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lunes, 12 de septiembre de 2016

RAÚL “BOLI” LESCANO ¡PRESENTE! ¡AHORA! ¡Y SIEMPRE!


Culminaba el crepúsculo. Había anochecido. Un mensaje de voz, de Fernando Esteche, cayó a mi celular. Sus palabras algo entrecortadas por el dolor, por lo irreversible, por lo irrevocable, expresaron con bronca e impotencia que Raúl “Boli” Lescano había fallecido. Era el 9 de Septiembre.

Raúl "Boli" Lescano
 
cortejo en honor a los restos inmortales del "Boli"

La semblanza de la vida del ‘Boli’ que escribió su organización en el momento de su muerte, el Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho, de la cual él era secretario político, es precisa y rigurosa:
“Raúl ‘Boli’ Lescano nació el 20 de febrero de 1950, en la provincia de Santa Fe. Es padre de dos hijos y una hija. Desde muy joven inició su militancia revolucionaria, integrando el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), y se incorporó al foco guerrillero en el frente rural de la Compañía de Monte ‘Ramón Rosa Giménez’ del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
Bajo la dictadura del Gral. Lanusse, autodenominada ‘Revolución Argentina’ (1971-1973), fue preso político por primera vez. Permaneció detenido en el penal de máxima seguridad de Rawson, cárcel donde se libró una de las fugas históricas por parte de las organizaciones revolucionarias y cuya respuesta por parte del gobierno dictatorial fue la ‘Masacre de Trelew’. Logró su libertad el 25 de mayo de 1973, en el histórico ‘Devotazo’, cuando el recién asumido gobierno de Héctor Cámpora, dictó la liberación de los presos políticos de la cárcel de Villa Devoto.
Tras recuperar su libertad como miembro del ERP, integró el intento de copamiento del Regimiento 17 de Infantería Aerotransportada en Catamarca el 10 agosto de 1974, bajo el gobierno policial (y parapolicial) de Isabel Martínez de Perón, López Rega y su Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Allí nuevamente será encarcelado hasta finales del gobierno.
Al comenzar la última dictadura militar (1976-1983), es apresado nuevamente, y se convertirá en el preso político de la dictadura que más tardaron en liberar. Será durante el avanzado gobierno de Raúl Alfonsín, en junio de 1984, cuando alcanzará su libertad, huelga de hambre mediante.
Al salir de prisión, trabajó en la publicación de la Revista ‘Entre todos’, órgano de difusión del Movimiento Todos por la Patria (MTP). Años después, viajará hacia Nicaragua, para aportar al proceso revolucionario sandinista.
Durante los noventa en el inicio de la pelea contra el neoliberalismo, militó en la Agrupación Popular 9 de Julio, que nucleaba viejos compañeros que venían de la experiencia de los setenta, siendo miembro de la dirección de dicha organización. En 1996 será parte fundadora del Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho, convirtiéndose en miembro de la Mesa Política Nacional y Secretario Político de la organización.
A partir del 2007 se le abrió una causa por realizar un escrache al local del gobernador neuquino Jorge Sobisch, en repudio al asesinato del docente Fuentealba, causa por la que fue juzgado y condenado. Junto a Fernando Esteche, fueron encarcelados en el Penal de Máxima Seguridad de Marcos Paz y luego trasladados a Ezeiza, permaneciendo seis meses en prisión -como condena anticipada- hasta que lograron la libertad mediante una extensa huelga de hambre de 43 días.
Por esa misma causa va a juicio oral y es condenado en 2010 a 3 años y 6 meses de prisión. Causa confirmada en las distintas instancias de apelación, incluida la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la cual estuvo detenido 1 año y medio. En ese transcurso, apenas fue encarcelado, sufrió un ACV que hasta el día de su muerte le ha generado complicaciones. Necesariamente eso ha sido un agravante para su salud.
Poco antes de ir preso en 2014 testificó como sobreviviente en el juicio de la ‘Masacre de Capilla del Rosario’ donde fusilaron a 14 guerrilleros del ERP en Catamarca. Su testimonio fue determinante para lograr la condena en primera instancia a los acusados.
Hasta el día de su fallecimiento, rodeado de solidaridad y respeto por toda la militancia popular de Argentina, el Boli no ha dejado de militar, de cumplir tareas políticas, de participar en todo tipo de actividad de la organización, desde su condición de militante revolucionario y Secretario Político de Quebracho. Era parte del Partido Miles por Tierra Techo y Trabajo, desde donde apostaba a la conquista de un gobierno popular para Argentina”.


compañeros del ERP le riden homenaje

Esta consecuencia sin mancha es lo que explica que a su funeral concurriera desde María del Carmen Verdú (prestigiosa e inigualable abogada antirrepresiva, crítica invariablemente acérrima de todos los gobiernos del régimen representativo burgués), hasta Amado Boudou y Gabriel Mariotto (eminentes cuadros políticos y funcionarios de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner); desde Christian “Chipi” Castillo (del trotzkista Partido de los Trabajadores por el Socialismo, diputado provincial por la provincia de Buenos Aires, como Verdú claro opositor a los gobiernos kirchneristas) hasta gran parte de la conducción del espacio de unidad Miles 3T (Tierra, Techo y Trabajo), conducción que cuenta entre sus integrantes a Luis D’Elía, Osvaldo Papaleo (connotados peronistas y por lo tanto kirchneristas) y Marcelo Parrilli (reconocido abogado con pasada militancia en el trotzkismo); desde Juan Carlos Durdos, Rubén Saccchi, Jorge Gessaga, Ruben Emperador, Luis Lea Place, Roberto Felicetti, Roberto Martino, el “Nono” Frondizi y Raúl “el vasco” Huidobro (entre otros tantos compañeros del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo que estuvieron presentes) hasta Roberto Perdía y Fernando Vaca Narvaja (los dos máximos comandantes históricos de Montoneros que hoy viven en Argentina)… Esta consecuencia sin mancha es lo que explica que su sepelio se realizara en la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado, seccional Capital, y que entre las primeras coronas que fueran enviadas en su homenaje estuviera la de Milagro Sala (dirigente popular que es, junto a otros diez compañeros de la Tupac Amaru, prisionera política de Morales y Macri).
Quienes he nombrado son sólo unos pocos de todos los que concurrieron a honrar la memoria y la generosa vida de Raúl “el Boli” Lescano, pero alcanzan para dar una dimensión de lo que representa.

el retrato del Boli y de Mario Roberto Santucho

El Boli es un ejemplo hermoso de entrega sin cálculo, de amor a la Patria, al Pueblo, a Nuestra América, a los sueños de igualdad y justicia entre los Hombres. Es un ejemplo hermoso de generosidad y de compromiso con la Revolución Socialista. El Boli es un hombre que supo mantenerse siempre en la huella, sin cansarse, uniendo en su andar las diferentes resistencias y combates contra los enemigos históricos del pueblo argentino que hoy, de la mano de Macri, una vez más atacan al ser nacional y a su sujeto fundamental, el pueblo trabajador.
El Boli es un gigante de siete leguas que fue transitando con su andar los diferentes hitos de la práctica revolucionaria, estando presente en sus grandes batallas. Por eso el Boli es un digno representante de la gloriosa “generación del ‘70”, de la resistencia contra el neoliberalismo en los ‘90, de las luchas de este siglo XXI en que el Imperio recrudece su ofensiva con la pretensión de someter totalmente a Nuestra América…, y de las que vendrán por siempre, porque sigue caminando con cada uno de los que saben tener fe, dar sin reservas.
Luchar por un sueño es ir transformándolo en realidad, en felicidad compartida. Gracias Boli, por lo que hiciste por todos. Gracias por la luz que nos dejás para iluminar el camino, para seguir con la Misión de lucha, con tu Misión de Patria.







 





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