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jueves, 14 de enero de 2016

MENSAJE DEL AÑO NUEVO 105 (2016) DE LA ERA JUCHE: "EL PODERÍO DEL SOCIALISMO SE MANIFIESTA PRECISAMENTE POR EL COLECTIVISMO"

por Mariscal Kim Jong Un, Primer Secretario del Partido del Trabajo de Corea, Primer Presidente del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea y Comandante Supremo del Ejército Popular de Corea


En este discurso, el máximo dirigente de Corea del Norte, hace un balance del año 2015 y propone nuevas metas y objetivos para continuar con el avance de esta ejemplar nación que se mantiene erguida y digna a pesar del asedio constante del Imperialismo yanki y de sus vasallos como Japón y Corea del Sur, y que sigue proponiéndose como su principal objetivo la reunificación de la Patria, dividida por los invasores occidentales cuyas tropas aún pisan, por miles, el suelo surcoreano.


imponente manifestación político-militar en RPDC


El texto completo del mensaje es el que sigue:

Queridos compañeros:
Nosotros acogemos el Año Nuevo de 2016 con el gran orgullo de los vencedores que han marcado un nuevo hito en la historia del glorioso Partido del Trabajo de Corea y de la nación.
En reflejo del ardiente sentimiento de lealtad de todo el pueblo y el Ejército Popular, rindo mi más sincero tributo y saludos cordiales por el Año Nuevo al gran Líder Kim Il Sung y al gran General Kim Jong Il, figuras de la Corea socialista y Sol del Juche.
Saludos por el Año Nuevo a todos los militares y otros sectores del pueblo quienes, con la inquebrantable voluntad de seguir para siempre por el único camino del Juche en pos del Partido, se entregan en cuerpo y alma al fortalecimiento y la prosperidad de la patria socialista. Mis mejores votos de la gran armonía y amor para todas las familias y para que resuenen más alto las risas de felicidad de nuestros queridos niños.
Con motivo del Año Nuevo saludo a los compatriotas en el Sur de Corea y en el extranjero que luchan por la reunificación de la patria, mayor anhelo de la nación, así como a los pueblos progresistas del mundo y amigos extranjeros que aspiran a la independencia, justicia y paz.
El 2015 fue un año de la lucha impetuosa marcado por acontecimientos significativos y éxitos admirables, un año victorioso y glorioso en que la Corea socialista hizo gala de su dignidad y majestuosidad.
El año pasado celebramos el septuagésimo aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea como orgulloso y significativo evento revolucionario de la potencia Paektusan.
Los uniformados y el pueblo en general se levantaron con ímpetu en fiel acato al llamamiento del Partido, libraron una batalla heroica con el espíritu revolucionario del Paektu y en audaz cooperación y con su trabajo prepararon regalos valiosos para el Partido madre.
El levantamiento de un gran número de creaciones monumentales y aldeas acogedoras al estilo socialista que reflejan la idea y la política del Partido, entre ellas la Central Hidroeléctrica Jóvenes Héroes Paektusan, las Centrales Hidroeléctricas Escalonadas Chongchongang, el Complejo de Ciencias y Tecnología, el Reparto Mirae para los Científicos y la Granja Cooperativa Especializada en Hortalizas de Jangchon, hizo patente el temple de la patria que da saltos y avanza acortando el tiempo.
Para hacer realidad el legado de los grandes líderes Kim Il Sung y Kim Jong Il, nuestros científicos, técnicos y obreros dieron agigantados pasos en el desarrollo autóctono de la metalurgia, construyeron por doquier fábricas modelos de la era de la economía del conocimiento e impulsaron enérgicamente la modernización e informatización de los procesos de producción, abriendo así brecha para el desarrollo del conjunto de la economía y el mejoramiento de la vida de la población.
En el empeño por materializar la idea del Partido y defender su política, se hicieron realidad para nuestro orgullo el vuelo de aviones y la circulación de trenes subterráneos fabricados con nuestros propios recursos, así como la abundante pesca y cosecha de frutas en nuestro régimen socialista le sumaron la alegría al pueblo.
Nuestras fidedignas futbolistas y otros deportistas honraron a la patria con preseas doradas en las lides internacionales e infundieron más ánimo a nuestros militares y civiles.
A través de los actos conmemorativos del 70 aniversario de la fundación del Partido, efectuados solemnemente acaparando la atención del mundo, demostramos plenamente el poderío de la unidad monolítica de todo el ejército y pueblo aglomerados en torno al Partido y el resplandeciente porvenir de la Corea del Juche.
Las escenas conmovedoras de la fiesta de octubre hicieron estremecer al mundo más que el estallido de una bomba nuclear o el lanzamiento de un satélite artificial y constataron que con nada se puede detener el impetuoso avance de nuestro Partido, ejército y pueblo que luchan considerando como factores decisivos de todas las victorias la unidad monolítica y el fusil.
El año pasado nuestro ejército y pueblo disiparon el peligro de la guerra que se cernía sobre la patria y la nación y salvaguardaron honrosamente la dignidad de la República y la paz mundial.
Haber neutralizado la crisis de una guerra inminente acarreada por las graves provocaciones políticas y militares de las fuerzas hostiles que propugnaban el enfrentamiento y haber salvaguardado la dignidad y seguridad de la patria sobreponiéndose a una adversa situación que presagiaba el desencadenamiento de una hecatombe constituye un triunfo aplastante logrado por la enorme fuerza de la gran unidad ejército-pueblo y el inagotable poderío del ejército revolucionario Paektusan.
Si evocamos el año pasado con mayor placer, se debe a nuestras vanguardias juveniles, continuadores del linaje de la revolución del Juche y poseedores de una fe inconmovible, quienes con su lealtad al Partido y heroísmo demostraron el ímpetu de la potencia de la juventud, única de su tipo en el mundo.
Formados y educados en el seno de los grandes líderes y del Partido, nuestros jóvenes corrieron a toda velocidad por el rumbo de la revolución coreana señalado por el Partido, concibieron el espíritu de asalto y la cultura propios de los jóvenes de la era del Songun, así como protagonizaron gestos hermosos que impresionaron a la multitud.
El hecho de que millones de jóvenes se hayan armado firmemente con la idea revolucionaria de los grandes líderes y preparado como poseedores de firme ideología y fe y continuadores de la causa revolucionaria del Juche, firmemente unidos en torno al Partido, constituye para nosotros un orgullo impar y una victoria contundente.
Todos los triunfos y éxitos que logramos el año pasado son frutos del heroico bregar de nuestro pueblo que con el espíritu y temple del Paektu llevó a cabo un asalto general en aras del fortalecimiento y la prosperidad de la patria, y productos de la valiosa sangre y sudor que militares y demás habitantes derramaron por la patria y la revolución.
Mientras pasaba junto con los militares y civiles un año de muchas creaciones y hechos admirables, nuestro Partido constató con profunda emoción el noble mundo espiritual y la perseverancia de patriotas fervorosos. Sus miradas que expresaban gran confianza y sus palabras sinceras le redoblaron el ánimo y coraje.
Por contar con la acertada dirección del Partido y con un ejército invencible y un gran pueblo que lo apoyan plenamente y lo defienden resueltamente, no le tenemos miedo a ningún obstáculo, por muy grande que sea, y podemos lograr cualquier empresa. Tal es el balance de nuestro empeño en el año pasado que nos llena de orgullo.
Agradezco de corazón a todos los miembros del Partido, oficiales y soldados del Ejército Popular y otros sectores del pueblo quienes engalanaron el año pasado con el heroísmo y las proezas al acatar la causa del Partido del Trabajo de Corea con abnegación, ardiente lealtad al Partido e inquebrantable fe.
Compañeros:
Este es un año significativo en que se celebra el VII Congreso del Partido del Trabajo de Corea.
En ese evento revisaremos con la frente alta los éxitos alcanzados por el Partido en la revolución y su construcción bajo la atinada dirección de los grandes líderes y trazaremos un diseño alentador para anticipar la victoria definitiva de la revolución.
Debemos hacer del Congreso que propiciará un viraje histórico en la causa revolucionaria del Juche un evento glorioso de los triunfadores.
¡Abramos una época de mayor esplendor para la construcción de un Estado poderoso y próspero en este año en que se celebra el VII Congreso del Partido del Trabajo de Corea!, esta es la consigna combativa que deben enarbolar nuestro Partido y nuestro pueblo.
Todos los militantes del Partido, los oficiales y soldados del Ejército Popular y el pueblo se levantarán con la ardiente fidelidad al Partido y elevado entusiasmo patriótico para demostrar plenamente el ímpetu y el coraje de una Corea empeñada en lograr la victoria definitiva acortando el siglo.
Es preciso concentrar los esfuerzos en la edificación de una potencia económica e imprimir un nuevo auge en el desarrollo de la economía nacional y la mejora de la vida del pueblo.
Para abrir brecha en la construcción de una potencia económica, las industrias eléctrica, hullera y metalúrgica y el sector del transporte ferroviario han de ser vanguardias en el avance general.
Es necesario que todo el Partido y Estado pongan empeño en resolver el problema de la electricidad.
Se debe reforzar y poner en pleno funcionamiento las centrales para aumentar al máximo la generación eléctrica, así como resolver el acucioso problema de la electricidad mediante el incremento de la capacidad generadora como la construcción de la Central Hidroeléctrica de Tanchon y el amplio uso de la energía renovable.
Es preciso promover el ahorro y el eficiente aprovechamiento de la electricidad en todas las ramas y unidades.
Al sector de la industria hullera le incumbe lograr el auge productivo con el objetivo de suministrar suficiente cantidad de carbón a las centrales termoeléctricas y otras ramas de la economía nacional.
El Estado adoptará una estricta medida para aprovisionar al sector metalúrgico, en tanto que los Complejos Siderúrgicos Kim Chaek y de Hwanghae y otras plantas afines extenderán los éxitos en la adecuación de la producción a las condiciones del país y la modernización de los procesos para incrementar la producción de los materiales de hierro y acero.
Al sector del transporte ferroviario le corresponde implantar una férrea disciplina y perfeccionar la organización y el mando para el acarreo con vistas a normalizar el tráfico ferroviario, así como activar la modernización del sector.
Nuestro Partido considera la vida de la población como el más importante de todos los asuntos estatales.
Se renovarán las ramas agrícola, ganadera y pesquera para un nuevo cambio en la mejora de la vida de los habitantes.
Al sector agrícola le compete introducir buenas variedades y métodos científicos, activar la mecanización en todas las faenas y adoptar estrictas medidas destinadas a pasar por todos los procesos agrícolas, a fin de cumplir infaliblemente el plan de la producción cerealera.
Las ramas ganadera y pesquera que se están revitalizando en respuesta al llamamiento del Partido incrementarán rápidamente la producción y lograrán efectos deseados en criaderos de peces, invernaderos de verduras y bases de producción de hongos construidos en muchos lugares del país, con miras a abastecer al pueblo una gran variedad de alimentos.
Al sector de la industria ligera le incumbe modernizar fábricas y empresas en un alto nivel, tomar medidas encaminadas al suministro de materias primas y materiales para activar la producción y presentar muchos excelentes productos y mercancías que tengan competitividad en los mercados internacionales.
La construcción es un índice que demuestra a ojos vistas el poderío nacional y el nivel de la civilización, así como una labor digna e importante dirigida a materializar la política de nuestro Partido a favor del pueblo.
En el renglón de la construcción librarán una ofensiva general para realizar la orientación y el gran proyecto de la construcción del Partido y levantarán en el nivel superior y a la máxima velocidad los importantes centros de producción, docentes y culturales y viviendas como paradigmas y modelos de la época para que continúe la era del gran esplendor de la construcción.
En todos los dominios de la economía nacional trazarán metas ambiciosas y movilizarán todas las reservas internas y potencialidades para normalizar la producción y se empeñarán en elevar la calidad de los productos y fabricar o asegurar en el país los equipos, las materias primas y los materiales, considerándolo como una importante política.
Todo el Partido, el ejército y el pueblo intensificarán la campaña de la repoblación forestal.
Se tomarán medidas drásticas para mantener limpias las ciudades, los campos, los centros de trabajo y los poblados, proteger los recursos naturales y prevenir la contaminación de la atmósfera, los ríos y los mares.
Son firmes la determinación y voluntad de nuestro Partido de valerse de las ciencias y la tecnología para consolidar la base de un Estado poderoso y próspero y acelerar su construcción.
En el sector de la investigación científica resolverán primero los problemas científicos y técnicos que enfrentamos para fortalecer el poderío de la industria autóctona y la economía independiente socialista y fomentar el bienestar de los habitantes y estudiarán a fondo para abrir nuevos horizontes en la tecnología de punta.
En las fábricas, empresas y granjas cooperativas prepararán bien las salas de divulgación de las ciencias y la tecnología y normalizarán su funcionamiento de modo que sus empleados, sea quien sea, aprendan los últimos logros científicos y técnicos. Y en la sociedad se implantará un ambiente favorable para resolver con ayuda de las ciencias y la tecnología los problemas que encaran en la realidad.
Al Consejo de Ministros y los organismos económicos estatales les compete renovar decisivamente las operaciones y el mando.
Los dirigentes del sector económico se identificarán plenamente con la política del Partido y, en atención al principio de lograr el rápido desarrollo de todos los renglones recurriendo a la inagotable creatividad de los trabajadores y los adelantos de las ciencias y la tecnología, proyectarán con una visión innovadora las actividades económicas y las impulsarán con tesón.
Cuanto más adversa que sea la situación y grandes que sean las dificultades, tanto más correctamente debemos encontrar la clave para el desarrollo económico, concentrar las fuerzas en ella y avivar la economía en su conjunto.
La tarea para aplicar en todos los dominios nuestro método de administración económica sustentada en la idea Juche será impulsada activamente hasta que su superioridad y vitalidad se demuestren plenamente.
Es necesario fortalecer por todos los medios el poderío político y militar de nuestra República.
Hace falta consolidar la base política e ideológica del socialismo.
Se considerará la ideología como motor de la revolución y se concentrará la fuerza en la educación en los 5 puntos para preparar a todos los militares y otros sectores del pueblo como poseedores de firme ideología profundamente imbuidos del espíritu revolucionario, el del viento cortante del Paektu, de manera que ellos plasmen plenamente su inflexible espíritu en la ejecución de los legados de los grandes líderes y la política del Partido.
Se intensificarán la labor política, la propaganda y la agitación como las que se realizan en la trinchera, de modo que predomine en todo el país el elevado entusiasmo político con motivo del Séptimo Congreso del Partido.
La unidad monolítica es el mayor de todos los quehaceres de la revolución del Juche y el arma que asegura victorias infalibles.
Todos los cuadros, miembros del Partido y demás trabajadores, enlazados inseparablemente con el Comité Central del Partido, pensarán, respirarán y caminarán al igual que él y serán sus eternos acompañantes.
Todas las organizaciones partidistas y los órganos estatales aplicarán la política de aprecio, respeto y amor al pueblo, priorizarán sus exigencias e intereses y atenderán con responsabilidad su vida política, material y cultural.
Siempre al tanto de la opinión pública, las organizaciones del Partido agruparán a las amplias masas alrededor del Partido y librarán una intensa lucha entre los cuadros para acabar con el abuso de la autoridad, el burocratismo y otras manifestaciones negativas y degradantes que carcomen y desintegran la unidad monolítica.
Debemos fortalecer la capacidad de la defensa nacional como una muralla de acero.
En este año en que se acogerá el 20 aniversario de la iniciativa por el gran General del Movimiento por el Título del Séptimo Regimiento de O Jung Hup, el Ejército Popular debe fortalecerse más como tropas revolucionarias del Partido que tengan firmemente establecido el sistema de dirección del Partido y no renuncien los principios revolucionarios hasta el último momento de la vida. También se dará un gran avance en la materialización del lineamiento del Partido sobre los cuatro puntos para el fortalecimiento del ejército.
El Ejército Popular promoverá el entrenamiento considerando como tareas principales hacer ejercicios como si se trataran de un combate, sentarlos sobre una base científica y moderna y, de esta manera, preparará a todos los militares como expertos en la guerra moderna y verdaderos guerreros versados en la estrategia y las tácticas militares de Kim Il Sung y Kim Jong Il, el heroico espíritu y plena capacidad de combate.
Además, será abanderado y brigada de choque de la época para abrir brecha en las obras importantes para la construcción de un Estado poderoso y próspero, y hará muchos trabajos provechosos para el pueblo.
A los oficiales y soldados del Ejército de Seguridad Interior del Pueblo de Corea les compete aplastar en su estado de embrión los atentados de los enemigos de clase y los elementos hostiles contra la Dirección de la Revolución, el régimen socialista y la vida y los bienes del pueblo. A los miembros de la Guardia Roja Obrero-Campesina y la Juvenil les corresponde intensificar ejercicios militares y políticos y perfeccionar los preparativos para la defensa de su tierra natal
En el sector de la industria de defensa nacional, desarrollarán las ciencias y la tecnología, elevarán el nivel de la adecuación de la producción bélica a las condiciones del país, su modernización y fundamentación científica e inventarán activamente autóctonos medios de golpe capaces de controlar a los enemigos, manifestando el espíritu revolucionario de la comuna Kunja.
Debemos lograr que el pueblo disfrute de la mayor civilización en el máximo nivel.
Hace falta cambiar radicalmente las condiciones y ambientes de la educación conforme a los requerimientos de la revolución educacional de la nueva centuria y renovar decisivamente la calidad de la docencia para formar a los talentos que poseen ricos conocimientos, nobles virtudes y buena salud. También es preciso mejorar el tratamiento y la prevención de enfermedades y proteger y fomentar la vida y la salud de la población según las exigencias del sistema de la salud pública socialista.
Hay que levantar la fiebre por el deporte en todo el país haciendo de la cultura física una actividad masiva y cotidiana, y lograr un desarrollo trascendental de las técnicas deportivas para crear nuevos mitos de la Corea heroica en las competencias internacionales.
En el sector artístico y literario crearán mayor cantidad de obras maestras de la época que convoquen a todos los militares y civiles a la lucha revolucionaria.
Es imprescindible librar una campaña para observar los principios y las reglas morales de modo que en toda la sociedad reine un estilo de vida sana y culta.
En este año del VII Congreso del Partido, todos los funcionarios y trabajadores se movilizarán como un solo hombre para abrir una era de mayor esplendor en la construcción de un Estado poderoso y próspero.
Lograr sin cesar éxitos admirables removiendo cielo y tierra, en total respuesta al llamamiento del Partido, es la tradición de lucha de nuestro pueblo y su temperamento.
La heroica clase obrera de Kim Il Sung y Kim Jong Il asume el deber de ser la primera en defender la ideología y la causa del Partido y levantar la antorcha del nuevo auge revolucionario en la construcción de la potencia económica en su condición de destacamento élite de la revolución del Juche e hijo mayor del país.
Los agricultores, conscientes de su responsabilidad de ocupar la primera posición en la primera línea de la defensa del socialismo, redoblarán los esfuerzos para dar avances en la producción agrícola.
Los intelectuales, de conformidad con los requerimientos de la era de la economía del conocimiento, contribuirán a la construcción de un Estado poderoso y próspero con grandes éxitos científico-técnicos y serán vanguardias y abanderados en la tarea de alcanzar la elevada civilización de la época del Partido del Trabajo.
Nuestro Partido deposita una gran confianza en el desempeño de los jóvenes en la actual ofensiva general.
Estos, conscientes de la confianza del Partido que los presenta como protagonistas de la potencia de la juventud, se prepararán como pilares del país y realizarán hazañas heroicas en todos los sectores de la edificación del Estado poderoso y próspero.
A los cuadros les corresponde ponerse en pleno contacto con la realidad, motivar a las masas, desarrollar todas las labores con métodos revolucionarios y científicos y ser auténticos y fieles servidores del pueblo y competentes dirigentes de la revolución que trabajan con total entrega para el pueblo a partir de la noble concepción de que ofrendar la vida en beneficio del pueblo debe ser su mayor pretensión.
Es preciso promover la naturaleza y las cualidades distintivas de nuestra sociedad en que sus miembros se guían, ayudan y avanzan unidos en todos los aspectos de la vida social.
El objetivo que perseguimos es la potencia socialista del Juche y el poderío del socialismo se manifiesta precisamente por el colectivismo.
En todos los sectores y unidades concederán la prioridad a los intereses del Estado, el Partido y la revolución, divulgarán ampliamente los logros y experiencias de las entidades ejemplares y darán saltos mayores a un ritmo más acelerado mediante la emulación colectivista.
Es necesario enarbolar el lema de priorizar sus propias fuerzas en la construcción de un Estado socialista poderoso y próspero.
El servilismo y la dependencia de las fuerzas extranjeras conducen al país a la ruina y valerse de sus propias fuerzas es la única manera de defender la dignidad de la patria y la nación y darle curso libre a la revolución y la construcción.
Con la confianza, el amor y el orgullo que sentimos hacia lo nuestro, lograremos la empresa de la construcción del Estado poderoso y próspero y haremos en realidad el hermoso sueño e ideal de nuestro pueblo con nuestra fuerza, tecnología y recursos naturales.
La reunificación es la tarea mayor, más urgente y de importancia vital para nuestra nación.
El año pasado en que se cumplieron los 70 años de la liberación nacional exhortamos a todos los compatriotas a abrir unidos un ancho camino para la reunificación y dedicamos ingentes esfuerzos a esta tarea.
Sin embargo, las fuerzas contrarias a la reunificación y el mejoramiento de las relaciones Norte-Sur se dedicaron con frenesí a las maniobras bélicas amenazando con estallar una nueva guerra, lo cual provocó grandes inquietudes en el interior y el exterior del país.
Las autoridades surcoreanas, en desafío a la tendencia a los diálogos y el mejoramiento de las relaciones intercoreanas, se pronunciaron abiertamente a favor del “cambio” de nuestro sistema y la “unificación de sistemas”, agravando así la desconfianza y el conflicto entre el Norte y el Sur.
Bajo la consigna ¡Abramos una nueva era de la reunificación independiente, frustrando los retos de las fuerzas de dentro y fuera del país opuestas a la reintegración!, en este año debemos desarrollar más enérgicamente el movimiento por la reunificación nacional.
Es preciso rechazar la intervención de las fuerzas extranjeras y resolver el problema de la reunificación de manera independiente y conforme al anhelo y la demanda de la nación.
Nuestra nación fue dividida por las fuerzas extranjeras y los que impiden la reunificación son precisamente los Estados Unidos y sus seguidores.
Sin embargo, las autoridades surcoreanas traman artimañas contra sus compatriotas norteños en confabulación con las fuerzas extranjeras y les suplican a otros países que resuelvan los problemas internos de la nación como la reunificación de la patria.
Este es un acto propio de vendepatrias y traidores que ponen el destino de la nación al arbitrio de las fuerzas foráneas y perjudican los intereses nacionales.
En todo caso, debemos desarrollar las relaciones Norte-Sur y reunificar la patria por nuestra propia cuenta, según el ideal de entre nosotros, los connacionales, y de acuerdo con los criterios y las exigencias de la propia nación.
Nadie regala ni puede regalar la reunificación a nuestra nación.
Toda la nación debe luchar resueltamente contra las maniobras de cooperación con el extranjero de las fuerzas serviles y vendepatrias opuestas a la reunificación.
Las autoridades surcoreanas tienen que dejar de actuar de forma vergonzosa mendigando la “cooperación” con otros países para resolver los problemas internos de la nación.
Conjurar el peligro de la guerra y preservar la paz y la seguridad en la Península Coreana es una condición esencial para la reunificación de la patria.
Hoy la Península Coreana sigue siendo la región más candente del planeta y el escenario de una eventual guerra nuclear debido a la estrategia agresiva de Estados Unidos de dominar toda Asia y sus insensatas maniobras bélicas contra nuestra República.
El imperio norteamericano y los belicistas surcoreanos organizan cada año simulacros de guerra nuclear de gran envergadura contra nuestra República, agravando como nunca antes la situación de la Península Coreana y poniendo un gran obstáculo en el desarrollo de las relaciones Norte-Sur.
Lo que ocurrió entre ambas partes en agosto pasado nos enseña que hasta una contingencia aparentemente insignificante puede ser el motivo de una guerra total.
Estados Unidos y las autoridades surcoreanas deben renunciar a los peligrosos ejercicios de una guerra agresiva y a las provocaciones militares que propician la tirantez de la situación en la Península Coreana.
Esforzarse con perseverancia por la paz de la Península y la estabilidad de la región es nuestra actitud inalterable.
Pero, si los invasores y provocadores nos agreden en lo más mínimo, no los perdonaremos jamás y les responderemos categóricamente con una lucha despiadada pero justa y sagrada, con una guerra por la reintegración nacional.
Es preciso respetar los tres principios de la reunificación de la patria, las Declaraciones Conjuntas y otros acuerdos Norte-Sur y, sobre esta base, abrir el camino para mejorar las relaciones intercoreanas.
Dichos principios y declaraciones son grandes programas para la reunificación de la nación coreana, y todos los compatriotas desean ponerlos en práctica cuanto antes y preparar una coyuntura trascendental que favorezca la reintegración.
Si las autoridades surcoreanas tienen realmente la intención de mejorar las relaciones bilaterales y lograr de manera pacífica la reunificación, deben dejar de promover la insensata confrontación de sistemas y expresar su determinación de respetar y ejecutar sinceramente los tres principios para la reunificación de la patria, la Declaración Conjunta del 15 de Junio y la Declaración del 4 de Octubre, documentos que sintetizan la unánime voluntad de la nación y han confirmado su justeza en la práctica.
Las autoridades de Corea del Norte tendrán en alta estima lo acordado en el contacto urgente de alto nivel del año pasado y nunca lo contrariarán ni estropearán el ambiente de las conversaciones.
En adelante seguiremos esforzándonos con denuedo para el avance en las conversaciones de ambas partes y la mejora de las relaciones bilaterales y discutiremos francamente sobre la reunificación, un problema de la nación, con todos que anhelan la reconciliación, la unidad, la paz y la reintegración de la nación.
Todos los compatriotas del Norte, Sur y en el extranjero levantarán a toda costa en esta tierra una potencia reunificada, prestigiosa, poderosa y próspera, bajo la bandera de entre nosotros, los connacionales, al superar el desafío y los obstáculos de las fuerzas anti-reunificación de dentro y fuera del país.
Renuente a aceptar nuestra justa propuesta de convertir el acuerdo de armisticio en el de la paz, encaminada a alejar el peligro de guerra en la Península Coreana y crear un ambiente pacífico mediante la distensión, Estados Unidos se ha aferrado a su anacrónica política hostil contra la RPD de Corea con el objetivo de agravar la situación y ha instigado a sus seguidores para que se dediquen a la descabellada campaña de los “derechos humanos” contra nuestra República.
Sin embargo, con todas sus tretas y maquinaciones el enemigo no ha podido quebrantar la voluntad de nuestro Ejército y pueblo de defender y perpetuar el socialismo a nuestro estilo centrado en las masas populares, su hábitat y nido de felicidad.
Los retos de las fuerzas hostiles y la tirantez de la situación persisten, pero marcharemos invariablemente por el camino de la independencia, el Songun y el socialismo enarbolando la bandera roja de la revolución y con gran sentido de responsabilidad nos esforzaremos para preservar la paz y la seguridad en la Península Coreana y el resto del mundo.
Nuestro Partido y el Gobierno de la República se solidarizarán más con los pueblos que luchan contra la agresión, la guerra, la dominación y la subyugación y desarrollarán las relaciones de amistad y cooperación con todas las naciones que respetan la soberanía de nuestro país y nos tratan con amistad.
La causa del socialismo del Juche será siempre victoriosa y solamente habrá victorias y gloria en nuestra marcha bajo la dirección del Partido del Trabajo de Corea.
¡Luchemos todos resueltamente, llenos de la convicción y el optimismo, por la victoria definitiva de la revolución!
Al celebrar el esperanzador Año Nuevo, le deseo salud y felicidad a todo el pueblo coreano.

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