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lunes, 29 de febrero de 2016

EL IMPERIO DEL MAL TIENE AL MUNDO EN UNA TRAMPA MORTAL

El siguiente artículo fue publicado en la Comunidad Saker Latinoamérica el 23 de Febrero de 2016.

por Paul Craig Roberts, desde Estados Unidos. Traducción de Leonardo Del Grosso

 

 

John Perkins

En mis archivos hay una o dos columnas que introducen al lector al importante libro de John Perkins, “Confesiones de un sicario económico” (Confesions of an Economic Hit Man). Un EHM (Economic Hit Man) es un agente que vende al liderazgo de un país en desarrollo un plan económico o proyecto de desarrollo masivo. El sicario convence al gobierno de un país de solicitar prestadas grandes sumas de dinero a las instituciones financieras con el fin de financiar el proyecto que elevará el nivel de vida del país. Al prestatario le es asegurado que el proyecto aumentará los ingresos fiscales y el producto interno bruto y que estos aumentos permitirán que el préstamo sea devuelto.
Sin embargo, el plan está diseñado para sobreestimar los beneficios de tal manera que el país deudor no pueda pagar el capital principal y los intereses. Como Perkins describe, los planes se basan en “análisis financieros distorsionados, proyecciones infladas y contabilidades amañadas”, y si el engaño no funciona, “amenazas y sobornos” son utilizados para cerrar el trato.
El siguiente paso en el engaño es la aparición del Fondo Monetario Internacional. El FMI dice al país endeudado que el FMI pondrá a salvo su calificación crediticia al prestarle el dinero para pagar a los acreedores del país. El préstamo del FMI no es una forma de ayuda. Se limita a sustituir el endeudamiento del país con los bancos con deuda con el FMI.
Para devolver el préstamo al FMI el país tiene que aceptar un plan de austeridad y ponerse de acuerdo en vender activos nacionales a los inversores privados. La austeridad significa recortes en las pensiones sociales, los servicios sociales, el empleo y los salarios, y los ahorros en el presupuesto se utilizan para pagarle al FMI. La privatización significa la venta del petróleo, los minerales y la infraestructura pública con el fin de pagar al FMI. El trato generalmente impone un pacto para votar con los EEUU en la ONU y aceptar bases militares estadounidenses.
De vez en cuando el líder de un país se niega al plan o a la austeridad y las privatizaciones. Si los sobornos no funcionan, los EEUU envían allí a los chacales-asesinos para que eliminen el obstáculo para el proceso de saqueo.
El libro de Perkins causó sensación. Se demostró que la pose de ayuda de los EEUU hacia los países más pobres era sólo un pretexto para montar estructuras que saquean los países. El libro de Perkins vendió más de un millón de copias y se mantuvo en la lista de bestsellers del New York Times durante 73 semanas.
Ahora el libro ha sido reeditado con la adición de 14 nuevos capítulos y una lista de 30 páginas sobre la actividad de los sicarios económicos durante los años 2004-2015.
Perkins muestra que, a pesar de sus revelaciones, la situación es peor que nunca y se ha extendido en el seno mismo del propio Occidente. Las poblaciones de Irlanda, Grecia, Portugal, España, Italia, y los propios Estados Unidos están siendo saqueadas por la actividad del sicariato económico.
El libro de Perkins muestra que EEUU es “excepcional” sólo en la violencia desenfrenada que se aplica a los que se interponen en su camino. Uno de los nuevos capítulos cuenta la historia de France-Albert René, presidente de Seychelles, que amenazó con revelar el ilegal e inhumano desalojo de los habitantes de Diego García por Gran Bretaña y Washington para que la isla se pudiera convertir en una base aérea desde la cual Washington podría bombardear países que “no lo complacen” en el Medio Oriente, Asia y África. Washington envió a un equipo de chacales para asesinar al presidente de Seychelles, pero el asesinato fue frustrado. Menos uno, todos fueron capturados, juzgados y sentenciados a ejecución o prisión, pero un multimillonario soborno a René los liberó. René recibió el mensaje y se volvió obediente.
En la impresión original de su libro, Perkins relata la historia de cómo, para deshacerse del rebelde presidente de Panamá, Omar Torrijos, y del rebelde presidente de Ecuador, Jaime Roldós, chacales organizaron la caída de los aviones donde viajaban. Cuando Rafael Correa se convirtió en presidente de Ecuador, se negó a pagar algunas de las deudas ilegítimas que habían sido cargadas sobre Ecuador, cerró la mayor base militar de Estados Unidos en América Latina, obligó a la renegociación de los contratos de explotación de petróleo, ordenó al Banco Central utilizar para los proyectos nacionales los fondos depositados en bancos de Estados Unidos, y se opuso consistentemente al control hegemónico de Washington sobre América Latina.
Correa había sido marcado para el derrocamiento o asesinato. Sin embargo, Washington acababa de derrocar con un golpe militar al presidente democráticamente electo de Honduras, Manuel Zelaya, cuya política favoreció al pueblo de Honduras por sobre los intereses extranjeros. Preocupados porque sucesivamente se produjeran dos golpes militares contra presidentes reformistas, para deshacerse de Correa la CIA recurrió a la policía ecuatoriana. Dirigida por un graduado de la Escuela de las Américas de Washington, la policía se movilizó para derrocar a Correa pero fue neutralizada por el ejército ecuatoriano. Sin embargo, Correa recibió el mensaje. Él invirtió sus políticas hacia las compañías petroleras estadounidenses y anunció la subasta de enormes bloques de selvas tropicales de Ecuador a las compañías petroleras. Correa cerró la Fundación Pachamama, una organización con la que se había asociado un Perkins reformado que trabajó para preservar las selvas tropicales y las poblaciones indígenas de Ecuador.
Los bancos occidentales respaldados por el Banco Mundial son incluso peores saqueadores que las compañías petroleras y madereras. Perkins escribe: “En los últimos tres decenios, sesenta de los países más pobres del mundo han pagado $ 550 mil millones en capital e intereses de préstamos por $ 540 mil millones. Sin embargo, todavía deben la friolera de $ 523 mil millones de dólares de esos mismos préstamos. El costo del servicio de la deuda es más de lo que estos países gastan en salud o educación, y es veinte veces la cantidad que reciben anualmente en ayuda exterior. Además, los proyectos del Banco Mundial han causado un sufrimiento incalculable a muchas de las personas más pobres del planeta. En los últimos diez años, este tipo de proyectos ha obligado a unos 3,4 millones de personas a abandonar sus hogares; los gobiernos de estos países han golpeado, torturado y matado a los opositores a los proyectos del Banco Mundial”.
Perkins describe cómo Boeing saqueó a los contribuyentes del Estado de Washington. Usando el lobby, sobornos, chantajes y amenazas, para mover las instalaciones de producción a otro Estado, Boeing logró que la legislatura del Estado de Washington ofreciera a la Corporación una rebaja de impuestos que desvió $ 8.7 mil millones de dólares de la atención de la salud, educación y otros servicios sociales hacia las arcas de Boeing. Los subsidios masivos legislados para beneficio de las empresas son otra forma de extracción de renta y de actividad sicaria.
Perkins tiene remordimiento de conciencia y todavía sufre por su papel como asesino a sueldo para el imperio del mal, que ahora se ha convertido en el saqueo de los ciudadanos Americanos (como sinónimo de estadounidenses; nota del Traductor). Él ha hecho todo lo posible para reparar el daño, pero informa que el sistema de explotación se ha multiplicado muchas veces y ahora es tan común que ya no tiene que ser ocultado. Perkins escribe: “Un cambio importante es que este sistema EHM, hoy en día, está desenvolviéndose también en los Estados Unidos y otros países económicamente desarrollados. Está en todas partes. Y hay muchas más variaciones en cada una de estas herramientas. Hay cientos de miles más de EHM extendidos por todo el mundo. Ellos han creado un imperio verdaderamente global. Ellos están trabajando tanto a la luz como a la sombra. Este sistema se ha ido arraigando tan amplia y profundamente que es la forma normal de hacer negocios y por lo tanto no es alarmante para la mayoría de la gente”.
La gente ha sido tan esquilmada por la deslocalización de los empleos y el endeudamiento que la demanda del consumidor no sostiene las ganancias. En consecuencia, el capitalismo se ha convertido en la explotación del propio Occidente.
Frente al incremento de la resistencia, el sistema EHM se ha armado con “la Ley Patriota, la militarización de las fuerzas policiales, una amplia gama de nuevas tecnologías de vigilancia, la infiltración y el sabotaje del movimiento Occupy y la expansión dramática de las prisiones privatizadas”. El proceso democrático ha sido subvertido por la Corte Suprema con el fallo de Ciudadanos Unidos y otras decisiones de los tribunales, por los comités de acción política financiados por empresas, y por organizaciones tales como el Consejo de Intercambio Legislativo financiados por el Uno por Ciento. Cuadros de abogados, grupos de presión, y estrategas, son contratados para legalizar la corrupción, y “presstitutes” (término que significa prensa prostituida, o periodistas mercenarios; nota del Traductor) trabajan horas extras para convencer a los estadounidenses crédulos que las elecciones son reales y representan el funcionamiento de la democracia.
En un artículo del 19 de Febrero de 2016 en OpEdNews, Matt Peppe informa que la colonia estadounidense de Puerto Rico está siendo enterrada con el fin de satisfacer a los acreedores extranjeros.
El aeropuerto ha sido privatizado, y las principales carreteras han sido privatizadas con un contrato de arrendamiento de 40 años en favor de un consorcio formado por un fondo de inversión en infraestructura de Goldman Sachs. Los puertorriqueños ahora pagan a las empresas privadas para el uso de la infraestructura que construyeron con dinero de los impuestos. Recientemente el impuesto sobre las ventas de Puerto Rico se elevó 64%, a 11,5%. Un aumento del impuesto sobre las ventas es equivalente a un aumento de la inflación y resulta en una disminución de los ingresos reales.
Hoy en día, la única diferencia entre el capitalismo y el gangsterismo es que el capitalismo ha conseguido la legalización de su gangsterismo y, por lo tanto, puede lograr un trato más duro que el que puede la mafia.
Perkins demuestra que el imperio del mal tiene al mundo en las garras de una “economía de la muerte.”
Su conclusión es que “necesitamos una revolución” en el sentido “de enterrar la economía de la muerte y dar nacimiento a la economía de la vida”. Por cualquier ayuda, no mire a los políticos, economistas neoliberales y presstitutes.

viernes, 19 de febrero de 2016

ARGENTINA CON MACRI: "DESASTROSO MITO OCCIDENTAL ATLANTISTA"

Sobre los engañosos argumentos de los neoliberales y la emisión al servicio de la usura internacional. Artículo publicado en HispanTV.

 


 

Una reciente nota de Michael Hudson, profesor y analista financiero, y Paul Craig Roberts, profesor y ex sub-secretario del Tesoro de los EEUU entre 1981 y 1982 (durante la presidencia de Reagan), alude a la importancia de la soberanía monetaria como elemento fundamental de la soberanía nacional, en relación con las perspectivas de algunas privatizaciones que eventualmente se realizarán en Rusia. El título del artículo es contundente: "La privatización es la estrategia atlantista para atacar a Rusia" (les recomiendo a los lectores que lo lean completo a través del enlace).
Más allá de compartir o no la apreciación de los autores respecto del grado de densidad de las privatizaciones dentro de lo que es la agresión occidental contra Rusia, al punto de que Hudson y Roberts afirman que esto constituye "la" estrategia, indudablemente apuntan a uno de los planos fundamentales en los que se expresa la guerra imperialista, plano que va mucho más allá de las simples consideraciones con pretensiones apolíticas que atribuyen a cuestiones simplemente técnicas de manejo monetario la solución de los problemas económicos, cuando en realidad es exactamente al revés: estas explicaciones "sólo" técnicas en realidad lo que intentan es disimular precisamente quiénes son los beneficiarios concretos de las medidas "técnicas" propuestas, que por lo general no son otros que los oligarcas de las finanzas que lucran "prestándole" al Estado.
Pero ¿qué dicen Paul Craig Roberts y Michael Hudson en su nota? Advierten que, aunque Putin admite la posibilidad de que se realicen estas privatizaciones (grupo de empresas de las que las más importantes y simbólicas son Rosneft, el Banco VTB, Aeroflot, y los Ferrocarriles de Rusia) pero con muchas restricciones, (a saber: los precios de las ventas de estas empresas actualmente en manos del Estado ruso deben ser lo suficientemente altos no sólo en relación con su valor presente -afectado por cuestiones de la coyuntura económica- sino en relación a su valor en prospectiva; deben permanecer en jurisdicción rusa, sujetas a las leyes y regulaciones rusas, con restricciones para mantener su capital dentro de Rusia; no se podrán comprar con crédito interno de la banca nacional rusa -para obligar a ingresar capital desde afuera; entre las más importantes condiciones establecidas recientemente), las privatizaciones no se justificarían en relación a los fines por los cuales se aduce que hay que hacerlas. Porque para resolver un problema presupuestario de corto plazo (el argumento principal para estas privatizaciones es resolver el "problema" del déficit fiscal) es muy mala decisión enajenar activos estratégicos que deterioran la relación de fuerzas entre los grandes capitalistas y el Estado que pretenda "compensar", tal el concepto que usan los autores, la concentración monopolista privada.
Y aquí Hudson y Roberts entran de lleno en la cuestión de la moneda, que es entrar de lleno en la cuestión financiera. Lo que dicen estos dos prestigiosos economistas estadounidenses en este sentido, además de sencillo, es muy lógico y coherente: afirman que es innecesario (salvo para que lucre el capital financiero, observación mía) que se cree dinero a través del endeudamiento, cuando el mismo puede crearse a través de la emisión de moneda del Banco Central, y monetizar de esa forma el déficit público. "El gobierno ruso debe financiar su déficit presupuestario haciendo que el Banco Central cree todo el dinero que sea necesario, al igual que hacemos los EE.UU. y el Reino Unido", sentencian. Afirman, además, por si quedara alguna duda, "la monetización de la deuda es una práctica común en Occidente. Los gobiernos pueden ayudar a reactivar la economía mediante la impresión de dinero en lugar de endeudar al país con acreedores privados que drenan el sector público de fondos a través de los pagos de intereses a esos acreedores".
La aparición de este artículo no sólo puede resultar oportuna en función de analizar la actual tensa situación internacional donde la agresión occidental contra Rusia está recrudeciendo, sino que resulta sumamente oportuna en función de lo que está sucediendo, desgraciadamente, en la Argentina hoy, donde el gobierno de Macri se arrastra penosamente rogando que los (fondos) buitres picoteen.

Sturzenegger y Prat Gay: dos grandes estafadores

El principal clishé que en Argentina usan los cipayos macristas para justificar las medidas estúpidas que están tomando es que el gobierno anterior abusó de la emisión de moneda y entonces es necesario cortar con dicha emisión y entrar en un nuevo proceso de re-endeudamiento del Estado, principalmente con acreedores externos. Exactamente lo que pretenden algunos sectores de la burguesía en Rusia, vinculados al capital financiero occidental, y que es contra lo que advierten Roberts y Hudson, de manera enfática, con estas palabras: "la excusa aducida por las autoridades rusas para la venta de estas empresas en la actualidad es la de financiar el déficit del presupuesto nacional. Esta excusa muestra que Rusia todavía no se ha recuperado del desastroso mito occidental atlantista de que Rusia debe depender de los bancos y tenedores de bonos extranjeros para crear dinero, como si el banco central ruso no pudiera hacer esto mismo mediante la monetización del déficit público". Cambiemos (¡justamente el nombre de frente electoral del cipayaje que acaba de llegar a la presidencia argentina!) algunas palabras -"autoridades rusas" por autoridades argentinas, "venta de estas empresas" por arreglo con los fondos buitres- y entonces Hudson y Roberts podrían decir exactamente lo mismo hablando de la Argentina.
Pero en Argentina son muchos los periodistas enemigos del país, los "nariz parada" que se afanan en la alcahuetería ilustrada, que no se sonrojan de expresar justamente lo contrario, porque comen del mismo plato que las hienas que pretenden depredar la nación. Uno de ellos se llama Jorge Fernández Díaz, que en el tradicional diario La Nación todos los domingos se explaya con su pedantería hedionda: "la Pasionaria del Calafate -dice Fernández Díaz este domingo 14 de Febrero refiriéndose a la ex Presidenta-, como si no hubiera aprendido de la historia, siguió la nefasta tradición de emitir a ciegas y jugar con fuego; primero fue una llamita, luego una hoguera, hoy es un incendio con récord mundial", culmina en la exageración de su propaganda entreguista, culpando de la actual creciente inflación no a las múltiples desregulaciones de Macri que destaron un descontrol en espiral, sino a la "herencia" de la gestión saliente.
Ese mismo día, en el mismo diario, otro artillero contra Argentina, Néstor Scibona, en una nota titulada "menos emision, más deuda", hace su aporte explícito a alimentar el "desastroso mito occidental atlantista", relatando que "la alternativa elegida por la Casa Rosada pasa este año por cambiar su forma de financiamiento para reducir presiones inflacionarias en los próximos meses. En otras palabras, prevé un menor uso de la 'maquinita' del Banco Central para emitir pesos y una mayor colocación de deuda, principalmente externa". Y remata que "aquí es donde resulta clave poner fin al default parcial de la deuda bajo legislación extranjera para reabrir el acceso al crédito externo a tasas más bajas".
Más allá de que esto termine dando resultados o no para reducir la inflación (que en estos momentos está aumentando y no por las medidas de Kicillof, que objetivamente estaba logrando que la inflación fuera disminuyendo, hasta que el anuncio devaluatorio de Macri y su posterior victoria electoral la volvieran a disparar), lo objetivo es que Argentina perderá la soberanía nacional, tal como lo advierten los dos economistas citados refiriéndose a Rusia.
Porque al fin de cuentas la inflación es expresión de la lucha entre diferentes actores económicos, tal como el ruido puede serlo en la batalla. Justamente una de las demostraciones de que esa lucha estaba teniendo ganadores claros es precisamente que la inflación, hasta noviembre último, había ido bajando (el ruido de la batalla había ido amainando porque el Estado se estaba imponiendo). Puede ser que en el futuro la inflación logre bajar y estabilizarse, pero en este caso, con el gobierno macrista, eso será un ejemplo de que, en la lucha entre distintas fracciones de capital y entre los trabajadores y los capitalistas, habrá ganado la fracción más extranjerizante y pro-occidental del capital. En este caso la baja de la inflación habrá sido resultado de la victoria indubitable de la banca extranjera anglosajona. Yo veo improbable que logren estabilizar los precios, porque los trabajadores y el pueblo argentinos tienen mucha capacidad de lucha, porque las "bajas tasas" de interés que dicen que conseguirán si Argentina acuerda con los fondos buitres son en realidad una falsa expectativa, y además por el hecho de que el arreglo "generoso" que Argentina ofrece a los buitres abre la posibilidad de que todos los acreedores que no hayan litigado pretendan igualar -a través de un juicio- el mejor arreglo logrado por los que litigaron, arreglo que, considerando la oferta "generosa", en palabras del mediador Daniel Pollack, que acaba de ofrecer Argentina con Macri, supera con creces al que logró el 93% que aceptó los canjes que ofrecieron en su momento los gobiernos kirchneristas.
Porque el problema de la creación de dinero y su impacto en los precios no es un problema de masa monetaria versus bienes y servicios comerciables, así, a lo bruto, que es como explican los vampiros del sistema financiero el cuentito de la emisión y la inflación, sino que es un conjunto de factores donde uno de los más importantes es adónde va a parar la nueva emisión y qué es lo que se hace con ella. Es decir, qué es lo que financiamos con la emisión. Porque emitir títulos públicos es emisión (que esto es lo que no dicen ni Fernández Díaz ni Scibona): genera valores dinerarios. O sea que aquí, con los títulos públicos que se emitan para tomar deuda en el exterior, no es que se para la emisión, sino que lo que hará Sturzenegger, el actual presidente del Banco Central Argentino (hoy procesado por la estafa del megacanje con el gobierno de De la Rúa, una de las operaciones que llevaron a la Argentina al estrepitoso default de 2001) es cambiar el tipo de emisión y hacia quien se direcciona: en vez de financiar con emisión de moneda nacional importantes gastos del Estado en salarios, jubilaciones y seguridad social en general, en ciencia y tecnología, etc. (lo que redunda en más mercado interno); financiará la tasa de interés de los usureros, emitiendo títulos. La emisión ahora, cambiará su naturaleza y su destinatario. Y la inflación podrá ser o no ser alta, pero no dependerá de la emisión en sí, en términos cuantitativos, sino de la propiedad de esa emisión, a la vez que de la propiedad de los medios de producción y distribución de la economía en general, es decir, de los formadores de precios. Habrá mayor o menor inflación de acuerdo a un conjunto de factores que no son técnicos, sino político-económicos. Lo técnico cuenta cuando no se tiene, por ejemplo, una imprenta de moneda que imprima con suficiente velocidad los medios de pago que se necesitan para determinado fin, o cuando en el país hay una imprenta pero es propiedad privada (con todo lo que ello implica: que los propietarios privados caigan en la tentación de preguntarse porqué no pueden imprimir una parte directamente para ellos; ¿ingeniosa idea no?), lo que, en realidad, también es un problema más bien político que técnico. Lo técnico cuenta cuando el poder político para sostener una paridad de tipo de cambio está basado en la cantidad de moneda extranjera que tenés atesorada en el Banco Central, reserva que es justamente el reaseguro financiero contra que una corrida no altere el valor del tipo de cambio. Pero todas estos elementos no son los mismos en cada economía, porque cada economía tiene una configuración del poder diferente, y los actores económicos no son los mismos. En Corea del Norte, por ejemplo, no tienen el problema de la inflación, y la distribución de bienes y servicios se realiza eficazmente, garantizándose que ello se realice con cierta equidad y equilibrio, pero Corea del Norte no es una economía capitalista. Entonces, cuando se pretende explicar con elementos técnicos lo que es político es porque se quiere encubrir una maniobra contra el pueblo y la nación.
Todos los pseudo-periodistas del estilo de Scibona y Fernández Díaz son entusiastas propagadores del "desatroso mito occidental atlantista", afanosos repetidores de mentiras, cuzquitos ladradores fanfarrones que se sienten seguros al abrigo de la jauría de lobos de Wall Street, ayudando a despedazar la Argentina en estos tiempos donde un apóstol del libre mercado como Macri, con su fanatismo idiota y avaro, está conduciendo el barco frenéticamente al naufragio.
Hacen igual que los que, en la Dictadura Militar o en los años del neoliberalismo de Menem, propagandizaban la desregulación del comercio y hablaban en general en contra del proteccionismo o de los subsidios (de que los eventualmente aplique Argentina), mientras la historia económica y el presente de los Estados Unidos y del Reino Unido demostraba meridianamente que esos países utilizaban abundantemente instrumentos proteccionistas y de subsidio en sus economías. Todo esto queda en evidencia no sólo informándose con algún mínimo de la honestidad de la que estos escribas de los "presstitute" (nombre utilizado en el mundo anglosajón para denominar a la prensa prostituida) carecen, sino además en cada negociación comercial que Argentina encaró en el marco de la Organización Mundial de Comercio, donde los puntos de fricción con los Estados occidentales siempre giraron en torno de los subsidios y el proteccionismo.
Pero no: para estos "acomplejados de inferioridad de todo lo argentino", todo lo que la Argentina haga por sus propios intereses nacionales estará mal, y todo lo que hagan sus endiosados poderosos extranjeros, estará bien. Si Gran Bretaña y Estados Unidos emiten moneda generosamente para financiarse, estará bien; si lo hace la Argentina, estará mal. Y así...
¿Pero: qué le estamos pidiendo a estos alcahuetes sin retorno? Ahora: cuánto daño que hacen ¿no? Y si no, miremos al "periodista" Jorge Lanata, que acaba de comprarse una casita de casi 3 millones de dólares en Miami. Él explica con su cara de piedra que lo logró con un crédito. ¿Habrá salido sorteado en el Procrear (programa de créditos hipotecarios impulsado por el anterior gobierno de Cristina Fernández de Kirchner)? Seguramente...

por Leonardo Del Grosso

miércoles, 17 de febrero de 2016

LA PRIVATIZACIÓN ES LA ESTRATEGIA ATLANTISTA PARA ATACAR A RUSIA

Interesante análisis de dos economistas y catedráticos de los Estados Unidos en contra de la ideología neoliberal, que siempre favorece al capital financiero. Interesante reflexión sobre la cuestión monetaria y su relación con la soberanía nacional, en este caso en razón de un limitado proceso de privatizaciones que estaría por comenzar a llevar a cabo Rusia.

 

por Paul Craig Roberts y Michael Hudson, traducción de Leonardo Del Grosso, para Comunidad Saker Latinoamérica, de http://www.paulcraigroberts.org/2016/02/08/privatization-is-the-atlanticist-strategy-to-attack-russia-paul-craig-roberts-and-michael-hudson/

Hace dos años, las autoridades rusas discutieron planes para la privatización de un grupo de empresas nacionales encabezadas por el productor de petróleo Rosneft, el Banco VTB, Aeroflot, y los Ferrocarriles de Rusia. El objetivo declarado era agilizar la gestión de estas empresas y también inducir a los oligarcas a comenzar a traer de vuelta sus capitales fugados durante dos décadas para invertirlos en la economía rusa. La participación extranjera se buscaba en los casos en que las técnicas de administración y transferencia de tecnología occidental serían propensos a ayudar a la economía.

los quintas columnas del Kremlin

No obstante, las perspectivas económicas de Rusia se han deteriorado desde que los Estados Unidos empujaron a los gobiernos occidentales a imponer sanciones económicas contra Rusia y bajaron los precios del petróleo. Esto ha hecho que la economía rusa sea menos atractiva para los inversores extranjeros. Es así que la venta de estas empresas sería hoy a precios mucho más bajos que lo que habría sido probablemente en 2014.
Mientras tanto, la combinación de un aumento del déficit del presupuesto nacional y el déficit de la balanza de pagos ha dado a los defensores rusos de la privatización argumentos para seguir adelante con las cesiones. La falla en su lógica neoliberal es su suposición de que Rusia no puede limitarse a obtener beneficios económicos de su déficit, sino que necesita, para sobrevivir, la venta de los activos más importantes. Advertimos a Rusia contra ser tan ingenuos como para aceptar este peligroso argumento neoliberal. La privatización no ayudará a re-industrializar la economía de Rusia, sino que va a redundar, a su vez, en una economía rentista a partir de la cual se extraen las ganancias en beneficio de los propietarios extranjeros.
Para estar seguro, el presidente Putin estableció el 1º de febrero una serie de condiciones para prevenir que las nuevas privatizaciones sean liquidaciones desastrosas como las de la era Yeltsin. Esta vez, los activos no se venden a precios de saldo, sino que tendrían que reflejar el valor real en prospectiva. Las empresas a ser vendidas permanecerían bajo jurisdicción rusa, no operadas por los propietarios extranjeros. Los extranjeros fueron invitados a participar, pero las empresas quedarían sujetas a las leyes y regulaciones rusas, incluidas las restricciones para mantener su capital dentro de Rusia.
Además, las empresas que se privatizarán no se pueden comprar con el crédito interno de la banca estatal. El objetivo es convocar al “dinero en efectivo” en las adquisiciones -idealmente las tenencias de moneda extranjera de oligarcas en Londres y en otros lugares.
Putin, sabiamente, descarta vender el banco más grande de Rusia, Sperbank, que posee la mayor parte de las cuentas de ahorro al por menor de la nación. Banco que, evidentemente, permanecerá siendo en gran medida un servicio público, lo que se debe a que la capacidad de crear crédito como dinero es un monopolio natural e inherentemente de carácter público.
A pesar de estas protecciones que el presidente Putin añadió, existen serias razones para no avanzar con las privatizaciones anunciadas recientemente. Estas razones van más allá del hecho de que se venderán en las condiciones de recesión económica como resultado de las sanciones económicas occidentales y la caída de los precios del petróleo.
La excusa aducida por las autoridades rusas para la venta de estas empresas en la actualidad es la de financiar el déficit del presupuesto nacional. Esta excusa muestra que Rusia todavía no se ha recuperado del desastroso mito occidental atlantista de que Rusia debe depender de los bancos y tenedores de bonos extranjeros para crear dinero, como si el banco central ruso no pudiera hacer esto mismo mediante la monetización del déficit público.
La monetización de los déficit presupuestarios es precisamente lo que el gobierno de los Estados Unidos ha hecho, y lo que los bancos centrales occidentales han estado haciendo en la era post Segunda Guerra Mundial. La monetización de la deuda es una práctica común en Occidente. Los gobiernos pueden ayudar a reactivar la economía mediante la impresión de dinero en lugar de endeudar al país con acreedores privados que drenan el sector público de fondos a través de los pagos de intereses a esos acreedores.
No hay ninguna razón válida para recaudar dinero de los bancos privados para proveer al gobierno con el dinero cuando un banco central puede crear el mismo dinero sin tener que pagar intereses de los préstamos. Sin embargo, los economistas rusos se han inculcado la creencia occidental de que sólo los bancos comerciales deben crear dinero y que los gobiernos, con el fin de recaudar fondos, deben vender bonos que devengan intereses. La creencia errónea de que sólo los bancos privados deben crear dinero a través de préstamos está llevando al gobierno ruso por el mismo camino que ha llevado a la zona euro a una economía sin salida. Mediante la privatización de la creación de crédito, en Europa se ha desplazado la planificación económica de los gobiernos democráticamente elegidos hacia el sector bancario.
No hay necesidad de que Rusia acepte esta filosofía económica pro-rentista que desangra un país de sus ingresos públicos. Los neoliberales la están promoviendo no para ayudar a Rusia sino para ponerla de rodillas.
En esencia, los rusos aliados con los occidentales -“atlantistas integracionistas”- que quieren sacrificar la soberanía de Rusia en pos de la integración con el imperio occidental, están utilizando la economía neoliberal para atrapar a Putin y romper el control de Rusia sobre su propia economía que Putin restableció después de los años de Yeltsin cuando Rusia fue saqueada por intereses extranjeros.
No obstante el éxito cierto en la reducción del poder de los oligarcas que surgieron de las privatizaciones de Yeltsin, de todas maneras el gobierno ruso tiene que mantener las empresas estatales como potencia económica compensatoria. La razón que guía a los operadores estatales de los ferrocarriles y otras obras de infraestructura básica es la de bajar el costo de vida y hacer negocios. El objetivo de los propietarios privados, por el contrario, es elevar los precios tan alto como sea posible. Esto se conoce como “la extracción de renta”. Los propietarios privados colocarán cabinas de peaje para elevar el costo de los servicios de infraestructura que están en proceso de privatización. Esto es lo contrario de lo que los economistas clásicos entiende por “libre mercado”.
Se habla de un acuerdo que se hizo con los oligarcas. Los oligarcas van a comprar la propiedad de las empresas estatales rusas con el dinero de las privatizaciones anteriores que han fugado al extranjero, y conseguirán otro “negocio del siglo” cuando la economía de Rusia se recupere lo suficiente como para posibilitar obtener ganancias más excesivas.
El problema es que cuanto más poder económico se mueve desde el gobierno hacia el control privado, menos poder compensatorio tiene el gobierno contra los intereses privados. Desde este punto de vista, no deberían permitirse privatizaciones en este momento.
Mucho menos se debería permitir a extranjeros adquirir la propiedad de bienes nacionales rusos. Con el fin de cobrar un pago de moneda extranjera por única vez, el gobierno ruso concede a los extranjeros futuros flujos de ingresos que pueden, y serán, extraídos de Rusia y enviados al exterior. Este “repatriación” de los dividendos se produciría incluso si la gestión y el control sigue estando geográficamente en Rusia.
La venta de activos públicos a cambio de un pago único es lo que hizo el gobierno de la ciudad de Chicago cuando vendió el flujo de ingresos de 75 años de parquímetros a cambio de un pago único. El gobierno de Chicago tuvo dinero por un año, renunciando a los 75 años de ingresos posteriores. Al sacrificar los ingresos públicos, el gobierno de Chicago se privó de gravar a los bienes raíces y la riqueza privada y también permitió a los bancos de inversión de Wall Street hacer una fortuna.
También se produjeron protestas sociales contra las concesiones. Los nuevos compradores impusieron abusivamente las tarifas de estacionamiento en la calle y demandaron el gobierno de Chicago por daños y perjuicios cuando la ciudad cerró el tránsito por desfiles públicos o vacaciones, con lo que “interfirió” contra los rentistas del negocio de los parquímetros. En lugar de ayudar a Chicago, esto colaboró para empujar a la ciudad a la quiebra. No es de extrañar que a los atlantistas les gustaría ver a Rusia sufrir el mismo destino.
El uso de las privatizaciones para cubrir un problema de presupuesto a corto plazo crea un problema mayor a largo plazo. Los beneficios de las compañías rusas fluirían fuera del país, reduciendo la tasa de cambio del rublo. Si los beneficios se pagan en rublos, los rublos pueden ser objeto de dumping en el mercado de divisas y canjeados por dólares. Este deprimirá el tipo de cambio del rublo y elevará el valor de cambio del dólar. En efecto, permite a los extranjeros adquirir activos nacionales de Rusia y ayuda a los extranjeros a especular contra el rublo ruso.
Por supuesto, los nuevos propietarios rusos de los activos privatizados también podrían enviar sus ganancias al exterior. Pero, al menos, el gobierno ruso es consciente de que los propietarios sujetos a la jurisdicción de Rusia se regulan con mayor facilidad que si son propietarios cuyas empresas están radicadas en el exterior y mantienen su capital de trabajo en Londres o en otros centros de la banca extranjera (todos bajo la influencia diplomática de los Estados Unidos y la Nueva Guerra Fría de sanciones).
En la raíz de la discusión sobre las privatizaciones debe estar la pregunta de qué es el dinero y por qué debe ser creado por los bancos privados en lugar de los bancos centrales. El gobierno ruso debe financiar su déficit presupuestario haciendo que el Banco Central cree todo el dinero que sea necesario, al igual que hacemos los EE.UU. y el Reino Unido. No es necesario que el gobierno ruso regale futuras fuentes de ingresos a perpetuidad simplemente con el fin de cubrir el déficit de un año. Esto es un camino hacia el empobrecimiento y la pérdida de la independencia económica y política.
La globalización se inventó como una herramienta del imperio estadounidense. Rusia debe protegerse a sí misma de la globalización no abriéndose a ella. La privatización es el vehículo para socavar la soberanía económica y aumentar las ganancias al aumentar los precios.
Al igual que las ONG’s financiadas por occidentales que operan en Rusia son una quinta columna que actúa en contra de los intereses nacionales de Rusia, los economistas neoliberales de Rusia también lo son, se den o no cuenta de ello. Rusia no va a estar a salvo de la manipulación occidental hasta que su economía está cerrada a los intentos occidentales para reformar la economía de Rusia, en interés de Washington y no en el interés de Rusia.

martes, 2 de febrero de 2016

ARGENTINA CON MACRI: MUCHA IDEOLOGÍA PARA QUE LOS TIBURONES COMAN

Lo que sigue es un artículo publicado en HispanTV, en 2 de febrero de 2016.


amabilidad electoralista transmutó en displicente prepotencia

El descontrol y la fosa siguen profundizándose en la Argentina con Macri. Pasados 50 días de gobierno, de los cuales sólo 35 fueron días hábiles debido a las festividades de Navidad y Año Nuevo, se ha sucedido un frenesí de acontecimientos que lo que demuestran es que la pretendida "desideologización" y "pragmatismo" con los que Macri se jacta como guías de su accionar -pragmatismo y desideologización promocionados como una actitud de racionalidad que vendría a poner orden al desorden- demuestran ser exactamente lo contrario: como resultado de las medidas dispuestas por el gobierno recién asumido hay enfriamiento de la actividad económica, aumento del endeudamiento externo, mayor concentración de ingresos en las élites, aumento de la desocupación, deterioro de las condiciones de vida del pueblo, represión contra las organizaciones sociales y sus dirigentes, desprecio por las formas de la institucionalidad republicana, y por si todo esto fuera poco -o en realidad precisamente en sintonía con esto- una insuperable torpeza política.
Lo que es pertinente decir entonces es que no hay poca ideología sino que hay demasiada, y ésta es el "credo" neoliberal, ése que ha demostrado sus nefastas consecuencias en todos los países donde fue llevado a la práctica, empezando por la propia Argentina. Lo que es pertinente señalar entonces no es que hay "pragmatismo", sino que no hay ninguno. ¿O no resultaría pragmático proteger el mercado interno de la invasión de productos importados para evitar la quiebra generalizada de la industria? ¿O no resultaría pragmático ponerle límites a los abusos de las corporaciones formadoras de precios para que la inflación no se siga disparando? ¿O no resultaría pragmático obligar a los que están acaparando dólares a que los liquiden, tal como le habían prometido, sin cumplirle, al actual ministro de economía?
Para colmo de Macri, los tiburones -el capital financiero- sólo se motivan con el olor a sangre. No estoy diciendo nada nuevo, pero la ideologización de los alcahuetes hace que vean a los verdugos como si fueran almas caritativas. Y no porque Macri haya profesado su credo neoliberal los tiburones se privarán de ganar todo lo que puedan.
Para la ideologizada y nada pragmática (desde los intereses nacionales, que es desde donde yo opino) política neoliberal los "límites" sólo son para los sujetos a los que la prédica reivindicativa del actual Papa Francisco privilegia: para los pobres. Así, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, un gobernador de la Alianza que llevó a Macri a la presidencia, encarcela sin fundamento jurídico ninguno a la principal dirigente social de su provincia y también diputada del Parlasur, Milagro Sala, que al momento de escribir este artículo sigue detenida, junto con otros presos políticos en el marco de la misma persecución. Así, en otra provincia, Río Negro, detienen -aunque luego liberan a las horas- a Rodolfo Aguiar, el principal dirigente sindical de los trabajadores estatales en la misma. Así, ya en cuatro lugares diferentes de la Argentina (Ezeiza, La Plata, Neuquén y Ciudad de Buenos Aires) se produjeron represiones contra los trabajadores y el pueblo, en tres de ellas con muchos heridos por perdigones de goma, y en la última, este viernes 29 de Enero en la Ciudad de Buenos Aires contra una murga que ensayaba el carnaval, fueron heridos cinco niños. A la vez, una ola despidos azota en primer lugar la administración pública y en segundo término la actividad privada. Según la Asociación de Trabajadores del Estado ya son más de 20 mil los nuevos desocupados de todos los niveles de la administración del Estado, los que además ni siquiera se enteraron con un telegrama, tal como estipulan los procedimientos legales, sino en el momento en que una guardia privada no los dejó ingresar a sus trabajos. También comienzan a acumularse los despidos en la actividad empresaria.
Como se ve, cero desideologización, cero pragmatismo, cero racionalidad.

Retroceso vertiginoso
Y si Ud. lector, cree que exagero; si Ud., lector, supone que lo que ya expresé es poco, y poco convincente, o poco fundamentado, o simple y elemental tendenciosa propaganda política, acompáñeme a recorrer y analizar los pasos que se han dado en estos vertiginosos 35 días hábiles contra el pueblo, que ya han reafirmado y superado con creces lo que se describía en el último artículo que escribí aquí, el 20 de Diciembre pasado, a diez días de la asunción de Macri.
A las primeras medidas gruesas de desregulación generalizada (desregulación del comercio exterior, del mercado financiero y cambiario y del comercio, lo que redundó en una devaluación de aproximadamente el 40%, exenciones de impuestos a los exportadores, disparada de precios, liberación de la tasa de interés, etc) y a la designación del Poder Ejecutivo de jueces de la Corte Suprema "en comisión", se ha agregado lo siguiente, realizado en su mayoría por decreto y sin convocar a sesiones extraordinarias del Congreso:
-Cierre de la Administración Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA, la Agencia que regula la distribución de los medios de comunicación y se ocupa de controlar la aplicación de la Ley de Medios), desconociendo la Policía Federal resoluciones en contrario de jueces competentes, y cierre de la Administración Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (AFTIC, la Agencia que regula las tecnologías).
-La creación, a cambio, del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), que concentrará los funciones -ahora muchas de ellas sólo formales- que estaban asignadas a las Agencias que se cerraron. Todo esto beneficia a las corporaciones al desmantelar los organismos de control antimonopolio.
-Cambios de la Ley de Medios, también en beneficio del Grupo Clarín y de otros conglomerados monopólicos.
-Autorización para la compra de la telefónica Nextel por parte del Grupo Clarín, lo que profundiza la concentración monopólica, antes impedida por la Ley de Medios hoy modificada por un decreto.
-Cesión, a cambio de poco más de 6,4 millones de dólares, de los partidos más populares del fútbol argentino al Grupo Clarín y a Telefónica, perjudicando a la Televisión Pública y a los canales América y 9, además de ceder a TyC Sports (perteneciente a Clarín y a Torneos y Competencias), por poco más de 14,1 millones de dólares, la transmisión de la Copa Argentina y la Primera B Nacional. De esta manera, Fútbol para Todos es privatizado en los partidos con más audiencia.
-Con el pretexto del "narcotráfico", el establecimiento de la Emergencia de Seguridad Pública, que facilita la militarización, el derribo de aviones, y la intervención del Ejército en tareas de seguridad interna, además de la compra directa por parte del Estado, lo que permite discrecionalidad en el manejo del presupuesto. Todo esto en el plano de la "seguridad" está en sintonía con lo que pretende EEUU, la nación más involucrada en el narcotráfico mundial (justamente los países más vasallos de los EEUU, como México y Colombia, son los que tienen más violencia criminal por narcotráfico, y el Estado está directamente comprometido con esta actividad ilícita).
-Traspaso de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires.
-Incorporación de decenas de militares y comisarios retirados a la Agencia Federal de Inteligencia, lo que reincorpora personal servicial a las corporaciones y a Estados extranjeros, algo que Cristina Fernández de Kirchner había comenzado a desmantelar cuando disolvió la SIDE, que era un Estado en las sombras desde la dictadura militar y en los hechos subagencia de la CIA y el Mossad.
-Rescisión del contrato de código compartido que existía entre Aerolíneas Argentinas y la empresa Sol, lo que provocó la quiebra de la Aerolínea Sol, provocando la desocupación de 300 trabajadores. Esta quiebra beneficia a la privada LAN (la competencia de Aerolíneas Argentinas en cabotaje) la que, además, colocó en la gerencia de Aerolíneas Argentinas a dos de sus máximos ejecutivos.
-Modificación de la coparticipación federal en beneficio de la Ciudad de Buenos Aires (que es el distrito que gobernó Macri y ahora gobierna un delfín suyo) y en perjuicio de todas las demás provincias. Con el pretexto de que había que disponer los fondos para la Policía Federal transferida a la Ciudad se dispuso un aumento de fondos sensiblemente mayor al que sería necesario para financiar dicho traspaso. Después de las protestas de los gobernadores provinciales, el gobierno anunció que retrocedería en su abuso, pero lo hizo de manera excepcional, por esta vez, dejando firme la nueva porcentualidad establecida a favor de la Ciudad.
-Ampliación de la asistencia financiera a la Provincia de Buenos Aires, que es conducida por una gobernadora del partido de Macri.
-Cierre del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo Argentino (Cefid-AR), patrocinado por el Banco Credicoop, el Banco Nación, el Banco Provincia y el BICE, un centro de estudios y elaboración de política económica de signo heterodoxo.
-Adjudicación a la constructora de Nicolás Caputo -íntimo amigo del Presidente- de la obra civil para la instalación del reactor nuclear RA-10, por 797 millones de pesos.
-Denuncia del Memorándum de Entendimiento con Irán, en alineamiento total con Israel y con los sectores más militaristas de la oligarquía norteamericana.
-Vaciamiento del equipo de profesionales de la querella que representa al Estado argentino en el juicio por el "Encubrimiento en la Investigación del Atentado a la AMIA", (masacre de bandera falsa en que fueron asesinadas 85 personas y hubo más de 300 heridos) por la que están siendo juzgados de encubrimiento altos funcionarios de la administración Menem (el mismo Menem está procesado) y de las organizaciones judías AMIA y DAIA, también involucradas en el encubrimiento de esa masacre (razón por la cual el ex canciller Timerman se desafilió de las mismas).
-Designación de embajadores en comisión, sin pasar por el Congreso.
-Tarifazo en los valores de la energía eléctrica mayorista, sin audiencia pública, que es como lo establece la ley.
-Establecimiento de la "emergencia estadística", pretexto aducido para suspender las mediciones del Instituto de Estadísticas y Censos por un plazo de por lo menos 8 meses, por lo que actualmente no hay estadísticas oficiales.
-Para aumentar las reservas del Banco Central, endeudamiento por 5.000 millones de dólares, con entrega en garantía de bonos por el doble, 10.000 millones de dólares. El préstamo fue concedido por los bancos HSBC, JP Morgan, Santander, BBVA, Deutsche Bank, Citigroup y Unión de Bancos Suizos. El plazo para devolver los 5.000 millones es 11 meses con una tasa de 6,7%.

Los tiburones son tiburones
Conocida es la frase "los EEUU no tienen amigos permanentes, tienen intereses permanentes", la que grafica que por más que arastrados gobernantes de terceros países tengan una actitud de indigna salamería, eso no significa que los EEUU serán más benévolos sino que, por el contrario, estarán en mejores condiciones de abusar de los países que tienen la desgracia de ser representados por semejantes cipayos. Un ejemplo elocuente es el período de "relaciones carnales" de Menem y De la Rúa, donde como resultado de ellas la Argentina sólo obtuvo a cambio despojo y endeudamiento para, en el año 2001, explotar en un default mayúsculo, con los bancos robando desvergonzadamente a todos y una conmoción social incontenible.
Hoy Macri parece que pretende volver a interpretar el mismo papel ya fracasado. Y en estos pocos días el escenario nos mostró por donde va el argumento de esta película. "Les va a sorprender mucho más la oferta que la demanda de dólares", se había jactado el ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, cuando llevó adelante una de las primeras medidas del gobierno: la desregulación del mercado cambiario. En esos momentos de euforia poseletectoral se ve que la fantasía gobernaba aún más las mentes de estos "pragmáticos". El 16 de Diciembre, día del anuncio de la devaluación, el ministro prometió que conseguiría de 15 a 26 mil millones en cuatro semanas.
¿Cómo? Con la conversión a dólares del swap de yuanes por 3 mil millones de dólares (esto sí que no fue fantasía, sino una realidad que se pretendió ocultar ya que este swap con China fue acordado por el anterior ministro, Axel Kicillof). Con -en palabras de Prat Gay- "un acuerdo con todo el sector de empresas cerealeras que se han comprometido a liquidar a partir de mañana (17 de diciembre) 400 millones de dólares por día durante las próximas tres semanas. Para que se entienda bien esto implica un flujo de 2000 millones de dólares por semana", y describía que "(en el paquete de 15 a 25 mil millones de dólares) está también incluido la buena predisposición de algunos empresarios. Se van sumando empresarios que nos dijeron que si ya están las cerealeras comprometidas 'yo también puedo adelantar dólares, que de cualquier manera iba a traer. Pero en vez de traerlos a lo largo de un año los traigo en un mes'". Con pases pasivos de bancos internacionales para sustentar las reservas del Banco Central. Con colocación de bonos de deuda.
A la vez, en el plano de los precios internos de la economía, las previsiones oficiales suponían una "colaboración" de las corporaciones formadoras de precios para que éstos no suban tanto.
Y en el plano externo, las expectativas eran llegar a un rápido y razonable acuerdo con los "fondos buitres", de tal manera de "liberar" la posibilidad de endeudamiento en el mercado financiero internacional.
Repasemos entonces: las cerealeras, por semana, liquidaron 200 millones de dólares, la mitad de lo que habían prometido; a esos macanudos empresarios amigos de Prat Gay se los escuchó, por ahí, silbando, haciéndose los distraídos, porque no trajeron un sólo dólar; la colocación de bonos resultó ser un fracaso total: la licitación de bonos en dólares BONAR 2020 del 20 de Enero fue declarada desierta ya que ni un sólo inversor se presentó a comprar alguno de los 5 mil millones de dólares en títulos, y por el canje de Bonar X por Bonar 2020 sólo pudieron recaudar en torno de los 440 millones; en el caso de los pases pasivos, habían anunciado que se pensaban obtener 8 mil millones de dólares, pero finalmente sólo fueron 5 mil millones, y para ello se transformó deuda instransferible intraestado en bonos utilizados como garantía de estos créditos, bonos que durante su vida (6 a 11 años) pagarán, de ser utilizados, 9.141 millones de dólares adicionales, emitiéndose en total 13.699 millones de dólares, de los cuales 10 mil millones serán garantía del pase por 5 mil millones; en lo que se refiere a la inflación, ésta no ha podido ser moderada, sino que sigue su tendencia claramente ascendente aunque sin llegar a la hiperinflación, lo que lleva a su vez a los sindicatos a exigir legítimamente aumentos de salarios que por lo menos no bajan del 40% en las próximas paritarias; y por último las negociaciones con los "fondos buitres", a los que el gobierno llama "holdouts", no están andando al ritmo que Macri esperaba, lo que lo llevó a admitir que "esperábamos a esta altura tener la cosa más avanzada" (declaraciones en Davos el 22 de Enero).

Y además torpeza
A pocos días de asumido el nuevo gobierno la saga de los tres sicarios "evadidos" de un Penal de "Alta Seguridad" expuso el nivel de amateurismo y de inoperancia de los funcionarios de Cambiemos (tal el nombre del frente electoral que ungió a Macri en la presidencia del país). Ya a dos o tres días después de la "fuga" (fuga comprada con el dinero que uno de los sicarios obtuvo por una operación de prensa que tuvo un gran impacto electoral contra el kirchnerismo, donde señala al candidato a gobernador de la principal provincia argentina, Buenos Aires, como el pretendido autor intelectual de tres homicidios de traficantes de efedrina, un precursor químico para la elaboración de la cocaína, los homicidios por los cuales estos sicarios fueron condenados) los furcios fueron sucediéndose en una repetición de ridículos, como cuando Cristian Ritondo (bautizado vox populi como "Retonto"), el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, confesaba que "los tenemos localizados" y "vamos a esperar el momento justo para atraparlos", diez días antes de que recién entonces pudiera hacerlo la Policía de Santa Fe en Cayastá, una localidad de esa provincia a más de 500 kilómetros de donde los tenía "localizados" "Retonto"; o como cuando se anunció que los tres prófugos habían sido atrapados, 13 días después de su "fuga" y, en realidad -luego de que se felicitaran con suficiencia de veteranos profesionales el presidente Macri y sus ministros- se descubriera que sólo uno de ellos había sido apresado en ese momento, y los otros dos reos aún seguían huyendo. El blindaje mediático de los monopolios informativos privados de Argentina hizo que estas gansadas fueran convenientemente disimuladas ante los ojos de la sociedad.
De la misma manera, en otra expresión de lo que es la torpeza política, el gobierno anunció la alteración, en beneficio de la Ciudad de Buenos Aires, de los porcentajes de la coparticipación federal sin informarle ni siquiera al Ministro del Interior, que es el que tiene que conducir la relación con los gobernadores, todos los cuales fueron perjudicados por la medida y se unieron en un sólo reclamo de rectificación. Pero el gobierno de Macri, autoproclamado campeón del diálogo, ni siquiera comunica a sus colaboradores más cercanos las medidas que toma.
"¿Para qué hacer un sacrificio por cosas que se pueden resolver con sólo hacer política?" se pregunta el agente oficioso de la embajada de los EEUU en la Argentina, el periodista y editorialista de La Nación, Joaquín Morales Solá, sugiriéndole al gobierno un poco de manejo.
"Quizás el éxito de la nueva administración se cifre, paradójicamente, en comprender la política", reflexiona el consultor político Eduardo Fidanza también en La Nación, visualizando lo mismo que Morales Solá.

Mucha ideología; poco pragmatismo
Evidentemente que si es por los resultados lo que se ve aquí es mucha ideología, mucho voluntarismo neoliberal, y poco pragmatismo, entendido en el sentido cabal, como lo que ofrece resultados provechosos tangibles. Sólo a los débiles, sólo al pueblo, sólo a los más vulnerables les cabe el rigor. Es al pueblo humilde y a sus dirigentes contra los que Macri demuestra temperamento, ese que no tiene para lograr resultados útiles para la Argentina. Entonces no estamos frente al pragmatismo, sino frente a la ideología de suponer, cándidamente, que los capitalistas pueden disciplinarse solos, por "agradecidos". Esto no es eficiencia, sino una gran inoperancia que llevará a la Argentina, en poco tiempo, si es que esto sigue así, al destino de Ucrania, o de México, países en la ruina. Tomemos Ucrania: entró en un vórtice destructivo desde que prosperó el golpe de los fanáticos nazis organizados por los EEUU y la OTAN para desestabilizar las cercanías de Rusia. Cierto es que el FMI hizo groseras excepciones con ese insolvente país, pero en los hechos la vida de esa sociedad y las condiciones socioeconómicas se han deteriorado de manera dramática bajo la conducción de los equivalentes de Macri allí. Al pueblo ucraniano el FMI no le sirve para nada, por más que haga anuncios de aparente magnanimidad. El oligarca Poroshenko es el presidente de una nación gravemente desestabilizada por los ideologizados cruzados del capital financiero y el aparato militar-industrial de Occidente.
¿Qué obtuvo Ucrania a cambio de la amistad con Occidente? Pauperización de su sociedad, descomposición de su economía, y guerra como Estado proxy al servicio de la OTAN.
¿Qué obtuvo México a cambio de la amistad con EEUU? Pauperización de su sociedad, descomposición de su economía, y guerra como narcoEstado proxy al servicio de los EEUU.
¿Qué obtendrá Argentina a cambio de su renacida amistad con Occidente de la mano de Macri? Seguramente algo muy parecido. Ojalá que los argentinos, con la organización popular y el sentimiento nacional, logremos impedir a tiempo la consumación de esta desgracia.

por Leonardo Del Grosso