por Jorge Luis Ubertalli Ombrelli (19/11/2018)
Nota de Leonardo Del Grosso: frente a la confusión que intenta sembrar en el pueblo el enemigo imperialista, importante es difundir lo que aporte a la discusión, al debate. El siguiente artículo de Ubertalli Ombrelli es un aporte destacable para alimentar el mismo. Leamos...
20 de noviembre de 1845: batalla de Vuelta de Obligado |
A Buenaventura Durruti Dumange, libertario, mártir de la Revolución española. A los 44 submarinistas hundidos en el mar del sur y en el de las mentiras urdidas por los colonialistas, sus compinches y los cipayos locales.
El 20 de noviembre se conmemoran dos acontecimientos que, si bien lejanos en geografías y tiempos, coinciden en cuanto a las luchas de los pueblos por su liberación social y nacional. Por sus irrenunciables combates contra explotadores, opresores y colonialistas.
Un 20 de noviembre de 1936, en la Madrid rebelde y revolucionaria que luchaba contra el fascismo franquista y sus aliados nazi-fascistas alemanes e italianos, cayó en combate Buenaventura Durruti Dumange, militante y combatiente libertario, que comandaba su columna en el marco de la defensa de Madrid.
El 20 de noviembre de 1845, en la Argentina que no se hincaba ante el colonialismo anglo-francés, se libró el Combate de la Vuelta de Obligado, situada en el rio Paraná, en donde, a pesar de la inferioridad de fuerzas, los gauchos-soldados-montoneros ganaron la lucha por la dignidad nacional y la autodeterminación frente a los colonialistas.
Estas dos fechas se simbiotizan hoy en cuanto a las nuevas situaciones que nos toca vivir en nuestro país, signado por el desgobierno de un mamarracho sin conciencia nacional y enemigo de la clase trabajadora, que a fines de noviembre espera un aluvión de caranchos dispuestos a disputarse territorio, riquezas, sudor proletario y miseria popular en el contexto de la reunión del G-20.
La tierra, el mar y los servicios
Hace pocos días, en un cementerio signado por la omnipotencia, la impunidad y las felonías cometidas en vida por la mayoría de los que allí se disuelven en el ácido histórico de los justos, una muchacha treintañera, anarquista, que manipulaba un explosivo casero para hacer temblar los cimientos de la cloaca que contiene los restos del asesino de trabajadores, coronel Ramón Falcón, perdió tres dedos de la mano, se desfiguró el rostro y, en peligro de vida, continúa en coma inducido en un hospital porteño. Los servicios -mi abuelo llamaba servicio al inodoro donde iba a c….- se encargaron de difundir, a través de sus voceros oficiosos, diatribas y calumnias para enlodar el cuerpo y la historia de la muchacha libertaria. Y no sólo ellos. Algunas almas buenas y decentes de la izquierda de ordeñe y el progresismo hervíboro de amplio espectro, lanzaron acusaciones abiertas o veladas hacia la muchacha y su acompañante, signándolos como lúmpenes o provocadores policiales. O sea, además de sufrir el dolor, la angustia y el miedo, la muchacha debe cargar hasta hoy, además de los sambenitos antes nombrados, el de ‘terrorista’, o sea, sembradora del terror en un hediondo pozo ciego donde se pudre un asesino popular. Y no sólo eso. Su acción les sirvió a los esbirros de los saqueadores para allanar humildes viviendas y detener a varios jóvenes acusados también de ser arcángeles del terror anárquico. Paralelamente, se detuvo también a jóvenes pertenecientes a la comunidad musulmana local, acusados por buchones sionistas locales de conformar un ejército de mensajeros del ‘terror’ mediooriental.
El pasado año y en estos mismos días, un submarino que llevaba 44 tripulantes desapareció de la superficie del mar y se hundió en las profundidades de la traición, la felonía y la mentira. Una vez más, los homólogos del asentadero donde mi abuelo llevaba a cabo sus necesidades fisiológicas, se encargaron de distraer a la "opinión pública" a través de sus voceros. Una implosión en el interior de la nave, causada por su mal mantenimiento, fue el cuento oficial que infinidad de "especialistas" en operaciones de acción psicológica narraron de una u otra forma por todos los medios posibles, con el fin de justificar el futuro desmantelamiento -como ya se está llevando a cabo- de la industria naval civil y de la defensa. Voceros de una Armada que, más que brancaleone, es una oveja mimada por el imperio y sus amanuenses oficiales, se encargaron de difundir desde partes oficiales mamarracheados por dobles o inintelegibles mensajes, la versión "oficial", y hasta formularon, frente a los familiares de los hundidos, infames comparaciones entre "sus héroes" y los malvados de turno, en este caso, el muchachito anarquista Santiago Maldonado, asesinado tiempo antes por los "verdes", la prensa adicta y todos los funcionarios gubernamentales y judiciales alimentados por la corruptela y la infamia.
¿Cuáles son las significaciones que igualan a la muchacha flagelada por el explosivo del cementerio y los submarinistas inmolados, además de una fecha común, 20 de noviembre, que signa una patriada anticolonialista argentina y la caída en combate de un revolucionario anarquista español?
-La mentira. La muchacha fue acusada de provocadora policial y los submarinistas de estar operando -según algunos comunicadores- en un ejercicio conjunto con los medios bélicos británicos, chilenos, norteamericanos y otros, denominado "Cormorán", a todas luces ilegal, ya que no había sido aprobado por el Congreso. Según esta versión, que se homologa con la que se dio a través de los serviciales canales sobre la muchacha "terrorista", vinculada, según se difundió, a las fuerzas de seguridad y/o inteligencia de los cipayos oficiales, el submarino estaba operando conjuntamente con la flota enemiga que ocupa Las Malvinas y un ¡¡¡"fuego amigo"!!! lo mandó a pique. "Parece cosa e’mandinga" diría un paisano. Pero las similitudes en cuanto a la información sobre los actores de ambos hechos son notables en su similitud argumental y su retorcido anclaje.
-Justificaciones para provocar y tomar decisiones antipopulares y antinacionales. El hecho del cementerio y otro que tuvo como blanco a un coleóptero de la injusticia metido a juez, parecen haber servido a los organismos de in-seguridad y su titular, personaje tartufista y patético si lo hay, para "cazar" supuestos "terroristas" en el contexto del G-20, que se llevará a cabo en Buenos Aires dentro de unos días. Así anarquistas, musulmanes, protestadores varios, serán anatemizados y extorsionados por presunción de ideología, religión o cualquiera otra cosa "maldita". Con respecto al submarino, la situación es análoga. Su hundimiento -más que probable provocado por fuego enemigo que detectó su presencia en un área que linda con una zona ocupada a la fuerza por los británicos y sus aliados de la OTAN- no sólo sirvió de excusa al oficialismo para cuestionar la operatividad de la industria naval y su posterior desmantelamiento, sino –en cuanto a la versión del "fuego amigo"- a desnaturalizar el accionar de los 44 desaparecidos y, por lo tanto, indiferenciarlos, ante el pueblo trabajador, de los uniformados torturadores y asesinos que se hicieron del poder en 1976, con el fin de que fueran abandonados a la suerte popular, y sólo reivindicados por sus "pares". O sea, sacarlos de la causa de defender la soberanía nacional y ponerlos en el lugar de los colaboradores del enemigo.
Terroristas de Estados
Dentro de unos días llegarán a la Argentina máximos emisarios de potencias de distinto signo y enfrentadas en una guerra comercial, política y una todavía no declarada confrontación militar. (ver ‘El muro y el molino’, de este autor, en ‘http//malevayupi.webnode.com’, ‘Resumen Latinoamericano’, ‘Kaos en la Red’ y ‘Rebelión’, de mediados de noviembre). Los representantes de algunas de estas potencias, sobre todo EE.UU. y sus socios fascistas de Brasil y Chile, con el apoyo de miembros insertados en el elenco macrista, apuestan a reemplazar al "gradualista" Macri por un fascista a secas, y neutralizar los más de 30 acuerdos comerciales que Argentina y China refrendarán en estas jornadas y algún otro a establecer con Rusia. En este contexto, algún hecho "terrorista" ejecutado por agentes del imperio y/o sus mandaderos golpearía al macrismo, fundamentalmente a su jefe, que con un cinismo y pragmatismo que asusta comulga con todos, en tanto aquellos que pretenden impedir hechos "terroristas" y seguir dándole aire dan muestras de su objetivo, aportando elementos técnicos -de gran difusión periodística, además de humanos- para evitarlos. Advertencias externas, premoniciones, sugerencias de funcionarias imbéciles a "la gente" para que emigre de Buenos Aires durante las jornadas del G20 están a la orden del día. El macrismo y sus mamarrachos son el jamón del sandwhich de esta guerra encubierta entre potencias, que podría asomar a través de acciones bárbaras, cuyas víctimas fundamentales serían los trabajadores y el pueblo argentino. Sus propugnadores y ejecutores podrían calificarse como Terroristas de Estados…y no muchachas libertarias, muchachos de religión musulmana, militantes variopintos de izquierda denominada reformista o revolucionaria según se autodefina o nacionalistas revolucionarios populares.
Así que no vengan lo/as funcionario/as, sus perros de presa y sus informadores de morondanga a buscar chivos emisarios "terroristas" entre nosotros, los que pretendemos una revolución en serio y no un cambio de figuritas oficiales. Y menos provocada por una guerra interna entre mafiosos gubernamentales y sus financistas internacionales.
Pretendemos echar a Macri, llamar a una Asamblea Constituyente, instalar el Poder Popular en transición al socialismo. Pero todavía no podemos, aunque la hora se acerca. Y no nos vamos a dejar apretar por el macrismo represor en función de endilgarnos objetivos que trascienden nuestras voluntades y posibilidades y son caros a los bombarderos y sicarios fascistas, siempre prestos a dejar un tendal de muertos para servir a sus amos del capital.
Si hay terroristas al acecho provienen de Estados imperiales, instrumentos del gran capital para intentar tragarse países y pueblos enteros. Y a sus agentes locales hay que buscarlos en el mismo seno de las mafias oficiales, sus esbirros, sus servicios de inteligencia y adyacentes.
Libertad a todos los encarcelados populares.
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