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sábado, 18 de junio de 2022

1821 - 17 DE JUNIO - 2022 - AL TITULAR DEL MINISTERIO DE DEFENSA Y A LOS Y LAS INTEGRANTES DE LAS FUERZAS ARMADAS ARGENTINAS, EN UN NUEVO ANIVERSARIO DEL ASESINATO DEL GENERAL MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES

Lo que sigue es el mensaje al titular del Ministerio de Defensa y a los y las integrantes de las Fuerzas Armadas Argentinas en un nuevo aniversario del asesinato del General Martín Miguel de Güemes, redactado por un conjunto de organizaciones, promovido con una radio abierta el 17 de junio frente al Edificio Libertador (sede del ministerio de Defensa) e ingresado en mesa de entrada del Ministerio de Defensa el 22 de junio de 2022.


El viernes 17 de junio estuve participando de una radio abierta frente al Edificio Libertador, sede del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Allí leímos el mensaje que reproduzco más abajo, recorrimos suscintamente el significado del ejemplo del General Martín Miguel de Güemes y escuchamos canciones alusivas a este gran prócer nacional, del que tanto debemos aprender.
También repartimos el mensaje a los efectivos que estaban de guardia en el edificio.
Hacía frío y viento, pero seguramente una caricia tibia en comparación con el frío y el viento que sufrieron nuestros queridos soldados de Malvinas durante la guerra. Había que estar allí ese mismo 17 de junio, día en que ese enorme patriota llamado Martín Miguel de Güemes fuera asesinado hace 200 años por los sicarios del Imperio Español.

A continuación, el texto completo del mensaje:

A poco más de dos siglos del asesinato de Güemes por lo sicarios del Imperio Español, es menestar que todo patriota y, en especial, los hombres y mujeres a los que el pueblo argentino ha conferido la responsabilidad explícita e institucional de defenderlo con armas, el reflexionar profundamente para no ser instrumentos que, disfrazados con la bandera nacional, como ha sucedido tantas veces en nuestra Historia, terminen apuñalando por la espalda al propio pueblo al que se deben y del cual surgen esos mismos hombres y mujeres.

Lo primero: ¿quién es el enemigo?

Sin lugar a dudas, el actual enemigo de Argentina es Estados Unidos, la OTAN y el Estado de Israel, y las oligarquías locales antinacionales.

Quien no quiera ver quiénes son los que nos usurpan las Islas Malvinas y demás territorios del Atlántico Sur, quien no quiera ver quienes son los magnates y millonarios sionistas, yankis, británicos, israelíes, saudíes, cataríes, japoneses, autralianos, etc., etc., todos entremezclados en las superestructuras del capital financiero, que se adueñan de los territorios en toda la Argentina, quien no quiera ver cuáles son los estados que nos han robado históricamente, los estados usureros que han pergeñado la estafa de la “deuda”, es un cómplice de estos enemigos y un traidor a nuestra Patria.

Los estados y organizaciones nombrados son los principales promotores del terrorismo, las masacres, la mentira, el narcotráfico y la guerra biológica en el mundo, como surge claramente de todas las evidencias nacionales e internacionales.

El actual enemigo de la Argentina no es la resistencia de pueblos originarios que han sido oprimidos y masacrados históricamente. Ése es un enemigo inventado para que los cobardes tranquilicen su indigna inconsciencia, en vez de enfrentarse a los verdaderos enemigos, que son Estados Unidos, la OTAN y el Estado de Israel.

Hechos concretos (entre tantos...)

-En la Provincia de Neuquén y sobre la autovía Norte, a escasa distancia del Aeropuerto de la capital y en inmediaciones al yacimiento de hidrocarburos de Vaca Muerta, se está terminando de construir, de manera ilegal, sin que exista siquiera un expediente administrativo y con el desconocimiento del Ministerio de Defensa del actual gobierno nacional (según manifestó formalmente el ministro del área), un complejo edilicio que albergará a militares de EE.UU., del Comando Sur del Ejército de ese país. Ese complejo se enmascara bajo la figura de “ayuda humanitaria”.
Hay sobrada experiencia e información de que en los lugares en los que se establecieron fuerzas militares de ese país reinó la violencia, la destrucción, el desplazamiento humano, las luchas fraticidas organizadas por estos enemigos de nuestra Patria.
La intervención militar yanki tiene que ver con la existencia de recursos naturales/bienes comunes de los pueblos. Sus objetivos apuntan a poseerlos y controlarlos.
La cúpula dirigente de EE.UU, empresarial, financiera, política, del complejo industrial-militar, no tolera nuestra soberanía ni el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Quieren ser los dueños del mundo con una dictadura mundial de supermillonarios los que, entre otras cosas, sostienen abiertamente que hay que exterminar seres humanos y pueblos enteros.

-Otro claro ejemplo de usurpación es el del magnate y agente de la corona británica, Joe Lewis, intruso de Lago Escondido, en la provincia de Río Negro, y con pistas de aterrizaje tanto en la cordillera como en el litorial atlántico.

-Otro ejemplo de clara agresión es el sospechoso hundimiento, durante el gobierno de Macri y en momentos donde se borraba a las Islas Malvinas de los mapas oficiales de la Argentina (igual que Estados Unidos hizo en la última Cumbre de las Américas, situación denunciada por el actual presidente argentino), del submarino A.R.A. San Juan, donde quedaron en el fondo del Océano 44 camaradas de armas, 44 mártires del cummplimiento de su deber, y donde hoy fiscales y jueces apátridas demoran, encubren y entorpecen el esclarecimiento de las (i)rresponsabilidades y del consecuente castigo a los traidores, empezando por Macri y todos sus secuaces.

-Podrían darse infinitos ejemplos, tantos como la penuria de nuestros pueblos saqueados por nuestros enemigos.

¿Qué hacemos?

Ante todo esto la pregunta es sencilla: ¿qué hacemos?

Debemos unirnos, todos los patriotas, en defensa de la Patria. Es así, defendiendo la Patria, como mantenemos su integridad. Debemos seguir el ejemplo del General Martín Miguel de Güemes, que con su propio pueblo organizado para la Defensa, detuvo los avances realistas y enfrentó las traiciones de las oligarquías.

¿Para las autoridades del Ministerio de Defensa y para los hombres y mujeres integrantes de las Fuerzas Armadas qué significa, hoy, seguir el ejemplo de estos patriotas?

-Significa dejar de enviar efectivos de las Fuerzas Armadas a formarse como cipayos con los que son nuestros enemigos: Estados Unidos, la OTAN y el Estado de Israel.

-Significa dejar de hacer ejercicios militares con fuerzas de esos países, que nos están usurpando, hoy, grandes porciones de nuestro territorio.

-Significa ejercer la soberanía nacional en nuestro territorio, vigilando e impidiendo que actúen en él los usurpadores yankis, británicos, israelíes y de la OTAN.

-Significa impedir que se instale en Neuquén la base del Comando Sur de Estados Unidos, base encubierta, ilegal e irregular.

-Significa unirse al pueblo argentino, en su variedad de manifestaciones étnicas y culturales, en la lucha patriótica por la defensa de nuestros bienes comunes/recursos naturales y contra el saqueo de los mismos por las oligarquías apátridas.

Estas sencillas y simples demandas, conclusiones que hasta un niño puede sacar, nos dan la dimensión de lo que no se hace y de lo que debe hacerse, y nos dan la dimensión de la indignidad tremenda que sufrimos en Argentina y que debe repararse sin demora.

NO A LAS BASES YANKIS EN ARGENTINA
FUERA OTAN
FUERA ESTADO DE ISRAEL
SI A LA SOBERANIA NACIONAL
SI A LA AUTODETERMINACION DE LOS PUEBLOS  

Firmas:

Asambleas Populares Tierra, Vivienda y Trabajo / Casa de la Amistad Argentino-Cubana de Cutral Có y Plaza Huincul / Columna Boli Lescano / Emancipación Sur / Frente 22 de Agosto / Organizaciones Libres del Pueblo - Resistir y Luchar / Partido de la Liberación / Partido Socialista Sanmartiniano de la Izquierda Nacional / Rebelión Popular

viernes, 17 de junio de 2022

¿QUIÉN FUE MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES?

Lo que sigue es la síntesis de una clase de formación realizada en 2021 en el marco de un curso brindado a un movimiento popular. Sólo hice algunas correcciones menores y los ajustes temporales pertinentes al paso de un año.

¿Quién fue Martín Miguel de Güemes?

El 17 de junio de 1821 era asesinado en Salta, Martín Miguel de Güemes. Hace exactamente 201 años.
Martín Miguel de Güemes fue indudablemente uno de los dirigentes revolucionarios y de los jefes militares de las guerras por la independencia de España y de “toda otra dominación extranjera” (como dice nuestra declaración de la Independencia) con más arraigo en el pueblo más pobre, con más autoridad y prestigio en el seno del mismo, a pesar de provenir de una familia acaudalada. Su amor por su pueblo pudo más que su acomodado origen de clase.
Durante muchos años la “Historia Oficial”, la que escribieron las clases dominantes para tergiversar los hechos y mantener en la ignorancia al pueblo, la historia llamada “mitrista”, contó mentiras sobre este jefe popular, y procuró minimizarlo y disminuirlo todo lo posible. Es así que Güemes tardó en ingresar al panteón de nuestros héroes nacionales, y recién en los últimos años se lo está reconociendo masivamente y en su verdadera dimensión, en gran medida debido a la línea de historiografía nacionalista que se ha impulsado en los gobiernos de signo peronista desde Néstor Kirchner hasta la actualidad. El feriado nacional en honor a Güemes fue establecido en noviembre de 2010 por decreto de Cristina Fernández de Kirchner. Este año fue definido por ley como “2021 Año del Bicentenario del Paso a la Inmortalidad del Héroe Nacional Gral. Martín Miguel de Güemes”.
A lo largo del recorrido de su biografía pudimos saber que Güemes tuvo desde chico una clara vocación militar, integrando desde los 14 años (año 1899) el regimiento de infantería (que era una fuerza militar del virreinato: la Revolución de Mayo aún no había sucedido) de su Salta natal. Teniendo 21 años, fue un combatiente destacado durante la derrota de las invasiones inglesas a Buenos Aires, ocurridas en 1806 y 1807. Más tarde se enroló en la causa revolucionaria de Mayo. Luego integró el Ejército del Norte, ejército de los revolucionarios que se destinó a enfrentar a los ejércitos reales que venían desde el Norte (Virreinato del Perú) a tratar de “restaurar el orden” en el Sur, en el Río de la Plata, donde la Junta surgida de la Revolución de Mayo de 1810 era la que mandaba, y no el virrey.
En el Ejército del Norte participó de batallas fundamentales como la de Suipacha (actual Bolivia, a 50 km. al norte de La Quiaca), la primera victoria militar de los revolucionarios contra el Imperio Español. Es de notarse que en el Ejército del Norte a Güemes, con sus gauchos, le encomendaban las misiones de vanguardia, que son las que requieren más determinación, más decisión, más sagacidad y audacia.
Luego sus servicios fueron convocados a Buenos Aires, donde en 1811 participó del enfrentamiento a la reacción realista que se producía desde Montevideo, donde las fuerzas revolucionarias sitiaron la ciudad.
Más tarde regresó definitivamente a Salta, donde tuvo un brillante e insuperable desempeño en la guerra contra los realistas. Como resultado de su arrollador prestigio ganado con victorias militares, victorias que revirtieron la derrota del Ejército del Norte comandado por el designado por Buenos Aires, José Rondeau (un enemigo enconado de Artigas y, lógicamente, también de Güemes), el Cabildo de Salta designó a Güemes gobernador de Salta en mayo de 1815. Rondeau, luego de haber menospreciado la capacidad militar de Güemes (lo había rebajado en el mando militar) y de haber pretendido desarmarlo, fue derrotado políticamente por Güemes, que seguía ganando poder en el seno del pueblo.
Es así como Güemes organizó a Salta bajo la doctrina del "pueblo en armas", poniendo toda Salta a disposición de la guerra antiimperialista, cosa que siempre incomoda a los cómodos. La doctrina del "pueblo en armas" Güemes la había vivido, respirado, y aprendido, durante la victoria contra las invasiones inglesas, en la que participó todo el pueblo de Buenos Aires.
El "partido de los traficantes", el de los "mercaderes del templo", esos a los que Jesús, varias centurias antes, había echado violetamente (el partido de aquellos que siempre calculan para su propio beneficio egoísta e instrumentan las mejores causas para lucrar con ellas), al ver que Güemes organizaba al pueblo, lo "empoderaba" (palabra hoy bastante de moda) y lo exaltaba para que liberara y desarrollara sus energías revolucionarias, le empezó a hacer la guerra traicionera, esa de la acción conspirativa que hacen los que temen a las masas porque temen que éstas hagan justicia con medidas de revolución social.
Es así como Güemes pretendió ser puesto en duda constantemente por los eternos divididores de la voluntad popular organizada. Es así como las clases terratenientes de Salta y los comerciantes de Buenos Aires conformaron de hecho el frente contrarrevolucionario, pro-imperialista, que buscó desplazar a Güemes. El decidido apoyo de San Martín a Güemes y la incontrastable realidad de que Güemes, con su guerra popular, tenía una efectividad militar insuperable, evitaron por varios años que Güemes pudiera ser derrocado por las clases poseedoras y evitaron también que los realistas pudieran bajar desde el Alto Perú hacia el Sur, hacia el Río de la Plata, cosa que en realidad les beneficiaba a todos, aún a los mismos que le temen a los jefes populares.
Pero la unión de las clases traidoras, las clases más acaudaladas, con los españoles, pudo más, y Güemes, luego de haber derrotado varias invasiones españolas que atacaron desde el Alto Perú, luego de haber asegurado para el dominio patriota la región de lo que hoy es el noroeste argentino y haber facilitado así la gran empresa estratégica de San Martín (cruzar la cordillera, liberar Chile, e ir por mar y desembarcar desde el Océano Pacífico tomando Perú desde el Occidente), luego de todas esas hazañas y de ser como carne y uña con el pueblo pobre, fue depuesto de la gobernación de Salta por un asonada de los comerciantes que se llamó a sí misma, de manera bastante propia, por cierto, "revolución del comercio".
Poco tiempo después de haber recuperado el poder de Salta, con el asalto del pueblo organizado, con sus gauchos, contra los traidores que lo depusieron, una partida española que fue enviada para infiltrarse con el fin preciso de asesinarlo, logró su cometido con la ayuda de las clases traidoras aludidas. Un 17 de junio de 1821 muere Güemes luego de agonizar por un balazo por la espalda que le habían dado diez días antes en la ciudad de Salta. Luego de negarse a varias ofertas de médicos y cuidados por parte de los realistas a cambio de su rendición, el testamento de Güemes fue "sigan combatiendo, no se rindan, echen a los realistas".
Su mandato se terminó cumpliendo con la derrota del Imperio Español en toda Nuestra América, pero hoy todavía ese mandato sigue vigente contra "toda otra dominación extranjera", y vaya que hoy Argentina no es soberana y sigue siendo saqueada por el mismo partido de las clases traidoras, por el cipayismo que aún sigue conspirando y traicionando, para que el saqueo y la explotación de la Patria y de los humildes siga produciéndose. El mandato de este héroe nacional aún sigue ahí, como orden a cumplir.

Síntesis:
¿Quién fue Güemes?
-Un combatiente revolucionario.
-Un patriota.
-Un antiimperialista.
-Un jefe de masas.
-Un traidor a su clase acaudalada y, por eso, un fiel a los humildes, a los "descamisados".
-Un ejecutor de la doctrina militar del "pueblo en armas".
-Por todo eso lo mataron, y por todo eso se tardó tanto en incorporarlo a nuestro panteón de próceres de la Patria.

Leonardo Del Grosso