por The Saker, en thesaker.is y Comunidad Saker Latinoamérica. Escrito para The Unz Review. Traducción de Leonardo Del Grosso
Primero, un rápido quién es quién
Probablemente nunca descubriremos lo que verdaderamente fue discutido entre Trump, los sauditas y los israelíes, pero no hay duda de que la reciente iniciativa saudita contra Qatar es el resultado directo de estas negociaciones. ¿Cómo sé eso? ¡Porque Trump mismo lo dijo! Como mencioné en una reciente columna, la catastrófica sumisión de Trump a los neoconservadores y sus políticas lo han dejado empantanado con el RAS (Reino de Arabia Saudita) y con Israel, otros dos estados canallas cuyo poder y, francamente, salud mental, están disminuyendo a cada minuto.
Mientras que el RAS y Qatar han tenido sus diferencias y problemas en el pasado esta vez, en lo que atañe a la magnitud de la crisis, ésta es mucho más grande que nada en el pasado. Este es un esquema tentativo y necesariamente aproximado de quién está apoyando a quién:
Apoyando a los saudíes (según Wikipedia)
Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Egipto, Maldivas, Yemen (significa el régimen pro-saudita en el exilio), Mauritania, Comores, Libia (el gobierno de Tobruk), Jordania, Chad, Djibouti, Senegal, Estados Unidos, Gabón.
Apoyando a Qatar (según yo)
Turquía, Alemania, Irán.
Los números están del lado saudí, pero ¿la calidad?
Preguntas, muchas preguntas
La situación es muy fluida y todo esto podría cambiar pronto, pero ¿no nota algo raro en la lista anterior? Turquía y Alemania apoyan a Qatar, aunque Estados Unidos apoya al RAS. Eso es, para los principales estados miembros de la OTAN, tomar una posición contra los EE.UU.
A continuación, mire la lista de apoyo a los saudíes: excepto los EE.UU. y Egipto, todos son militarmente irrelevantes (y los egipcios no se involucrarán militarmente de todos modos). No es así para los que se oponen a los saudíes, especialmente Irán y Turquía. Así que si el dinero está del lado de los saudíes, el poder de fuego está del lado de Qatar aquí.
Entonces, ¿Gabón? ¿Senegal? ¿Desde cuándo están involucrados estos dos en la política del Golfo Pérsico? ¿Por qué están tomando partido en este conflicto lejano? Un rápido vistazo a las 10 condiciones que los saudíes exigen que los cataríes cumplan, no nos ayudan a entender su participación:
1- Inmediata ruptura de las relaciones diplomáticas con Irán,
2- Expulsión de Qatar de todos los miembros del movimiento de resistencia palestina Hamas,
3- Congelamiento de todas las cuentas bancarias de miembros de Hamas y abstención de cualquier trato con ellos,
4- Expulsión de Qatar de todos los miembros de la Hermandad Musulmana,
5- Expulsión de los elementos anti-CCG[P] (Consejo de Cooperación del Golfo -Pérsico-),
6- Terminar el apoyo a las “organizaciones terroristas”,
7- Detener la interferencia en los asuntos de Egipto,
8- Cesar las transmisiones del canal de noticias Al Jazeera,
9- Pedir disculpas a todos los gobiernos del Golfo [Pérsico] por los “abusos” de Al Jazeera,
10- Prometer que (Qatar) no llevará adelante ninguna acción que contradiga las políticas del CCG[P] y adherir a su estatuto.
Los saudíes también entregaron una lista de individuos y organizaciones que quieren prohibir (ver aquí).
Mirando estas condiciones, queda bastante claro que Irán y los palestinos (especialmente Hamas) están en la lista de demandas. Pero ¿por qué Gabón o Senegal se preocuparían por esto?
Más interesante, ¿por qué ISRAEL no aparece como un país que apoya al RAS?
Como siempre, hacia adentro los propios israelíes son mucho más honestos acerca de su papel en todo esto. Bueno, tal vez no dicen “lo hicimos”, pero escriben artículos como “Cinco razones por las que Israel debe preocuparse por la crisis de Qatar”, que enumera todas las razones por las que los israelíes están maravillados:
1- Esto a Hamas le duele
2- Esto acerca a Israel con Arabia Saudita, Egipto y el Golfo
3- Esto muestra que la influencia estadounidense está de regreso en la región
4- Esto deslegitima al terrorismo
5- Esto refuerza la mano de Israel en general y el gobierno de Israel en particular
¿Qué hay de los Estados Unidos? ¿Ellos se benefician realmente con esta crisis?
Estados Unidos tiene en Qatar lo que podría ser la mayor base de la USAF en todo el mundo, la Base Aérea de Al Udeid. Además, la sede central de avanzada del CENTCOM de los Estados Unidos también se encuentra en Qatar. Decir que estas son infraestructuras cruciales de Estados Unidos es un sobreentendido -alguno podría argumentar que éstas son las instalaciones militares estadounidenses más importantes en cualquier parte del mundo fuera de los Estados Unidos. Por lo tanto, lógicamente, uno podría concluir que lo último que los EE.UU. desearían es cualquier tipo de crisis o incluso tensiones en cualquier lugar cerca de instalaciones tan vitales, sin embargo es muy claro que los saudíes y los estadounidenses están actuando al unísono contra Qatar. Esto no tiene sentido, ¿verdad? Correcto. Pero ahora que Estados Unidos se ha embarcado en una fútil política de escalada militar en Siria, no debería sorprendernos que los dos principales aliados de Estados Unidos en la región estén haciendo lo mismo.
Además, ¿hubo alguna vez un momento en el que las políticas de la Administración Trump en Oriente Medio tuvieran algún sentido lógico? Durante la campaña electoral fueron, digamos, 50/50 (excelente sobre ISIS, sencillamente estúpidas sobre Irán). Pero desde el golpe de enero contra Flynn y la capitulación de Trump hacia los neocons todo lo que hemos visto es un tipo de estupidez delirante tras otro.
Objetivamente, la crisis en torno de Qatar no es buena para los Estados Unidos. Pero eso no significa que una Administración que ha sido tomada por duros ideólogos esté dispuesta a aceptar esta realidad objetiva. Lo que tenemos aquí es una administración muy débil conduciendo un país que se debilita rápidamente y que intenta desesperadamente demostrar que aún puede tirar mucho peso. Y si eso es, de hecho, el plan, es uno muy malo, uno que está destinado al fracaso y uno que dará lugar a muchas consecuencias no deseadas.
Volviendo al mundo real
Lo que Ud. tiene aquí es un caso severo de humos y espejos y lo que realmente ocurre es, una vez más, un torpe intento de debilitar a Irán por parte de los Tres Estados Canalla (EE.UU., Arabia Saudita, Israel).
Por supuesto, hay otros factores que contribuyen a esto, pero el gran asunto, el núcleo del problema, es lo que yo llamaría la rápidamente creciente “atracción gravitacional de Irán” y la correspondiente “desintegración orbital” de toda la región en la medida de su cercanía con Irán. Y para empeorar las cosas, los Tres Estados Canallas están perdiendo visible e inexorablemente su influencia sobre la región: Estados Unidos en Irak y Siria, Israel en Líbano y Arabia Saudí en Yemen -los tres se han embarcado en operaciones militares que terminaron siendo abyectos fracasos y que, lejos de demostrar que estos países eran poderosos, mostraron lo débiles que realmente son. Peor aún es el hecho de que los saudíes se enfrentan a una grave crisis económica sin fin a la vista, mientras que Qatar se ha convertido en el país más rico del planeta, sobre todo gracias a un inmenso campo de gas que comparte con Irán.
Podría parecer que Qatar no es una amenaza tan grande para Arabia Saudita después de todo, siendo -a diferencia de Irán- otro país salafista, pero en realidad esto es sólo un aspecto del problema: en los últimos decenios los Qataríes han sentido cómo su nueva riqueza les da medios completamente desproporcionados con su tamaño físico: no sólo crearon el imperio mediático más influyente del Medio Oriente, al-Jazeera, sino que incluso se embarcaron en una política exterior propia que los convirtió en protagonistas clave en las crisis en Libia, Egipto y Siria. Y sí, Qatar se convirtió en uno de los principales partidarios del terrorismo, pero también lo son Estados Unidos, Arabia Saudita o Israel, de modo que eso es sólo un pretexto hueco. El verdadero “crimen” de Qatar fue negarse, por razones puramente pragmáticas, a unirse a la masiva campaña contra Irán impuesta a la región por Arabia Saudita e Israel. A diferencia de la larga lista de países que tuvieron que expresar su apoyo a la posición saudita, los qataríes pudieron tener los medios para decir simplemente “no” y trazar su propio rumbo.
Ahora lo que los saudíes esperan es que Qatar ceda ante las amenazas y que la coalición liderada por los saudíes prevalezca sin tener una guerra “caliente” contra Qatar. La probabilidad de que lleguen a este resultado es una suposición, pero yo personalmente soy más bien escéptico (más sobre esto más adelante).
¿Qué pasa con Rusia en todo eso?
Los rusos y los cataríes han chocado cabezas muchas veces, sobre todo en Siria y Libia, donde Qatar desempeñó un papel extremadamente tóxico, siendo los principales financistas de varios grupos terroristas takfiríes. Además, Qatar es el principal competidor de Rusia en muchos mercados de GNL (gas natural licuado). Hubo también otras crisis entre los dos países, incluyendo lo que parece ser un asesinato ruso del líder terrorista checheno Zelimkhan Yandarbiyev y los posteriores tortura y juicio de dos empleados de la embajada rusa acusados de estar involucrados en el asesinato (fueron sentenciados a prisión perpetua y eventualmente serán enviados de vuelta a Rusia). Aún así, los rusos y los cataríes son pueblos eminentemente pragmáticos y los dos países mantienen predominantemente una relación cordial, aunque cuidadosa, relación que hasta incluye algunos emprendimientos económicos conjuntos.
Es muy improbable que Rusia intervenga directamente en esta crisis a menos que, por supuesto, Irán sea atacado directamente. La buena noticia es que un ataque directo contra Irán es improbable, ya que ninguno de los Tres Estados Canalla realmente tiene estómago para enfrentarse a Irán (y Hezbolá). Lo que Rusia hará es utilizar su poder blando, político y económico, para probar de ir incorporando lentamente a Qatar dentro de la órbita rusa de acuerdo con la estrategia semi-oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia que es “convertir a los enemigos en neutrales, neutrales en amigos, amigos en aliados”. Al igual que con Turquía, los rusos con mucho gusto ayudarán, sobre todo porque saben que esta ayuda les va a dar una influencia muy valiosa en la región.
Irán, el verdadero objetivo de todo
Los iraníes ahora están diciendo abiertamente que el reciente ataque terrorista en Teherán fue ordenado por Arabia Saudita. Técnicamente hablando, eso significa que Irán está ahora en guerra. En realidad, Irán es la verdadera superpotencia local que actúa con calma y moderación: los iraníes comprenden plenamente que este último ataque terrorista es un signo de debilidad, si no de desesperación, y que la mejor reacción es actuar de la misma manera que como los rusos reaccionaron ante los atentados con bomba en San Petersburgo: mantenerse enfocado, tranquilo y decidido. Al igual que los rusos, los iraníes también se han ofrecido a enviar comida a Qatar, pero es poco probable que intervengan militarmente a menos que los saudíes realmente se vuelvan locos. Además, con las fuerzas turcas pronto desplegadas en Qatar, los iraníes no tienen ninguna verdadera necesidad de ninguna exhibición de poder militar. Yo diría que el simple hecho de que ni EE.UU. ni Israel se hayan atrevido a atacar directamente a Irán desde 1988 (desde que la Fuerza Aérea de los EE.UU. derribara el avión de pasajeros Airbus 655 de Iran Air) constituye la mejor prueba del verdadero poder militar de Irán.
Entonces, ¿hacia dónde nos dirigimos?
Eso es realmente imposible de predecir, aunque sólo sea porque las acciones de los Tres Estados Canalla difícilmente puedan ser descriptas como “racionales”. Sin embargo, suponiendo que nadie se vuelva loco, mi sensación personal es que Qatar prevalecerá y que fracasará el último intento saudí de probar lo poderoso que es el Reino, al igual que todos los anteriores (en Bahrein 2011, Siria 2012 o Yemen 2015). El tiempo tampoco está del lado de los saudíes. En cuanto a los cataríes, ya han indicado claramente que no están dispuestos a rendirse y que lucharán. Los saudíes ya han tomado la escandalosa decisión de imponer un bloqueo a un país musulmán durante el mes sagrado de Ramadán. ¿Realmente escalarán y cometerán un acto de agresión contra un país musulmán durante ese mes? Podrían, pero es difícil de creer que incluso podrían ignorar a la opinión pública musulmana. Pero si no lo hacen, entonces su operación perderá mucho ímpetu mientras que a los qataríes se les dará tiempo para prepararse política, económica, social y militarmente. Qatar puede ser pequeño, y los propios cataríes no son muy numerosos, pero sus inmensos bolsillos les permiten alinear rápidamente cualquier cantidad de proveedores y contratistas dispuestos a ayudarlos. Este es el caso donde las famosas “fuerzas del mercado” actuarán a favor de Qatar.
El ministro de Asuntos Exteriores catarí es aguardado en Moscú el sábado y es bastante obvio en torno de qué girarán las conversaciones: mientras Rusia no pondrá todo su peso político para apoyar a los cataríes, el Kremlin podría aceptar convertirse en un mediador entre el RAS y Qatar. Si eso sucede, esa sería la última ironía: el principal resultado de la operación saudita-israelí-estadounidense hará que Rusia sea un actor aún más influyente en la región. En cuanto a Qatar, el resultado de esta crisis probablemente se articulará a lo largo de líneas nietzscheanas: “Lo que no nos mata, nos hace más fuertes”.
Conclusión
Veo esta última crisis como otro intento desesperado por parte de los Tres Estados Canallas de probar que siguen siendo el tipo más grande y malo de la manzana y, al igual que los anteriores, pienso que fallará. Por ejemplo, simplemente no veo a los cataríes cerrando al-Jazeera, una de sus “armas” más poderosas. Tampoco veo que rompan todas las relaciones diplomáticas con Irán, ya que esos dos estados están unidos por la cadera por el inmenso campo de condensación de gas de South Pars. La inmensa riqueza de los cataríes también significa que tienen partidarios muy poderosos en todo el mundo que en este momento, al escribir estas líneas, están probablemente en el teléfono haciendo llamadas a personas muy influyentes e indicándoles, en términos que no dejan lugar a ninguna duda, que Qatar no debe ser ensuciado.
Si para algo servirá esta crisis será sólo para empujar a Qatar más lejos hacia el cálido abrazo de otros países, incluyendo Rusia e Irán, y para debilitar más a los saudíes.
Los Tres Estados Canallas tienen el mismo problema: su capacidad militar para amenazar, intimidar o castigar se está erosionando rápidamente y cada vez menos países les temen. Su mayor error es que en vez de intentar adaptar sus políticas a esta nueva realidad, ellos siempre optaron por doblar la apuesta una y otra vez, aunque fallen cada vez, haciéndolos parecer aún más débiles y su situación inicial aún peor. Esta es una espiral descendente muy peligrosa y, sin embargo, los Tres Estados Canalla parecen incapaces de diseñar ninguna otra política.
Terminaré esta columna comparando lo que los Presidentes Putin y Trump están haciendo en estos días, ya que encuentro esta comparación altamente simbólica de la nueva era en la que vivimos: Trump, después de bombardear unos cuantos “técnicos” (camiones 4×4 con una ametralladora) y camiones en Siria, procedió a twitear que Comey era un mentiroso y un extraviado. En cuanto a Putin, participó en la última reunión de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), la que dio la bienvenida como miembros de pleno derecho tanto a Pakistán como a la India. Ahora, la OCS representa ahora más de la mitad de todas las personas que viven en nuestro planeta y una cuarta parte del PBI mundial. Se puede pensar en ella como el “otro G8”, o el “G8 que importa”.
la versión rusa del G-8: la OCS, “el G-8 que importa” |
Yo sostengo que esta rápida comparación de agenda realmente me dice todo.
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