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miércoles, 25 de octubre de 2017

CORMORÁN: UNA VICTORIA CONTRA MACRI Y SUS AMOS

"Al Cormorán le cortaron las alas". Así tituló el MPR-Quebracho su comunicado de celebración de una victoria política, en la actual Argentina donde la restauración neoliberal tiene un consenso relativamente suficiente como para sentirse fuerte para actuar contra el país.
La victoria a la que me refiero se trata del intento estadounidense, hasta el momento infructuoso, de hacer ejercicios militares conjuntos con Argentina en territorio nacional. Infructuoso porque lo impidieron la movilización popular y la digna decisión de legisladores que defienden su Patria. Sucede que, según el relato del proyecto de ley 308/17 enviado al Congreso por Macri, ingresado al Senado el 28 de agosto pasado, "el presente ejercicio está fundamentado en una carta elevada por el Agregado Naval de la Armada de los Estados Unidos de América, en enero del año 2017, a la Armada Argentina ofreciendo traer al país dos (2) aviones P-3 C Orion con la finalidad del intercambio de experiencias".

Quebracho exigiendo a los diputados que no aprueben los ejercicios "Cormorán"

Según este proyecto, los lugares de realización de estos ejercicios son la "Base Aeronaval 'Almirante Zar', ubicada en la ciudad de Trelew, provincia del Chubut, Base Aeronaval 'Comandante Espora', ubicada en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, y en la Zona Económica Exclusiva de la República Argentina".


Más adelante explicita que "el concepto rector de este ejercicio es el intercambio de experiencias y ejercitaciones, las que se basan en la necesidad de verificar procedimientos de técnicas y tácticas aeronavales de patrulla, control del mar y operaciones antisubmarinas básicas de uso común por todas las Fuerzas Aeronavales de las Armadas del mundo, en especial lo concerniente a exploración".
Sinceramente no me puedo imaginar cuáles serán esos tan complejos procedimientos de patrulla como para que tengamos que recurrir al intercambio de experiencias con los EEUU, imperio que, como sabemos, además de todo el daño que le ha hecho y le hace a nuestro país y pueblo; además de quedar claro que en la guerra de Malvinas traicionó, al ayudar a los británicos, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (un tratado, para colmo, redactado y hecho básicamente por los mismos EEUU), traicionando así a nuestro país; además de estar históricamente involucrado en todas las maniobras y acciones de desestabilización de nuestra nación para saquear nuestros recursos; además de votar, en la ONU, siempre en contra de nuestros reclamos soberanos sobre nuestros territorios en el Atlántico Sur; además de todo eso que hace contra nosotros, EEUU es la causa de las guerras y de los males que atormentan a nuestro planeta. Seguramente que, en la eventualidad de querer aprender, habrá muchos otros países a los que recurrir, países comprometidos con la paz y la prosperidad.

nuevamente frente al Congreso, para exigir lo que es justo
Entonces, es fácil darse cuenta que con este gobierno de cipayos nada es lo que dicen: desde mi punto de vista, estos ejercicios tienen, por un lado, un significado muy importante desde el ángulo político, más allá de su propia especificidad militar. Se trata reinaugurar el ingreso de efectivos militares yankis a nuestro territorio, luego de 8 años en que no han sido autorizados por nuestro país. Justamente por eso, como primer paso, para vencer eventuales resistencias, no concibieron un ejercicio militar rimbombante, sino que, para que pasara de manera subrepticia, desapercibida, lo que propusieron fue una actividad modesta. Y de hecho, en el Senado, el macrismo obtuvo la media sanción sin ningún problema, y con la colaboración de varios senadores que se presentan ante la opinión pública como adalides del nacionalismo, como recios argentinos de ley (¡pobre Patria!).
Por otro lado, estos ejercicios, en su peculiaridad militar, demuestran al carácter arrastrado y traidor a la Argentina de este gobierno, y la mirada colonialista de los yankis hacia nosotros: para los EEUU, a partir de la victoria de Macri, en la geopolítica mundial, la Argentina es su territorio, no el nuestro, y lo quieren patrullar con la colaboración de militares nativos que se autodenominan argentinos, que seguro gritan los goles de la selección nacional de fútbol pero que, en los hechos, no son más que miserables lamebotas de nuestros enemigos de Malvinas. ¡Pobres nuestros combatientes que dieron la vida allá en nuestro archipiélago austral, en nuestras Islas Malvinas, hoy usurpadas por los anglosionistas! Los yankis quieren patrullar el Atlántico Sur para saber si por aquí andan submarinos chinos o rusos, y para controlar que los inmensos recursos naturales de nuestro Mar Argentino y nuestra Zona Económica Exclusiva sólo puedan ser depredados por ellos y por la entente EEUU-Reino Unido-Israel, y por nadie más. ¡La Argentina es colonia yanki, carajo! ¡Eso defienden los gringos con estos patrullajes!

Así tituló Clarín su frustración de cipayo

Por eso, haber frenado estos planes militares, porque hubo diputados que respondieron a su bandera nacional evitando la aprobación del proyecto macrista en la Cámara baja, es un importante triunfo político, y también una piedra en el zapato en lo que pensaban operar con estos ejercicios conjuntos. Y para lograr este triunfo, el MPR-Quebracho fue la única organización que se movilizó en las calles, haciendo "pressing" frente al Congreso, con sendas actividades que no se suspendieron ni por el viento, la lluvia o el frío. Y fue la única organización no porque así lo haya preferido, sino porque, y me consta, quienes fueron invitados a protagonizar juntos esta resistencia, por una u otra razón, declinaron el convite. Sinceramente lo lamento. Quebracho tiene razones para sentirse orgulloso de ser tenaz y firme, a pesar de la relativa soledad, y de haber aportado a esta victoria, pero mucho mejor hubiera sido que el equipo tuviera más jugadores. Los que no vinieron no quisieron ponerse la camiseta nacional. Es una pena. Ojalá aprendan y dejen de ser "pechofríos". Espero que también dejen de ser cararrotas y, por lo menos, no anden criticando a Quebracho por ahí.
Mi celebración por esta movilización de Quebracho, que defiende la nacionalidad frente a tanto cipayaje y a tantos charlatanes.

quemando la bandera de los usurpadores

la verdadera bandera de Macri, quemándose


¡Patria sí, Colonia no!
¡Fuera ingleses de Malvinas!
¡Fuera yankis de América Latina!