cuando CFK anuncia su triunfo (escamoteado) en PASO 2017 |
Pero esos votantes contra Cambiemos tienen diferentes representantes. Muchos son genuinos y otros son tramposos. Éstos últimos ya han demostrado quienes son. Son los que han ayudado a Macri a aprobar sus leyes antinacionales y antipopulares en todo este tiempo desde que asumió, porque parece que se olvida el detalle de que Macri está en minoría en las cámaras del Congreso. Es gracias, fundamentalmente, a los autodenominados “peronistas” que traicionan la doctrina de Perón, que Macri pudo ir imponiendo el re-endeudamiento externo, la designación de jueces afines, la estafa a los jubilados que se llama “reparación histórica”, y etc., etc., etc. Es irritante tener que refrescar la memoria histórica con el concepto de que la doctrina peronista es nacionalista, está contra la usura internacional, contra el FMI, a favor del mercado interno, por la protección de la industria nacional, por la defensa de los derechos de los trabajadores, por la soberanía nacional… Entonces ¿cómo puede llamarse peronista quién hace lo contrario de la doctrina del fundador y máximo conductor del movimiento?
Por esta razón, gracias a los tránsfugas disfrazados de peronistas, en Octubre muchos de los que votan contra el ajuste y contra Macri, en realidad votarán por Macri creyendo votar en su contra, por el hecho de que sus representantes son traidores más o menos claros, más o menos evidentes (sea porque su principal función sea fragmentar el voto que podría concentrarse en la más genuina opositora al gobierno, que es CFK, o sea porque directamente seguirán siendo socios en el cogobierno de la gestión cipaya), pero sin embargo serán elegidos por un discurso -mentiroso- de (falso) distanciamiento y oposición contra Macri.
CFK es la esperanza |
¿Y por qué se puede decir que la principal opositora de Macri es CFK, a pesar de que una gran parte de los traidores que cogobiernan el plan antipatriótico provienen del Partido Justicialista-Frente para la Victoria? Se puede afirmar eso porque Cristina Fernández de Kirchner, cuando fue presidenta, tomó muchas decisiones políticas de corte nacionalista y contrarias al establishment del “Estado profundo” al que pertenecen esos “peronistas” que, por oportunismo, no sacaron los pies del plato durante el Ejecutivo de Cristina pero conspiraron de manera permanente contra ella y que son una gran parte de la explicación de la derrota (negativa de Randazzo a ser candidato a gobernador en 2015 y sabotaje encubierto de por medio en las elecciones) de Scioli de 2015. Se puede afirmar eso porque Cristina apuntó contra la SIDE de Antonio Stiuso, verdadera agencia proxy de la CIA y el Mossad en Argentina (la “operación Nisman” es una de las tantas operaciones que estos diabólicos abyectos descargaron sobre Cristina). Se puede afirmar eso porque CFK crea Unidad Ciudadana no sólo para enfrentar la trampa de unas internas manipuladas en un (operado por Macri y “la embajada”) Partido Justicialista que llegó, en su momento, a ser el sostén de un cipayo monumental como Carlos Menem, sino también para, justamente, tomar distancia de una manera de hacer política arribista, oportunista y traidora, donde lo que abunda es el acomodo y lo que no existe es el patriotismo. Se puede afirmar eso porque CFK tomó claramente distancia, y se diferenció políticamente, de todos aquellos que votaron las leyes que le permiten a Macri ejecutar su plan antinacional. Se puede afirmar eso porque CFK se manifestó claramente por revisar, para impugnar, el nuevo endeudamiento con que hoy Macri está hipotecando una vez más la Argentina. Por supuesto, si a CFK se le pide todo, y ya mismo, indudablemente que no sacará “aprobado”, pero lo importante no es dejarse conducir por el maximalismo, por la exigencia maliciosa, sino mirar el sentido de sus decisiones y la dirección de sus virajes. Recordemos que Argentina, durante el kirchnerismo, salvo su participación en los circos sionistas contra Irán en las Naciones Unidas y los votos oportunistas en ciertas ocasiones contra Siria, tuvo una política que, claramente, al promover el multipolarismo, fue profundizando su contradicción con los deseos del imperialismo anglosionista. Los anglosionistas querían librecomercio; Argentina ejercía el proteccionismo. Los anglosionistas querían Alianza del Pacífico y tratado de Libre Comercio Mercosur-Europa, la destrucción de la Unasur y la CELAC y el aislamiento a Venezuela y el ALBA; Argentina hacía lo contrario. Los anglosionistas querían que Cristina les pagara a los buitres; Argentina promovió en las Naciones Unidas un marco referencial de renegociación de deudas soberanas. Los anglosionistas pretendían que se redujera el gasto público destinado al pueblo argentino y se redujeran los impuestos a los ricos; Argentina aumentaba el gasto público destinado al pueblo argentino y mantenía los impuestos que los ricos pretendían eliminar. Los anglosionistas pretendían seguir fugando divisas y evadiendo impuestos; Argentina colaboraba con las investigaciones internacionales contra los paraísos fiscales y disponía medidas de control de las divisas para evitar su fuga. Los anglosionistas pretendían que no hubiera ni ciencia ni empresas del Estado nacional; la Argentina avanzaba en el sentido de darle cada vez mayor protagonismo al Estado. Y así podemos seguir con muchas otras medidas, y que van más allá de lo económico, como por ejemplo el impulso a los juicios a los cipayos genocidas, o las reformas de los códigos penal, civil, de procedimientos, y las reformas orgánicas del Poder Judicial con las procuradurías y el aumento de los derechos de los fiscales y querellantes, las mejoras de las políticas carcelarias, etc., etc., además de la ley de medios, y etc., etc., todo en contra de los deseos del imperio anglosionista. Indudablemente que hoy, cuando todo está siendo destruído por Macri y los traidores que colaboran con él, todo eso que acabo de enumerar adquiere más valor. No es todo lo mismo: aunque podamos englobar tanto a Macri como a CFK como expresiones de la “política burguesa”, tienen políticas y programas totalmente diferentes. No es lo mismo la vocación de “capitalismo nacional” que Néstor Kirchner manifestó cuando asumió en 2003, que este capitalismo desregulado en favor del capital financiero anglosionista para la depredación ilimitada de las riquezas naturales del país y la explotación absoluta del trabajo de los argentinos.
Entonces la polarización real es entre los patriotas y los cipayos, o sea, entre el kirchnerismo (peronismo genuino y fiel a la doctrina de Perón) y el macrismo. La cuestión es que del lado de los votos opositores al macrismo hay mucho cipayismo disfrazado cuya función es, justamente, desvirtuar el voto contra el ajuste y estafar su sentido, tal como hizo Macri en relación a sus promesas de 2015. Considerando esto es que cobra más importancia el voto a CFK, ya que es el voto que tiene el mayor significado opositor, por estar respaldado por una persona que demostró decisión y valentía desde la primera magistratura del país, decisión y valentía afectando (hasta cierto punto, pero suficiente para ser intolerable) los intereses de la oligarquía que hoy está entronizada con Macri en el poder.
En estos casi dos años de gestión de Macri pasaron muchas cosas y Randazzo, por ejemplo, no abrió la boca. Se quedó calladito y tranquilito mientras Macri destruía todo a gran velocidad. Esta actitud de Randazzo no expresa más que una torva despolitización (él es el que no habla, sólo “cumple”), como la de la hiena que espera su oportunidad. Con sólo salir a la cancha su impacto es contra Cristina, no contra Macri, porque disputa en el mismo espacio que ella. Y si realmente tiene un espíritu constructivo, entonces que decline de presentarse en Octubre, porque ya las PASO dejaron claro que no tiene ninguna chance. Pero no: sus mandantes (¿estará extorsionado por algún “carpetazo” de la SIDE de Stiuso?) lo necesitan compitiendo contra Cristina, para rebajar la performance de Unidad Ciudadana.
si Randazzo no se hubiera bajado hoy Scioli sería presidente |
Sergio Massa, directamente, además de buchón de la embajada yanki por lo menos desde los tiempos de Néstor Kirchner (así los demostraron los “Argenleaks”), resulta en la manifestación del oportunismo más rampante y de los más burdos posicionamientos filo-fascistas. Y por si se duda de su cipayismo, ahí está su reciente proselitismo acompañado del yanki Rudolph Giuliani. Massa es el chanta del bar, con aspecto algo prolijo, hablando de política con cara de importante, mezclando la biblia con el calefón, resultando el cobarde que actúa de capo, tipo Etchecopar, que mezcla todo en una ensalada indigesta y perversa.
el "peronismo" que usa USA |
Considerando todo el aparato que CFK debió enfrentar (aparato del Estado, de los medios de comunicación, de los jueces venales, etc.) en todo este tiempo, es verdaderamente una proeza que haya logrado los guarismos que obtuvo, aún considerando como válidos las resultados artificialmente disminuidos debido a las diferentes manipulaciones que operó el macrismo para desdibujar el peso electoral objetivo de Cristina.
Los oligarcas tienen miedo. Tienen que hacer el acting de que “ganamos”, como para poder convencerse de que están fuertes. CFK les genera mucha inseguridad. Saben que ese “cambio cultural” que Macri pretende, que es la desperonización del peronismo, que es que el peronismo termine por ser sólo ese “peronismo” de pitucos que, con muecas de chetos ignorantes, hablan de la Historia Peronista como mercancía de su comercio político; y que es que el peronismo de Evita, ese peronismo insurrecto en serio, con perfil nacionalista revolucionario, se vea reducido a su menor expresión posible; ese “cambio cultural”, decía, no terminará de producirse si CFK no es derrotada de manera contundente y definitiva. CFK es la semilla que tiene capacidad germinativa latente, que tiene poder, larvado, de hacer renacer el nacionalismo en su mayor potencialidad. A esa posibilidad le tienen terror. Y nada más y nada menos que todo eso es lo que está en juego.
La lucha sigue, y hay que redoblar fuerzas. A pesar de las maniobras de fraude pendiendo sobre las elecciones, en Octubre tenemos que reventar de votos las urnas con votos kirchneristas. Respecto del fraude, el macrismo tiene sus serios problemas operativos, propios de una fuerza de su tipo. No nos olvidemos que una cosa es pensar una maniobra o dar una orden, y otra es ser capaz de ejecutarla, y de ejecutarla bien. Descuento que el fraude electoral siempre fue un plan en marcha, por que todo es fraude en ellos (es fraude su cara, sus gestos, sus palabras, su moral, su accionar, su “argentinidad”, sus medidas de gobierno). Todo está invertido en la esquizofrenia clasista propia de la política imperialista.
Argentina colonia, el "cambio cultural" que Macri desea |
Dependerá de ellos y de nosotros, con nuestra lucha y militancia, que dicho plan de fraude se pueda concretar con éxito o que salga de la peor manera, totalmente distinta de la que pergeñaron sus perpetradores. El resultado de la lucha nunca depende de una sola de las partes, sino que siempre es producto del accionar simultáneo, inevitablemente entrelazado, de los enemigos en pugna. Siempre se trata de la fortaleza moral del movimiendo nacional, popular y revolucionario, contra la debilidad de la fe farisea de los mercaderes del templo. En las próximas elecciones es fundamental hacer fracasar sus planes. Ya lo que sucedió en las PASO, con las manipulaciones y los fraudes, se les está volviendo en contra, de a poco, pero de manera constante. La estructuración de los macristas es frágil… frente a un movimiento coherente de lucha, su esquizofrenia hará crisis.
Leonardo Del Grosso