar si usted vende a los acreedores lo que es de dominio público”.
Así que lo que estás teniendo ahora es un vasto proceso de ejecución global. Los acreedores y tenedores de bonos están, en efecto, ejecutando el cobro en forma de carreteras nacionales, sistema de transporte, comunicaciones, sistemas de agua y alcantarillado, y de infraestructura similar. A esto le llamo neo-feudalismo. Es hacer retroceder el capitalismo industrial. Es hacer retroceder la expansión en los mercados, la imposición de la contracción económica y el neo-feudalismo. Eso es lo que es una economía rentista. Es una economía de extracción de renta, una economía que no obtiene ganancias mediante mayor producción y la contratación de mano de obra para producir y expandir la economía. Es el reverso de la dinámica del capitalismo industrial como todo el mundo lo pensó un siglo atrás.


Bonnie Faulkner: Michael Hudson, muchas gracias.

Michael Hudson: Bueno, siempre es muy grato estar en tu programa y me alegro de que estés de vuelta, Bonnie.

Bonnie Faulkner: He estado hablando con el Dr. Michael Hudson. El programa de hoy ha sido: la nueva guerra fría financiera global. El Dr. Hudson es un economista de las finanzas e historiador. Él es el presidente del Instituto para el Estudio de Tendencias Económicas de Largo Plazo, un analista financiero de Wall Street y Profesor Distinguido de Investigación de Economía de la Universidad de Missouri, Kansas City. Su libro de 1972, “Super-imperialismo: la estrategia económica del Imperio Norteamericano”, es una crítica a la forma en que Estados Unidos explota las economías extranjeras a través del FMI y el Banco Mundial. También es autor de “Comercio, Desarrollo y Deuda Externa y el Mito de la Ayuda”, entre muchos otros. Su último libro es “Matar al anfitrión: cómo los parásitos financieros y la deuda destruyen la economía global”. El Dr. Hudson actúa como un asesor económico de los gobiernos de todo el mundo, incluyendo Islandia, Letonia y China, en finanzas y derecho fiscal. Visita su sitio web en Michael-Hudson.com.

“Pistolas y manteca” es producido por Bonnie Faulkner, Yarrow Mahko y Tony Rango. Visítenos en gunsandbutter.org para escuchar programas anteriores, comentar espectáculos, o unirse a nuestra lista de correo electrónico para recibir nuestro boletín de noticias que incluye espectáculos recientes y actualizaciones. Correo electrónico a faulkner@gunsandbutter.org. Síguenos en Twitter en #gandbradio.

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