(Tomado de Facebook de la Boli Lescano) En homenaje a la memoria del Comandante Ernesto Che Guevara, a 55 años de su caída en combate el 8 de octubre de 1967, el viernes 7 de octubre se realizó en un salón en el barrio de Once, en el marco de la iniciativa de crear una universidad de la economía popular, la charla-debate “Neoliberalismo y Poder en América Latina”.
Organizado por las Asambleas Populares “Tierra Vivienda y Trabajo”, el Centro Cultural “Azucena Villaflor”, la Columna “Boli Lescano”, la Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires, la Federación Nacional Territorial (CTA-A), y con la participación de más de cien compañeros, el panel estuvo integrado por Jorge Abasto Barone, militante de la Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires y de las Asambleas Populares Tierra, Vivienda y Trabajo; Néstor Rojas, integrante de la Conducción Nacional de la CTA-Autónoma, militante revolucionario e integrante del PRT-ERP en los años ‘60 y ‘70 del siglo XX; y Leonardo Del Grosso, integrante de la Columna Boli Lescano.
Durante las intervenciones y el debates se destacaron diversos conceptos y planteos, a saber:
-El neoliberalismo es una categoría que a primera vista se relaciona
con lo económico, pero en realidad está íntimamente relacionada con la
cuestión del poder.
-En realidad nada de lo económico está desligado de la cuestión del poder, sino que es resultado de ello.
-Así, el neoliberalismo es consecuencia de importantes cambios que
ocurrieron en la relación de fuerzas internacional hacia las últimas
décadas del siglo pasado, de los que la desintegración de la Unión
Soviética es el punto más significativo.
-Siendo la propiedad un
atributo del poder, el estado de la relación de fuerzas impacta
directamente sobre la estructura de la propiedad de los medios de
producción, sobre el nivel de intensidad de la explotación de los
trabajadores y el pueblo en el capitalismo, y sobre el nivel de saqueo
por parte de las fuerzas imperialistas.
-Tanto en Argentina como en
Latinoamérica esto significó endeudamiento usurario, privatizaciones de
las empresas y bienes estatales, flexibilización del trabajo asalariado,
concentración del capital, reprimarización de las economías de las
naciones colonizadas.
-Revertir esa realidad de expoliación del
pueblo no es una tarea económica, sino fundamentalmente política:
únicamente con el Poder Popular es posible cambiar las estructuras de
propiedad, donde hoy se llega al extremo de que las 600 familias más
ricas del mundo concentran tanta propiedad como casi la mitad de la
población mundial.
-De la misma manera, la industrialización, que
requiere acumulación de capital invertido en suelo patrio, sólo se
logrará como resultado de una lucha de poder.
-En este marco, la
economía popular bien puede ser un entretenimiento para distraer al
pueblo de la cuestión de la construcción de poder revolucionario, o bien
puede ser, por el contrario, entendida como una apoyatura en un poder
popular que sólo mediante la confrontación con quienes quieren someterlo
va abriendo el camino.
-El Che Guevara realizó su especial y
superlativo aporte en todos los planos de la integralidad de la
resistencia antiimperialista: tanto en el plano de la construcción de
una economía socialista y en el plano de la conceptualización de las
relaciones sociales en el Socialismo, como en el plano de la
construcción de poder combatiente para conquistar los derechos del
pueblo.
-Como ejemplo de la relación entre lucha popular y realidad
económica, el “guerrillero heroico” describió como “reformador social”
al luchador revolucionario el que, al mismo tiempo que avanzaba el
Ejército Rebelde, iba concretando la reforma agraria.
-En este
sentido el Che enfatizó que la motivación de la voluntad humana, en
todos los campos: en el trabajo y la producción, en el estudio, en la
lucha, debe ser el altruísmo, y no el egoísmo que caracteriza a las
relaciones de producción capitalistas.
-La única forma de que un pueblo sea respetado es confrontando con quienes lo oprimen.
-La forma en que un pueblo tiene poder fáctico es en su enfrentamiento con quienes pretenden someterlo.
-Tener siempre presente lo que destacó el Che: “en el imperialismo no se puede confiar ni un tantito así, ¡nada!”.
-Saber que el imperialismo es esencialmente traicionero no significa
que no se puedan tener conversaciones y hacer determinados acuerdos,
pero nunca se puede dejar de tener presente este axioma del Che, porque
el Imperio nunca cumple un acuerdo, sólo “cumple” lo que se ve obligado a
cumplir por imposición de las circunstancias creadas por el poder
antiimperialista.
-En nuestra Patria la tarea fundamental es luchar
sin resquemores y es propender a la unidad de los que luchan, ya que
sólo quien lucha es motor que conquista derechos y tracciona al pueblo.
-Más allá de los nombres que se proponen para lograr esa unidad, es
objetivo que hay muchas voluntades enfocadas en un objetivo muy similar
pero por ahora marchando sin una unidad correspondiente.
-Sobre la base de la indeterminación en el campo del pueblo, la derecha imperialista avanza.
El ejemplo del Che siempre es y será siempre un mandato de resistencia antiimperialista, una orden de lucha, un legado revolucionario. Después de que cayera en la lucha el guerrillero heroico, la Revolución Cubana continuó su camino indoblegable, soportando un bloqueo de más de sesenta años que hoy continúa recrudecido, aportando solidaridad internacionalista de los cubanos a otros procesos de liberación que la requirieron, escribiendo páginas de insuperable gloria en la lucha anticolonial en otras tierras del mundo, brindando la generosidad de las brigadas de médicos salvando cientos de miles de vidas...
Rememorar al Che nos exige, nos obliga a superarnos, a vencernos a nosotros mismos, a vencer las debilidades, a ser cada día más fuertes. Fidel dijo del Che que en todo caso podría ser igualado, pero superado jamás.
Al finalizar el debate se reprodujeron palabras del Che Guevara en su mensaje de 1964 a la ONU.
Sin dudas que mucho más podría decirse y reflexionarse en razón de recordar a este extraordinario profeta de los pueblos, lo cual superaría con creces los tiempos previstos para la actividad. En el atardecer la charla-debate terminaba. En la eternidad, el ejemplo del Che vive para siempre y nos guía.
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