Leonardo Del Grosso: EL MAJESTUOSO PUEBLO REVOLUCIONARIO DE COREA DEL NORTE

El 10 de octubre se conmemoró el 75 aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea, partido revolucionario que ha conducido, bajo la sucesiva dirección de Kim Il Sung, Kim Jong Il, y Kim Jong Un, la lucha por la independencia nacional, la justicia social y el socialismo en Corea.

En torno de esa fecha, todo el pueblo de la República Popular Democrática de Corea, organizó grandes y majestuosos eventos para celebrar el aniversario.

Ante esto, la mente abobada de los "periodistas" mercenarios de Occidente sólo puede hacer juicios irresponsables y livianos cuando ven estas imágenes. Y siguiéndolos a ellos, varias gentes opinan frívolamente de lo que estas enormes manifestaciones populares significan. Ninguno de estos charlatanes enfrentó opresión y guerra como lo hicieron los coreanos, donde los japoneses primero y los estadounidenses después, los laceraron y masacraron durante décadas para poder someterlos a la esclavitud, siendo finalmente derrotados y el pueblo coreano libre, con la libertad que conquistó con su propia sangre y fuerza.

Japón y Estados Unidos, autores de los más inconcebibles crímenes y matanzas, fueron implacablemente vencidos por el poder soviético de coreanos, rusos y chinos, unidos en el ideal internacionalista de la Patria Socialista.

Hoy, a 75 años de la fundación del Partido del Trabajo de Corea, el pueblo revolucionario de Corea del Norte da una demostración insuperable de organización y unidad, de sincronización perfecta en una gran sinfonía de manifestaciones coordinadas entre miles y decenas de miles de personas.

Es una escenificación del poder del Socialismo, del Inmiwichón (el pueblo es como el cielo), del Juché (la revolución pertenece a las masas populares, es su propia obra, y hay que confiar en las propias fuerzas) y del Songún (primero lo militar, como reaseguro y autodefensa), como ideologías que potencian el desarrollo humano al poner en el centro a los trabajadores y el pueblo y desterrar de las relaciones sociales a la disolvente motivación del lucro. En una sociedad que funciona sin codicia impera el amor social y la acción insidiosa y criminal de los egoístas está reducida a su más mínima expresión.

Los que no entienden nada y hablan por hablar -como el envidioso que siempre negará las cualidades de quien lo supera- seguramente interpretarán de estas majestuosas manfiestaciones un "culto a la personalidad" del líder, una demostración de "monolitismo dictatorial", una característica de "ausencia de pensamiento crítico". ¿Sabrán que en toda sociedad socialista la educación, el deporte y la ciencia son extensivos a todo el pueblo? ¿Estos idiotas sabrán que donde hay socialismo hay cultura e inteligencia?

Coherentemente, el ignorante ignora también su propia ignorancia. El estúpido, como inconsciente que es, tampoco sabe de su estulticia.

Pero, afortunadamente, el pensamiento, el pensar, se va abriendo paso, preguntando, relacionando, inquiriendo, superando así la propaganda imperialista embrutecedora y alienante.

Miro estos desfiles y me asombro de lo que es capaz un pueblo bien dirigido, y de lo que impacta, a su vez, un pueblo consciente, con la moral alta, en todos su integrantes y, por supuesto, en su propia dirigencia. Me explico que hay una dialéctica multiplicadora capaz de lograr hazañas que serán siempre incomprensibles para un egoísta sugestionado por la forma de su ombligo.

¿Quién puede juzgar a un pueblo gallardo como el de la RPDC desde un país, como el nuestro, donde cada tanto un mayor asesina y viola un niño, o cada tanto alguien es linchado, o donde El Estado, calladito la boca, sumisamente, paga puntualmente el tributo imperial etiquetado como "deuda externa"?

Primero seamos libres nosotros, y después, en todo caso, juzguemos a otros.

Admiremos a quien lo merece, y emulemos su ejemplo. Es una buena forma de aprender rápido.

A continuación les ofrezco el video del desfile militar, el video de las manifestaciones con antorchas, el enlace al discurso trasncripto de Kim Jong Un, y el video de Moranbong Band.